Capítulo XXXV

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No sabía que día era, ni la hora, el tiempo se había vuelto secundario y los días pasaban al mismo tiempo que el viento soplaba...

Lunes.

Martes.

Miércoles.

Jueves.

Viernes.

Sábado.

Domingo.

A veces Aioros jugaba tratando de adivinar qué día era por como se sentía. Los lunes eran pesados, los martes extraños, miércoles melancólicos, jueves esperanzadores, viernes alegres, sábados menos solitarios y domingos nostálgicos. ¿Así debería ser, no?

El invierno llegó y se fue, la primavera igual, el verano parecía un poco más largo y el otoño, fugaz.

Dime, ¿Cuánto crees que ha pasado?

- He visto a la luna dos veces en mi habitación...

Moth (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora