•Capítulo 22: Preparación•

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Vegeta

Termino de subir mis pantalones, acto seguido me dispongo a atar el listón del traje.
Bulma sigue en la cama, con la mirada perdida en el techo y los labios, además de rojos, manchados.

Está de rodillas, con las pantorrillas a raz de la colcha. Su enorme vientre oculta y deforma su cintura, pero sigue viéndose increíble.
Suspiro. Esta no es la vida que ella merece.

La noche de ayer se durmió tarde, intentando descifrar los planos de los androides que el Gohan del futuro consiguió, dando su vida por ello. Sin contar con que estuvo en el laboratorio con su padre para reparar el robot número Dieciséis. Lo encontraron casi destruido y apagado. Si lo reprograman o despiertan, podría ser de mucha ayuda.

Entretanto, estuve despierto igualmente. Escuchando los ruidos de la cama rechinando, la habitación de Milk y el insecto. Lidiando ellos con sus propios problemas. Sobre todo Milk, a quién he logrado conocer más allá de todo.

Cuando la mujer regresó me sentí aliviado, y aunque no podemos hacer nada, por Trunks.
Tenerla conmigo siempre es gratificante. Sin embargo, por mucho que sienta por ella, causarle dolor es lo que menos quiero.

Termino de alistarme y me acerco a Bulma. Beso su frente y se aferra a mi brazo. Acaba de darme unos muy buenos días.

Cuando se separa camino en dirección a la puerta y salgo hacia el pasillo, esperando que sea Trunks al primero que me encuentre. Bien, sí es el, pero no está solo.

La mano de la Milk del futuro aprieta con fuerza la de Trunks cuando me mira. Sus ojos se posicionan en los míos y aprieta los labios.
El cabello lila del hijo de mi alter ego está completamente arreglado. Le llega a Milk poco más arriba de la cintura, pero para su edad estoy seguro de que le falta creer. Vamos, su abuelo no estaba tan bajo.

En lugar de su traje verdoso de pelea, lleva una ropa casual. Estoy seguro que Milk tuvo que ver en ello, y que su ropa está en el bulto que el pequeño carga en su hombro.
No me mira, está cohibido.

-Te esperamos en la sala -Dice.

Gira sobre sus talones y avanza a paso rápido, meneando sus caderas al momento que avanza junto a Trunks. Lo lleva a desayunar, seguramente.

La puerta por la cual la mujer acaba de salir vuelve a chasquear, pero esta vez es la Milk de este tiempo, la original. Lleva a Gohan en sus brazos y su mirada es más expresiva que la de la otra.

-Buenos días, Señor Vegeta -Saluda Gohan del tono más respetuoso que puede.

Se me escapa el aliento, recuerdo al Gohan del futuro, me siento patético al no haberlo entrenado bien, como si fuera mi culpa lo que le pasó.

Cell, necesito vencerte.
Excitante, así es como siento esta pelea próxima.

-Buenos días, Gohan -Respondo tratando de ser cortés, como me enseñó el abuelo- ¿Listo para entrenar con tu padre?

Las mejillas de Milk se pintan de rojo de forma violenta. Igual su mirada se llena de confusión, duda sobre si lo que hará es correcto. Pero igual ella osaba entrenar a esa edad, así que no es motivo de prohibirselo al pequeño.

El mocoso mete su dedo a la boca y asiente levemente.

-Esperemos que sí -Musita Milk con el tono suficiente para que la escuche.

Asiento y avanzo para alcanzar a Trunks. A veces me pregunto qué pensará la Bulma del futuro ahora.

Kakarotto llega unos minutos después detrás de Milk. Sobrepasando por mucho su altura. Se ven como lo que son, una familia.
Me alegro por Milk.

Trunks desayuna cereal a mi lado, sirve su decimosexto plato y vuelve a comer.
Yo no pienso comer ahora.

Una vez que todos terminan y se alistan (sobretodo los mocosos) nos disponemos a ir al Templo Sagrado. Aproximadamente una semana estaremos ahí.

Bulma se acerca para besarme pero me hago a un lado, lo evito pues me resulta extraño que lo haga en público, frente a otros.
Así que simplemente se aferra a mi abdomen y susurra que cuide a Trunks, parece no afectarle tanto lo que hice hace unos segundos.
Agarra mi mano y con la suya me entrega algo, son dos cápsulas Hoi-poi.

Pero no me dice qué hay dentro.

Kakarotto carga a su hijo y besa la frente de Milk antes de colocar sus dedos en la frente. Imito la acción y rastreo el Ki del maestro Karin. Debido a que Kamisama y Piccolo se fusionaron me es imposible localizar el templo de otra forma.
Hablando del bicho verde, después de la pelea de ayer no lo he visto, debe estar entrenando también.

Al llegar a la torre, el felino maestro nos recibe con alegría. Yajirobe está con él.
Ambos, miran sorprendidos a Kakarotto y a su hijo. Es increíble verlo ahora, cuando hace seis años casi nos asesina a todos.
Bah, su fuerza aún no estaba a mi altura.

Karin dice que tendrá semillas a tiempo.
Una vez que acabamos ahí, volamos hacia arriba.

Tantos recuerdos.
Es como si aun estando niño, subiera aquí para entrenar con Míster Popo.
Nos dice que el bicho verde entró antes que nosotros a la habitación del tiempo y que saldrá hasta esta noche.

-Tendremos que esperar, Kakarotto -Le digo, teniendo que levantar la cabeza para hacerlo.

Lo escucho bufar y se sienta en el piso. Baja a Gohan de su hombro y lo manda a jugar con Trunks.
Cierra los ojos una vez que está solo.

Por mi parte me acerco a Míster Popo, su mirada está un poco afligida debido a la repentina ausencia de Kamisama.

-Dime la verdad, ¿Crees que entrenando podremos ganarle a ese monstruo? -Le pregunto a quien una vez fue mi maestro.

Lo escucho reír levemente.
Mierda.

Milk

-¿Les importaría quedarse solas? Debo ir a terminar unos asuntos en el laboratorio -Dice Bulma.

-No -Decimos las Milk al unísono.

Ella ríe nerviosamente y asiente. Un poco confundida se dirige a su laboratorio.

Miro de reojo a mi otra yo.
Ayer lo comprendí, ella y Kakarotto, no tienen ninguna conexión, ni siquiera su marca tiene valor, pues no son del mismo tiempo.

Ella se siente sola, y es por ello que intentó volver a sentirse amada. Pero no funcionaría, jamás.
Gira sobre sus talones y camina en dirección a la salida principal.

-¿Irás a entrenar? -Le pregunto elevando la voz.

-Sí, me ayuda a liberar el estrés -Responde sin detenerse.

Pensaba ir al castillo para ver a mi Padre y decirle que estoy bien, pero creo que tengo una idea mejor.
Avanzo rápidamente y me coloco a su lado.

-Tengo un buen lugar al que podemos ir -Adelanto mi andar.

Ellos se fueron. Pero igual yo daré lo mejor de mí en una competencia amistosa.
Aunque ahora mismo me duelan las piernas.

Sonrío con aire victorioso.

Lo Que Pudo SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora