De rodillas se halla un niño el cual se encuentra visiblemente lastimado, sus ojos hinchados y enrojecidos de tanto llorar, la vestimenta que porta no podría estar en peores condiciones dado que el barro y la suciedad predomina casi en su totalidad, al igual que los agujeros e hilos deshilachados que denotan el desgaste de sus ropas. Pese a todo lo anteriormente dicho, no estoy perturbado por aquello, algo superó por completo el estado en que se encuentra, su rostro, su rostro es el mismo que yo poseía hace algunos años, no es un simple parecido o similitud, es exactamente el mismo.
- Yo...soy a quien tratas de ocultar... tu verdadero yo... soy Guillermo Domínguez. – Dice aquel niño.
Quedo enmudecido por unos segundos, hasta que vuelvo a recordar lo obvio, es un sueño.
- Que sueño más. – Comienzo a hablar pero alguien me interrumpe.
- No es un simple sueño. – Esa voz la reconozco.
- Tu eres el responsable de todo esto, Dios Sucio. – Trato de observar a mi espalda y puedo divisarlo.
No es una forma exacta, mas bien, es solo una gran masa de humo color negro, sereno mi mente, es entonces que.
- Yo no soy el responsable de nada... esta vez tu eres el culpable. – Habla en mi mente el Dios Sucio.
- ¡HAAAA, sálvame!
Con ese grito vuelvo a centrarme en el niño, cadenas sujetan sus extremidades y comienzan a arrastrarlo, es solo un sueño y por lo mismo solo debo de ser indiferente con lo que sucede. El niño es jalado por esas cadenas mientras suplica a viva voz mi ayuda, desvió la mirada de esa escena, las uñas de sus manos comienzan a desprenderse debido a que trata de sujetarse para evitar ser llevado por quien sea que sujeta esas negras cadenas. Al ver como lo ignoro se rinde, sus ojos pierden todo brillo.
- ¡No te lo llevaras! – Exclamo y mi voz hace eco en toda la habitación.
Pese al dolor que siento estoy de pie sujetando las manos de aquel niño, el se sorprende por mi reacción.
- Pensé que tú también querías abandonarme. – Me dice el niño con una voz triste.
- Dije que te ayudaría, y lo cumpliré. – Digo observándolo a sus ojos.
La verdad es que ni yo mismo se que pensar de todo esto, pese a no ser real... siento que todo lo que esta ocurriendo no es una fantasía provocada por un sueño, algo me empuja a no abandonar a este niño que posee las mismas facciones que poseía a los 9 años. Logro sujetarlo y el niño también lucha para evitar ser llevado por esas cadenas.
- ¿Es necesario todo esto? – Pregunta el niño.
- ¿Ahora que te ocurre? – Digo extrañado por su forma de hablar.
Lentamente el deja de esforzarse, la expresión de su rostro comienza a cambiar, poco a poco pierde sus esperanzas.
- No importa lo que haga... soy un inútil... es mejor si simplemente me dejo llevar.
El niño cae de rodillas con la mirada fija en el suelo y las cadenas lo atraen hacia ellas.
- ¡¿Qué haces niño imbécil?, levántate y sigue! – Mi voz es de una desesperación absoluta.
Sus pies son halados dejando de tocar el piso, todo su cuerpo se encuentra en el aire, siento un dolor agonizante en mis pies el solamente estar erguido es un sufrimiento constante, aun así no me dejo caer al suelo, sujeto las manos del niño como si mi vida dependiera de eso.
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El Gran Reinicio Parte I : Despertar
FantasyGuillermo (Guille) ha vivido toda su vida bajo la sombra de sus hermanos quienes son conocido como los Prodigios. Él no posee un sueño o una ambición que seguir, ahora con 19 años debe por primera vez decidir qué camino seguir. Luego de un año desde...