•Capítulo 18: Abismo•

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Kakarotto

Gohan teclea con rapidez en la computadora del laboratorio.
Cientos, no, miles de números de color verde surgen en pantalla.

En las naves de Vejīta los sistemas eran menos complicados, aunque no demasiado.

—¿Qué encontraste? —Pregunta el bicho verde.

—Los androides no eran lo único que Gero tenía planeado —Dice mientras se levanta de la silla y camina a un cilindro enorme de cristal— Ellos sólo eran la primera parte del plan.

Acaba por decir que debemos destruir el laboratorio, algo mucho más grande y poderoso se forma en él. Un cosquilleo se produce debajo de mi piel, algo mucho más fuerte que Freezer, más que Vegeta.

Un enemigo al que me divertiría destruir.
Sin embargo, Gohan ha dicho que se necesitan 20 años para que ese enemigo surja. Es demasiado tiempo.

Soy el primero en atacar, con un rayo de energía hecho con dos dedos apunto a la computadora principal.
En cuestión de segundos el rayo ha atravesado el disco de energía y la máquina explota.

Los guerreros se cubren del impacto con los brazos, yo incluso. Esta caverna está llena de polvo y escombros.

Sin pensarlo demasiado, comienzan todos a atacar y destruir el intento de laboratorio.
Salimos cuando cada uno de los aparatos y cables han sido reducidos a cenizas.

Aprieto los puños, el sol vuelve a alumbrar después de estar casi media hora a oscuras.
Ahora sólo queda vencer a esos dos robots presuntuosos y a la androide urgida.

—¿Acaso no ese es el ki de Vegeta cuando está en Super Saiyan? —Pregunta el enano.

Agudizo los sentidos. No hay duda, el ki que siento es el del gusano.
Debe ser...

—Debe ser por su enfermedad —Habla Gohan, robándome las palabras. No deja de asombrarme, sonrío levemente— La energía que se libera incluso de forma inconsciente se debe a los estados de ánimo y físicos de una persona.

Miran a verme como si buscaran todos una aprobación de mi parte.
Asiento, doy media vuelta dispuesto a irme tras esos androides.

—¿Y ese no es el ki de Milk? —Dice el insecto de tres ojos.

Detengo mis pasos.
Es el ki de la mujer, está elevado.

Al mismo tiempo que el de Vegeta.

La energía desciende y asciende de forma rápida.

Aprieto los puños hasta el punto de casi hacer sangrar mis manos.
Muerdo mi lengua en el interior de la boca. 

—Padre... —Escucho la voz de Gohan. Mi caso hacia él es nulo.

Ardo en coraje.
La Milk del futuro aún no ha llegado a Capsule Corp si calculo la velocidad a la que vuela.

No puede ser.
Mi hembra no es capaz de follar con Vegeta, y él no es capaz de meterse con Milk. Sabe lo que le puedo hacer.
Pero este incremento de energía en ambos me da mucho qué pensar.

Lo Que Pudo SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora