El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 18 : Nace Una Leyenda

Heme aquí, no sé qué hice para hacer enfadar tanto a esta mujer, mis maestros siempre me decían "eres muy rápido analizando", a pesar de eso, simplemente no la entiendo, ella sigue con esa mirada asesina en sus rojos ojos, es como si estuvieran impregnados de sangre, eso la hace ver más amenazante, pero, Elena no tenía ese mismo color, los de ella son del mismo tono que su cabello, negros, la verdad no puedo perderme en mis pensamientos dado que vuelvo rápidamente a la realidad debido a la enorme presión que está ejerciendo sobre mi...o no...se activó la cámara lenta, eso es una señal horrible, alguien, quien sea ayúdeme...de un momento a otro la sed de sangre de ella despareció de golpe, sus ojos ya no son rojos, ahora son negros, aun así se nota claramente que sigue enfadada, ella me habla muy bajo en mi oído.

– Bastardo con suerte, ten muy claro que voy a seguir tus pasos desde las sombras, así que, no olvides que no le debes revelar a nadie lo que paso en este sitio. – Que miedo, ella da mucho miedo.

– Tranquila, nadie se enterará de nada. – Debo de mantener en secreto todo esto, la verdad, no sé qué cosa exactamente.

Ella se quita de encima mío, sacude sus ropas, arregla su cabello y estira su mano para que pueda levantarme, cuando estoy de pie Anastasia se acerca a los asientos que están a un costado, se sienta con las piernas y brazos entrecruzados, con una postura que demuestra su nobleza, su expresión también cambio, volvió a ser aquella mujer que ingreso a esta carpa, al cabo de uno segundos aparecen 2 personas que tienen activado su Vinculo, un hombre y una mujer, ambos tienen los 5 pentagramas en sus placas, ellos conversaban entre ellos tranquilamente hasta que se percataron de nosotros 2.

– No...no puede ser verdad ya hay 2 postulantes que terminaron el examen teórico. – Quien hablo fue la mujer, ella era muy alta, supera los 2 metros de altura, su cabello es blanco como la nieve, su estilo de corte es, corto volumen coronilla, el flequillo tapa su ojo derecho dejando a la vista el verde de su ojo izquierdo, dada la forma y tamaño de sus orejas, es de la raza de los elfos, además por su piel morena, es de la raza de los elfos oscuros, ella sostiene su báculo en su mano derecha mientras varios objetos levitan sobre ella, sillas extras, servicios para poder comer, platos y servilletas, esos y otros objetos son los que sostiene mediante magia, está claramente sorprendida con el hecho de que ya hayan postulantes que terminaran el examen teórico.

– Mmmm, con que no solo uno rompió el récord de tiempo si no que fueron 2. – El hombre era claramente más bajo que ella, casi tan alto como mi hermano, cabello rojo, es como si tuviera fuego en la cabeza, no, es fuego, en su cabeza hay fuego, su piel es blanca como si fuera ceniza, la forma extraña de sus ojos, su pupila es como un trébol de 4 hojas el cual esta lenta pero constantemente girando, el derecho en sentido del reloj y el izquierdo al sentido inverso, en el libro de "Razas Y Etnias Ancestrales" escrito por Dunglan VII, se describe a esta raza, "Hatakat", su dominio natural sobre el elemento del fuego y la tierra, es rozando la perfección, se creían extintos dado la guerra que hubo entre los diferentes clanes que componían esta raza, pero hubo un solo clan que logro ganar, aun así, fue para nada, su planeta y dimensión quedo tan dañada que no tuvieron otra alternativa que refugiarse en otra dimensión la cual fue otorgada por el Consejo De Gremios, los cuales crearon una nueva dimensión con características similares a la dimensión original que provenía esta raza, este hecho ocurrió hace mucho tiempo, si lo comparamos con un aproximado del tiempo en La Tierra, fue hace unos 78 millones de años, desde entonces el contacto con ellos es nulo, ya que cerraron todo dialogo con las demás razas y los gremios, pero, resulta que ahora hay un poderoso mago de esta raza frente a mí, estoy sorprendido. – ¿Me pregunto, quien fue el que termino primero? – Puede ser esa la respuesta, Anastasia esta enfada porque termine primero que ella. – ¿Tal vez fue esa jovencita de ahí, que me dices, señorita? – Anastasia lo mira, de manera muy altanera, si, es como ver a Elena, ella deja de tener los brazos entrecruzados extiende su mano y me apunta.