Proyecto legacy: Una Pesadilla Virtual.

Revelaciones de un ser Oscuro

Capítulo 19.

Había recibido un mensaje de Wolf, diciendo que habían encontrado un atajo, en el mundo 70. ¿Es acaso eso posible?, un atajo en un juego donde tienes que sobrevivir a diferentes peligros para evitar morir en la vida real, era imposible pero Nanda y yo aun así fuimos, curiosamente solo nos querían a nosotros; Payday, Nanda, Wolf y yo, era extraño. Caminamos al portal y llegamos al mundo 70; el mundo estaba construido en un estilo colonial del siglo XIX, lo curioso es que la gente que habitaba aquel mundo de sombras, vestía y actuaba como la gente del siglo XIX, por el porte parecía un poblado ingles, aunque no estaba del todo segura, en el centro de la plaza hexagonal estaba la habitual torre o edificio el cual se usaba para cruzar al siguiente mundo de sombras, frente a las puertas de la torre estaban parados Payday y Wolf, charlando animosamente pero a la vez con un tono de seriedad en el asunto.

-Hola- saludamos Nanda y yo levantando la mano-, ¿Es enserio lo del atajo?.

-¿Qué?- dijo Max e intercambió mirada con Payday-, nosotros pensamos que ustedes eran quienes habían encontrado el atajo.

-No, nosotros recibimos el mensaje de Wolf- dije algo confundida-, no puede ser.

-¿Qué es lo que piensas?- preguntó Nanda a Karou.

-Que alguien nos trajo aquí- dije un tanto pensativa.

-No puede ser- empezó Payday mirando a la puerta de entrada-, para que nos querrían solamente a nosotros, no tiene sentido.

-Claro que lo tiene- dijo Wolf volteándola a ver-, somos los jugadores con las mejores estadísticas y puede que quien sea que nos haya traído aquí quiera asesinarnos para que nadie complete el juego.

-Entonces debemos averiguarlo- dije y me acerque a las puertas-, no perdemos nada.

-La vida quizás- bromeo Nanda.

Nos acercamos a las puertas dobles, están estabas hechas de madera, con detalles de metal enmarcando ambas puertas, no había cerraduras y por lo tanto había un par de leones en cada puerta, en la parte superior centra. Abrimos las puertas y se dejó al descubierto un pasillo oscuro iluminado únicamente por una lámpara que colgaba del techo, al final del pasillo había un circulo o plataforma de madera, este estaba completamente iluminado, ya que este reflejaba los detalles metálicos que poseía. Todos intercambiamos miradas, ninguno dijo nada, solamente preparamos las armas, Wolf iba con un rifle de asalto en mano y con una escopeta de bombero colgada en la espalda, Payday iba con un par de pistolas de cañón alargado, Nanda iba con algo parecido a un lanza cohetes, y yo iba con un rifle de asalto igual que Max. Caminamos con lentitud, con temor de que algo apareciera, sin embargo el pasillo carecía de trampillas, o cualquier peligro que representara. Cruzamos el pasillo y llegamos a la plataforma la cual estaba iluminada por algo en el techo.

-Vaya eso fue sencillo- dijo Payday aliviada-, ¿Qué sigue ahora?.

-No se muevan- dijo Nanda con lentitud.

-¿Por qué?- pregunté y voltee a ver lo que iba descendiendo del techo-, son avispas…

-No cualquier tipo de avispas- dijo Wolf un tanto alarmado-, ¡Avispas gigantes!.

Las avispas se detuvieron y se engancharon en las paredes, la plataforma de madera comenzó a subir y al mismo tiempo a girar, las avispas se preparaban para un festín, inclusive pareciera que se frotaban las patas como si estuvieran a punto de degustar un plato exquisito, nosotros preparamos nuestras armas, pero entonces un cohete salió disparado; Nanda había comenzado la guerra, algunas avispas lograron escapar del impacto del cohete, sin embargo un gran puñado de ellas no sobrevivió y estas cayeron a la plataforma explotando, mientras las demás avispas comenzaban a descender empicado, nosotros comenzamos a disparar, no obstante eso se dificultaba debido a que la plataforma giraba y el enfoque era bastante vago, las avispas atacaban a gran velocidad, la única manera de herirlas era disparándoles desde lejos, sin embargo ellas en algunos momentos eran más rápidas de manera que lograban alcanzarnos y fastidiarnos mientras disparábamos desde la plataforma; paso un largo tiempo y parecía que la plataforma no subía.