Proyecto legacy: Una Pesadilla Virtual.

Zombies

Capítulo 20.

Después de aquella declaración no sabía que pensar, estaba completamente paralizado y en mi mente no dejaba de pensar en que pasaría, si él era realmente el Hacker que nos encerró aquí, quiere decir que nos hará luchar a muerte a Karou y a mí. Aunque pelemos con todas nuestras fuerzas, dejaría que me asesinara, preferiría que ella saliera a que yo lo hiciera.

Ahora caminaba con mi gremio rumbo al mundo 50, quería que entrenaran y subieran todos sus estadísticas antes de que llegáramos al último nivel, todos estaban un tanto asustados, pero esto se debía a que en el mundo 50 había zombies, y morir en aquel mundo era peor que morir en cualquier otro nivel, sin embargo ahí se encontraban los mejores ítems además de que podías subir tus estadísticas más rápido que en cualquier otra misión.

-¿Crees que sea buena idea ir?- pregunto Jail quien caminaba a mi lado-, digo, me encantan los zombies, pero ser devorado por ellos no es una idea que ame.

-Claro que lo es- dije volteándolo a ver-, de hecho Sides fue quien propuso esta misión.

-Bueno, supongo que tienes razón- dijo Jail-, ¿De qué se trata la misión?.

-Es un cementerio- dije con una pequeña sonrisa.

-¿Un cementerio?- espetó Jail asustado.

-Vamos, ¿qué acaso te da miedo?- dijo Sides quien se puso en medio de los dos-, ¿eres una niña Jail?.

-No soy una niña Sides, de hecho, aquí la niña eres tu- dijo Jail frunciendo el ceño.

-Pruébalo- retó Sides con una sonrisa mañosa.

-Bueno ya, dejen de pelear parecen niños chiquitos- dije un tanto fastidiado.

-¿Dónde esta Karou, Nanda, Payday, Green, y Zeke?- preguntó Sides.

-Dijeron que tenían algo que ver y por lo tanto me toco dirigir esta misión, aunque debo admitir que será divertido- dije y los voltee a ver-, ¿Cómo creen que sea el mundo 100?.

-No lo se, realmente jamás me he puesto a pensar en ello, pero debo apostar a que es grandioso- dijo Sides mientras meditaba las cosas-, ¿Por qué?.

-Bueno, estamos en el mundo 76 y creo que debería empezar a preocuparnos eso- dije mientras cruzaba el portal al mundo 50-, creo que llegamos señoritas.

Sides se rio en cambio Jail se enojó. Habíamos llegado al mundo 50, la ciudad no había cambiado en nada, casi no había personas y era comprensible, usualmente los jugadores evitaban este lugar por el simple hecho de que todo lo que había aquí era motivo de muerte sin contar a los fantasmas y zombies que habitaban la ciudad. Caminamos por un camino con arboles completamente demacrados y con las raíces secas y salidas, los caminos eran de una piedra morada, la ciudad siempre estaba cubierta por una espesa neblina, con una bóveda morada y una luna brillante. Caminamos hasta llegar a la entrada de un cementerio que parecía infinito, sin embargo la misión era en solitario por lo tanto al comenzar solo tendrías el escenario para ti solo. Les informe de este acontecimiento y todos aceptaron sin problema alguno, aunque cabe decir que algunos estaban nerviosos y asustados, sin embargo habían aceptado.

Entre en el cementerio y esté estaba cubierto por una densa neblina, las lapidas apenas se podían distinguir en la oscuridad, bajo mis pies había un camino de piedras grises, y en mi consola apreció el mensaje: “No pierdas de vista tu realidad”, no tenía sentido alguno esto, pero aun así seguí sin hacer caso omiso a la advertencia o lo que sea que haya sido ese mensaje. El mapa indicaba que había que encontrar el mausoleo más grande del cementerio, continúe buscando sin embargo solo encontraba lapidas, no había ningún mausoleo, pero había algo extraño en todo eso, el mapa era infinito y era un circuito, lo que quería decir que no me tenía que mover derecho, si no a los lados. Di la vuelta y comencé a caminar, sin embargo las cosas se seguían repitiendo, entonces comencé a caminar de lado –como cangrejo– pensé. Llegue a unos arbustos y me introduje en ellos, entonces lo vi; un mausoleo con una estatua de tamaño real sobre el mausoleo, avancé hasta la puerta, la cual tenía una inscripción que decía: “La muerte es el momento donde realmente conocemos quienes somos. No vivas engañado, nadie sabe quien es hasta que está apunto de morir”.