Capítulo XXIX

7.9K 460 67
                                    

Maratón: 2/3

La verdad es que Jen había cambiado muchísimo, ya no era la misma. Antes era tímida y tierna, ahora era un poco... puta, vestía provocativamente y actuaba como si todo el mundo estuviera a sus pies.

Entonces _____ vino y me abrazó, necesitaba ese abrazo.

- ¿En qué piensas?

- No... en nada...

- ¿Por qué le caigo tan mal?

- No lo sé...

- ¿Rubius? –pasó una mano sobre mi cara que me despertó de mis pensamientos-. ¿Qué te pasa? Es solo una ex, pensaba que estabas acostumbrado.

- Dime que nunca serás como ella.

- ¿Qué?

- Nunca cambies, por favor.

- ¿Crées que alguna vez seré como esa? Por dios, si es una... ¡Bitch! No sé que viste en ella, es guapa pero vamos...

- Yaa... –miré hacia la puerta-.

-¿Quiéres que vayamos a algún sitio a comer?

- Nah, quiero quedarme todo el día en la cama contigo –la cogí de la cintura y la subí a mi homró-.

- ¿Qué? ¡Tengo hambree! –me daba golpecitos en la espalda-.

La tiré a la cama aún sin hacer y me quité la camiseta.

- ¿Rubius?

- ¿Sí?

- Quiero comida.

- ¿No prefieres quedarte aquí, calentita y cómoda?

- ¡No! –se arrastró por la cama hasta llegar a una esquina para levantarse, pero la cogí del pie y la atrastré de vuelta-.

- Rubiuuuuus...

Me tiré encima de ella y empecé a besar su cuello suavente.

- ¿Estás segura de que te quieres ir? –sonreí como un marvado-.

- ...

- ¿_____?

- ¡Es que tengo hambre! –dijo como una niña pequeña-.

- Pf espera que te traigo algo, tú no te muevas eh.

Fui a la cocina y cogí un bote de su sabor preferido, la Nutella.
Llegué y la vi mirando el techo, me vio con la sorpresa y se abalanzó a por mi.

- ¡Nutella! Rubius, te amo.

- Jaja lo sé –intenté meter el dedo dentro del bote pero ella lo guardaba como un tesoro-.

Entonces me manchó la nariz de aquel chocolate y, como no, vino Raspberry. _____ cogió a la gata y la puso enfrente mío para que me chupara la punta de la nariz. Ella no paraba de reír y yo de poner caras de asco.

La miré fijamente y me tiré sobre ella haciendo que Raspy se asustara.

- ¡Rubius! –sonreía mientras aún comía-.

- No entiendo cómo no engordas.

- Ya, ni yo. Pero tengo que aprovechar este "don" –metió el dedo en el bote y lo chupó dándome envidia-.

- ¿Has terminado ya?

- Nope.

Adoraba estar con ella, era algo que me animaba de cualquier problema, sentía cosas muy fuertes por aquella chica, quizás esté más que enamorado...
No pude más y besé aquellos labios con sabor a chocolate. Eran tiernos y dulces, como ella en general.

Dos Youtubers y un destino. [ElRubius] #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora