Lo Que Pudo Ser

•Capítulo 26: El futuro•

Milk

Miro por la ventana, las cortinas ondean en el viento y mi corazón palpita extraño. Me siento nerviosa, siento que me asfixiaré en cualquier momento.
Observo a la pequeña pantalla del dispositivo que tengo en la mano derecha y veo como poco a poco la segunda barra roja aparece.
Kami-sama... Llevo ambas manos a mi boca y sonrío sin poder controlarme.
Me siento como sólo me sentí hace años.

La puerta se abre de improvisto y giro sobre mis talones. Ocultando mis manos detrás de mi espalda.
Gohan, ambos Gohans aparecen por el umbral.
El más pequeño corre hacia mí y abraza mis piernas.
Aún tiene el corazón del niño que tuvo que madurar.

Libero una mano y acaricio su cabello.

—Papá pregunta cuándo estarás lista —Inquiere el mayor al momento que se acerca.  Sin despegar un momento sus ojos de los míos.
Es realmente apuesto y fuerte, me enorgullezco de ello.

—¿Kakarotto preguntó eso? —Digo elevando una ceja.

Ríe.

—En verdad quiere verte, nunca lo había visto así —Responde mi pequeño.

Ambos usan un traje negro con corbata color magenta. Sus cortes de cabello son distintos pero se ven idénticos, claro, uno se parece más a su padre, sólo que no sé quién.

—Te ves hermosa —Comenta Gohan y me ruborizo de pies a cabeza mientras sufro una opresión en el pecho.

Uso el hermoso vestido blanco que mi madre usó cuando se casó con mi padre. Hace años lo salvé de uno de los típicos incendios que abrumaban el castillo.
Tuvimos que modificarlo un poco para que me quedara, pero aun así conservo los recuerdos de mi madre.

Han pasado dos semanas desde que Cell fue derrotado.

Mi Gohan y Trunks lo hicieron.
Fue tan rápido, tan asombroso.
Ambos lo lograron con un enorme Kame Hame Ha y Cell fue reducido a cenizas.
Tal y como sabíamos, Gohan tuvo que arder en ira para desenvolverse en el campo de batalla. Unido a Trunks, sediento de venganza y deseoso de paz, lo que hicieron esa tarde no tiene comparación.

La batalla terminó con ambos agotados y desvanecidos. Nos marchamos al Templo Sagrado para recibir la ayuda de Dende.
Ahí mismo, la Milk del futuro invocó a Shenglong.
Y pidió los dos deseos que le fueron concedidos.

El primero, revivir a todos los que fueron asesinados por Cell.
Gohan revivió, llenándola de alegría y su rostro de lágrimas. Mientras yo cargaba a mi pequeño inconsciente, ella recibía con emoción al suyo, iluminando su futuro oscurecido una vez más.

El segundo deseo, no lo ocuparía y fue cedido.
Los guerreros, con excepción de Kakarotto claro, acordaron en revivir a Vegeta.
Pero éste, llamándonos desde el más allá con ayuda de Kaio, dijo que no lo revivieran. Así como se negó la primera vez a regresar del espacio.
Nadie insistió. Él así lo quiso.
Pero aún sigo enfadada con él, no consideró a Bulma, ni a su pequeño Trunks.

Así pues, Krillin se apoderó del segundo deseo, que fue retirar la bomba que yacía en los cuerpos de los androides. Incluyendo a la que sostenía en ese momento, Número 18. Quien salió huyendo de ahí en cuanto escuchó de los labios de Ten-Shin-Han que el Número 17 había revivido también.
Krillin estuvo un poco decepcionado los siguientes días, sigue buscando a la indicada, el Maestro Roshi mencionó que después de andar con una tal Maron había olvidado todo relacionado con tener una familia. Pero sé que alguien llegará para él.

Tal y como Kakarotto me dijo esa noche, hoy mismo llevaremos una pequeña ceremonia en símbolo de un matrimonio terrícola. Es raro, y según él ya estamos casados, pero es algo que siempre deseé.
Pese a eso, no dejo de pensar en que la Milk del futuro no pudo cumplir lo mismo. Cuando le pregunté a Bulma sobre ello me respondió que no importaba, la mentalidad de la otra Milk es algo distinta, y de cualquier forma, Gohan devolverá la paz, y con ello, igual a Kakarotto y los demás guerreros, estamos todos seguros de ello.

—¿Me dejas ponerte el velo? —Pregunta el mayor al momento que se aproxima, con el velo entre las manos. Asiento con las mejillas ardiendo y flexiono las rodillas para disminuir un poco más mi altura— Cuando regresemos al futuro, obligaré a mis padres a casarse de la misma manera.

Termina de ponerme el velo y acomodar mi cabello. Subo a su altura y acaricio su mejilla con la palma de mi mano libre, sintiendo su piel bajo la tela de mis guantes.

—Sé que lo lograrás. Harás muy feliz a tu madre.

Cierra los ojos y asiente.
Moverá cielo y tierra para lograrlo, es tenaz, es fuerte, es un Saiyajin.