Neptuno.

1K 74 19
                                    

Capítulo 23.

Hoff, Hace, Green, Zeke, Nanda y yo, caminábamos por los relucientes pisos del mundo 49, nos dirigíamos hacía el mundo 90. Ahora solo quedaban diez mundos, no faltaba mucho para que todo acabase, sin embargo, tenemos la teoría de que los últimos diez pisos serían más difíciles que los pasados, no obstantes los mundos faltantes son de los más extraordinarios, o al menos eso decía la caja cuando me dieron el juego. Caminamos hacía el portal, al cruzarlo llegamos a una plaza hexagonal, sin embargo esta estaba sumergida en un océano, las casas, los edificios, todo estaba sumergido en aquel océano. Pero el cuarto del jefe no estaba en donde siempre, si no esta vez estaba al norte de la ciudad, en un castillo gigantesco. El castillo se veía desde la plaza, era un castillo dorado, no muy grande, pero si alto.

-¿Qué crees que haya ahí dentro?- le preguntó Hoff a Hace.

-No lo se, quizás muchas sirenas- dijo Hace con una risita.

-¿Y si esta Neptuno?- le preguntó Hoff a Hace.

-No digas nada, tú tienes la maldición de tener la estúpida razón- le dijo Hace a Hoff.

-Oigan enamorados, ¿tienen un minuto?- preguntó Green.

-Carajo Green, te lo hemos repetido cientos de veces, no somos nada, solo amigos- dijo Hace enfurecida.

-Bla bla bla- se mofo Zeke-, dicen una sarta sin sentido. Es obvio que son algo más.

-Bueno ya- dijo Nanda-, Karou, háblales del plan.

-Si, eso intento, solo que parece que los novios siguen quejándose por todo- dije mientras caminábamos por una avenida muy grande-. ¿Ya puedo hablar?.

-Si, habla- dijo Hace refunfuñando.

-Adelante- dijo Hoff más calmado.

-Bueno, lo que me dijo Max, es que cuando completo el juego en la beta, los diez niveles restantes son los niveles más complicados, aunque esta vez quizás no podamos aplicarlo- dije mientras nos acercábamos al castillo-, pero lo que si es seguro es que los mundos son más extravagantes que los demás, eso quiere decir que los que guardan la puerta son más grandes e inclusive peligrosos- dije y estábamos frente a las puertas del castillo-, el plan es atacar juntos o crear una distracción en parejas. Traten de no separarse mucho del grupo, para que cualquiera de nosotros pueda salvar al otro en caso de que estén a punto de morir. ¿Entendieron?.

-Si- dijo Green con una amplía sonrisa.

-Si- dijo Nanda.

-Si- dijo Zeke.

-Si- dijeron Hace y Hoff.

Nos acercamos a la puerta. La puerta estaba bañada en oro puro, bueno, todo el castillo lo estaba, pero eso sería un problema si tuviéramos que salir corriendo de allí. Las puertas se abrieron para dar paso a una recepción completamente grande, esta tenía tres pilares del lado derecho, y del lado izquierdo también eran tres pilares de piso a techo, en el centro de la recepción había un circulo con un tridente, y en el frente había unas escaleras que conducían a una puerta doble, y en estas estaba grabado el símbolo de la compañía Legend’s.

-Vamos- dije mientras caminaba.

Crucé aquella recepción, mis botas hacían eco –¿Cómo eso era posible?, de hecho, era muy estúpido– pensé. Subí las escaleras, espere a que los demás llegaran, al llegar empujamos las puertas, al abrirse estas dejaron al descubierto una sala dorada, las paredes completamente bañadas en oro, la habitación era más un pasillo, entramos y las puertas se cerraron de golpe. Al otro lado de la habitación las puertas se abrieron dejando entrar a un trío de sirenas hermosas; las sirenas tenían un cabello rojizo, una piel blanca, y unos pechos gigantes los cuales solo eran cubiertos por un sostén hecho a base de algas. Las sirenas comenzaron a entonar unas hermosas notas, sin embargo, para mí de pronto se me hicieron completamente desafinadas y espeluznantes, sin embargo Green, Zeke y Hoff no compartían la misma idea, ellos estaban deleitados por el cantó de las sirenas. Los tres comenzaron a caminar como si fuesen zombies, al parecer era cierto, el cantó de las sirenas es hechizante.

Proyecto legacy: Una Pesadilla Virtual.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora