Lo Que Pudo Ser

•Capítulo 23: Pacto•

Vegeta

Bulma después de que admira detenidamente a Trunks no logra salir de su asombro, es como si viera el futuro, de hecho eso mismo es.

Trunks se deshace de su transformación y su cabello lila cae como cascada cubriendo sus orejas.
Me mantengo alerta, esta técnica se basa en que no debe disminuir su energía de Super Saiyan, debe aprender a controlarla.

—Madre, ¿Podrías cortarme el cabello? —Comenta con una enorme sonrisa.

Bulma ríe levemente y con un toque de nostalgia.
Entrenar con Trunks en realidad no fue difícil, conocía lo básico y un poco más gracias a Gohan.
Los estilos de pelea tampoco eran distintos, era el estilo Kame, claramente lo que Milk aprendió y pudo enseñar.

Es mi hijo, lo que en un futuro será aquel que Bulma lleva en su vientre. Me siento orgulloso, y es precisamente este orgullo lo que quiero transmitirle.

—Vegeta ¿Por qué tú cabello nunca crece a este grado? —Me pregunta Bulma.

Entreabro los labios, pero callo al saber que no tengo una respuesta para ello. Desde que tengo memoria mi cabello tiene esta forma extraña, como si la fuerza de gravedad no le afectara.

—Es porque son Saiyajines puros —Responde Milk. Está sentada en el sofá con las piernas cruzadas, en una postura un poco llamativa. Cuando nuestras miradas se cruzan rueda los ojos, sabe que estoy confundido— Kakarotto me lo dijo una vez —Desvía su mirada, esta vez hacia Bulma— Tienen una forma definida al nacer y al crecer, a diferencia de el de Gohan y Trunks, quienes son híbridos. Aunque... —Vuelve su vista hacia mí y me escanea de arriba a abajo— Vegeta, el rubio no te queda.

Su sonrisa es cínica y completamente arrogante. Me enfurece de cierta forma.
La risa de Bulma resuena en la habitación ante el comentario y pronto, la de Trunks también se une.

Y creer que tengo sangre real.

Cierro los ojos y rastreo el Ki de Milk, por alguna razón se encuentra en las montañas Paoz. No tengo idea del por qué.

—¿Te irás? —Pregunta Trunks al momento que Bulma sostiene unas tijeras sacadas de quién sabe dónde.

Asiento levemente con la cabeza. Milk rueda los ojos y Bulma sonríe, por el momento está ocupada con Trunks y no le interesa lo que yo pueda hacer.
Por mí mejor.

Coloco mis dedos en la frente y nuevamente localizo a Milk. Me concentro para teletransportarme.

***

Aparezco en la casa del abuelo Gohan.
Miro de reojo hacia abajo, en dirección a la pequeña cama en la que solía dormir cuando niño.

Las puertas están abiertas de par en par y ciertas cómodas están arregladas.
Recuerdo que la última vez que vine aquí fue hace más de seis años, y la desordené.

Me deslizo hasta salir del pequeño lugar llamando a Milk.

—¡¿Vegeta?! —Escucho a la mujer aparecer desde el costado de la casa. Cuando me mira sonríe ampliamente.

Sostiene un jarrón que ni yo recordaba que existía y un pañuelo en la cabeza, sosteniendo su cabellera negra.

—Milk, ¿Qué haces? —Muerdo mi mejilla interna al notar que hago una pregunta tonta.

—Bueno, el abuelo Gohan fue gran amigo de mi padre y mi hijo lleva su nombre en su honor —Se encoge de hombros y suspira, lanzando su vista hacia sus pies— Así que me pareció una falta de respeto que su casa estuviese así. Vine aquí para entrenar pero al encontrarme con el estado en el que estaba decidí arreglarla un poco.