Capítulo XIII

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22 de febrero del 2015

El sonido de la cámara al capturar cada foto, era placentero, cada pequeño movimiento del lente, contrayéndose, le hacía alejarse de todo el escenario de risas y festejo.

No los había acosado, no podía transformarlos, no podía hacerle eso a Saga, no era un hombre cruel, solo le gustaba la belleza.

Pero eso no quitaba que al menos lo pensara... Su rostro estaba oculto detrás de la máquina, nadie podía ver lo que veía en realidad.

Los movimientos de sus cuerpos, de sus manos, de la forma que en rozaban o se apegaban juntando sus narices, todos esos detalles importaban, al final sí iban a salir buenas fotos. Pero las demás las guardaría, en ese lugar especial.

Kanon sí que era único, estaba sonriendo, era el mejor día de sus vida. Radamanthys, tal vez por primera vez sonreía, se mostró como un novio cariñoso y atento. Una imagen claramente bella.

Aioros, tenía otros gustos más explícitos y recordaba su escena preferida una y otra vez en su mente, cada vez que los observaba.

Un día cuando ambos llegaron para Pascuas y se quedaron en la casa de Saga. Tenía sed, se dirigió a la cocina, cerca del cuarto de huéspedes, escuchó algo...

Escuchó los más dulces sonidos a través de la puerta medio abierta.

Saga, no era la clase de hombres que les gustase ser dominados, su relación la establecieron así desde el comienzo, Aioros había leído que así podían balancear su relación y sus carácteres.

Pero esa fantasía de verlo debajo de alguien, al menos de escuchar esos gemidos tan propios de esa posición, se habían cumplido. Kanon sí le gustaba sentir el cuerpo de Radamanthys dentro suyo, y sí que lo disfrutaba...

Se quedó observándolos, a través de esa oscuridad casi cegadora que sólo permitía moldearte con los destellos de luz de la avenida y de los carros pasando.

Recordó haberse tocado ligeramente... Y justo lo estaba haciendo ahora.

Se había escapado de la recepción, con la escusa de "ir al baño". No podía controlarse, se imagino a Saga en ese momento, y pensó en el toque de su cabello...

Suave y rebelde... Y descubrió algo dentro suyo, si tal vez estos sentimientos tan fuerte que sentía por él, no le permitía hacerle daño incluso ni fantasearlo, su amor no lo permitía... Al menos si lo podia hacer con Kanon...

Daba asco, un ser tan repugnante no podía amar y no podía ser amado...

Pero Saga lo amaba.

Escuchó en su mente el sonido del cuello de Kanon romperse y el de Radamanthys...

Esa fecha era muy especial.

Moth (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora