Capítulo 115 : Malvado

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Una vez dentro del portal soy transportado hacia el cubículo asignado a nuestra Universidad.

Al momento de aparecer soy recibido por los demás.

- ¡Maestro!

- Hola Andy.

Andy corre desesperado hacia mí.

- Guille, por lo visto Mirna Sayer fue un rival que superó nuestras expectativas.

- De eso no hay duda alguna.

- Pese a todo no utilizaste esa forma del Dios Del Trueno.

- No olvides donde estamos.

- ¿Esas barreras son muy endebles para esa forma?

- Lo más probable.

- Sin embargo fue una lucha extraña. Guille de alguna manera sentí que quisiste alargar el combate por algún motivo.

Entre cruzo mis brazos y los observo.

- Debido a que el plan original fue desechado desde la primera ronda, debía modificarlo.

- Ho, en todo caso. No hay que desmerecer a Mirna Sayer.

- Si, esa mujer es increíble, su poder...

Una especie de escalofrío recorre mi espalda, de hecho la temperatura desciende drásticamente por un segundo. Tanto Joseph como yo observamos como la expresión de Bianca es terrorífica, camina a un paso lento, cada uno de sus pasos resuenan, se planta frente a mí.

- Querido...

- Bi-Bianca. ¿Qué ocurre?

Levanta la mirada y me observa fijamente con una expresión seria, las comisuras de sus labios se encuentran encorvadas hacia abajo.

- Bésame...

- ¿He?

- Solo bésame.

- No necesitas pedirlo...

- Solo bésame ahora mismo.

Tomo delicadamente su cintura y acerco su cuerpo al mío, de una manera lenta pero constante nuestros labios comienzan a aproximarse. Fue un beso extraño la verdad, los sentimientos de Bianca tenían una leve ira que poco a poco fue decreciendo mientras los segundos transcurrían. No comprendo bien que sucede con ella, pero decido enfocarme por completo, mi lengua no deja escapar a la suya. A cada segundo aumento mi intensidad, algo dentro de mi grita que debo esforzarme en complacerla. Una vez separamos nuestros labios la delgada estela resultado de nuestros fluidos se corta. Bianca jadea sin despegar su mirada de la mía.

- ¿Es suficiente? – Acerco mi boca a su oído y susurro. – ¿O quieres que continuemos?

Bianca pega su rostro en mi pecho y luego de unos instantes vuelve a observarme.

- Hasta yo tengo un límite Querido, aun no la he aceptado así que... Lo dejaré pasar. – Toca sus labios coquetamente mientras me sonríe. – Veo que aun sigo siendo la número uno, Querido.

- Siempre lo serás.

Mientras estábamos en nuestro mundo, una figura se interpone entre los dos, es la Maestra Era, pese a ser una Súcubo, su rostro está completamente rojo.

- Esto... Esto es demasiado inmoral, aun son estudiantes. – Mira fugazmente al otro Maestro y también al Director. – ¿Cómo pueden permitir estos actos frente a sus ojos?

El Gran Reinicio Parte I : DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora