Capítulo 32 : Hola

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No puedo creer lo que he hecho, era muy sencillo, pasar desapercibido por unos 2 años para recién comenzar a mostrar mis aptitudes...aun no comienzo mis clases y ese plan ya ha fracasado en su totalidad, las personas de las gradas están asombradas con mis clasificaciones, varios no despegan la mirada de esa enorme pantalla.

– Esos resultados... tan siquiera es posible obtener esos resultados, supero con creces a la anterior Postulante de hace 34 años, nadie había igualado esas puntuaciones. – Comento una mujer de las gradas.

– No es solo el chico, el director dijo que también esa chica había superado a la anterior Postulante, no puedo creerlo, en un mismo día se establecen 2 récord. – Era la voz de otra mujer, solo que en esta ocasión era de un tono más grave.

– Acaso están olvidando lo más importante, pudo invocar ese Hechizo en un tiempo que supera incluso a los graduados, no hay la menor duda de que este Alumno perfectamente podría enfrentar un combate mágico, no pude percibir ninguna perdida de Mana, su control fue perfecto y además ya puede dominar un Hechizo Nivel 10, es exactamente como dijo el director, estamos frente a un Prodigio de los Magos, quiero entrevistarlo ya, malditas reglas de prohibición, tendré que esperar una semana, de hecho, todos nuestros colegas quieren lo mismo.

El ultimo era un hombre de voz senil, por el contexto de sus palabras no cabe la menor duda de que el es un periodista, me siento como una presa asechada, todas esas miradas expectantes se fijan en mi persona.

– Siguiendo con la tradición, felicidades Guillermo Domínguez, desde ahora eres oficialmente un Alumno de nuestra Universidad, es un hecho, eres asignado a la clase S, pero no serás solo un estudiante más, serás el presidente de la clase S, como ultima asignación, debido a que eres el Mago mas poderoso y sabio de tu generación, deberás de representar a las 6 diferentes clases bases como su Presidente Magno, dicho esto, un gran aplauso para nuestro prometedor Alumno.

Todo el mundo se levanta de sus asientos, aplausos, gritos de apoyo, esos y otros gestos con la finalidad de reconocer mis hazañas, poco a poco la sensación amarga de haber estropeado el plan original desaparece dando paso a una alegría desbordante, el director señala donde están todos los Alumnos de la clase S, me dirijo hacia ese lugar, bajo los escalones, observo a los otros, no son solo mis amigos, los demás están tan felices como ellos, no son todos, pero es la gran mayoría, camino y camino, con cada paso mi alegría se intensifica más, no puedo evitar sonreír, a pocos metros de llegar a los asientos Andy corre hacia mí, se detiene y agarra mis hombros con un entusiasmo que supera incluso a las ocasiones anteriores.

– ¡Maestro, jamás dejare de decirlo estoy absolutamente feliz de ser su discípulo, esos que se atrevían a cuestionarlo deberán reconocer su poder! – Andy estaba desbordando felicidad.

– Muchas gracias Andy, no estés feliz solo por mí, tú, yo y los demás ya somos Alumnos de Electus Magicae. – Andy quedo sin habla, se recupera rápidamente.

– ¡Mi amable Maestro siempre pensando en los demás, siempre lo respetare por toda mi vida!

Pese a tener la energía de siempre, lo dijo con una expresión muy seria, en sus palabras había una convicción total, realmente muchas gracias, no creo ser digno de tu confianza, al menos no aun, ambos sonreímos como dos buenos amigos que se respetan mutuamente, de un momento a otro Andy deja mis hombros.

– Maestro es momento de que sea uno más de la clase.

Hay un cambio en su actitud que me sorprende, como explicarlo, mas maduro, avanzamos y llegamos a esta corrida de asientos, varias sillas no tenían a nadie sobre ellas, todas esas sillas estaban en una sola fila, aparecen varios portales debajo de esos lugares vacíos y solo quedan según el numero de integrantes de cada clase, el único disponible era el de un extremo, justo al lado de Anastasia, ella en ningún momento dejo de tener ese espasmo en su ojo derecho, recuerdo la actitud que tuve hace unos instantes, que incomodo, mientras avanzo aparto la vista de ella, me siento y fijo mi mirada hacia el escenario tratando de evitar en lo posible de hacer contacto visual con ella, es entonces cuando hace algo que nunca espere que realizase, se acerca a mi oído y dice muy bajo.

El Gran Reinicio Parte I : DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora