El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 73 : Precavido

En una hermosa y bella pradera se puede divisar a un grupo de Estudiantes, por lo visto se encuentran practicando bajo el cielo azul y radiante sol a las 4 de la tarde, delante de ese grupo se ven 3 personas quienes están de pie aunque uno de ellos es quien parece dirigir a ese grupo de jóvenes estudiantes, atrás de ese sujeto se encuentran dos mujeres, una de la raza de los Ángeles quien porta un báculo y a su lado otra mujer con rasgos de la raza Humana, lo que destaca de esa segunda mujer es su cabello rojizo y ojos amarillos que relucen como el oro, volviendo a ese sujeto que dirige a esas jóvenes promesas se haya un Humano, custodia a ese grupo con una gran sonrisa mientras observa cómo se esfuerzan, es un escena muy hermosa...si se observara de lejos, en realidad ese sujeto tiene una sonrisa más parecida al estereotipo de un villano, pero lo que en realidad cambia esa escena es cuando escuchas a algunos de esos jóvenes Estudiantes.

– ¡Basta, ya no puedo más! – Grita una mujer.

– Voy a morir, siento como mi alma deja mi cuerpo. – Dice un hombre con una voz jadeante.

– No puedo sentir mis piernas y tampoco mis brazos, ¿estaré muerto?

Comentarios similares comienzan a surgir dentro de ese grupo, cualquiera se apiadaría de ellos al escucharlos, pero solo aumentaba esa sonrisa tétrica de quien los entrenaba.

– ¡Malditos pedazos de mierda, son excrementos sin valor alguno, dejen de llorar que nadie lo hará por ustedes, solo han transcurrido 30 minutos desde que iniciamos!

Ese Humano grita a viva voz a sus Estudiantes, cuando ellos escuchan el tiempo transcurrido caen en desesperación.

– No puede ser...solo 30 minutos. – Dice una mujer.

– Si, solo 30 minutos, aún falta otra hora y media...bueno, es momento de comenzar el entrenamiento. – Dice el Humano con sonrisa tétrica.

– Guille... ¿qué quieres decir con eso? – Pregunta una mujer Humana muy bajita.

– Es simple Kala...esto era solo en calentamiento, ahora comienza el verdadero sufrimiento.

– ¡NOOOOO! – Gritan todos los integrantes de ese grupo.

Para conocer cómo fue que se llegó a este fatídico final, hay que remontarse unas horas atrás en el tiempo.

He aceptado ser su Maestro, aunque con mi última amenaza algunos están preocupados, observo a la Maestra.

– ¿Todos se han presentado en base al mismo esquema? – No comprende a lo que me refiero.

– Alumno Griffin puede ser más específico. – Pregunta la Maestra.

– Me refiero a que tipo de elementos dominan y quieren dominar, además de las otras magias que puedan usar.

– A eso, si, todos y cada uno de sus compañeros.

– Los tienes anotados o guardados.

– Tengo el registro en ese libro. – La Maestra señala el libro que esta sobre la mesa.

– Bien, lo usare. – Observo a los demás quienes aún están con una mirada de preocupación. – Que esperan, sigan practicando con sus plumas y libros.

– ¿Alumno Griffin que planea hacer con esos datos? – Me levanto y acerco donde está el libro.

– Sera mi base para así planificar como mejorarlos, quiero hacerme una idea en general de sus capacidades, aunque tendré que hacer una comprobación en campo más tarde. – La Maestra sonríe.

– Estás motivado Alumno Griffin.

– No es eso, si no cumplo con mi parte tu tampoco estarás obligada a entrenarme, lo hago por mí y así también ahorro tiempo. – La Maestra me observa por unos segundos hasta que golpea el suelo con su báculo.