DIEZ

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¿Lo volvería a ver? Había supuesto que luego de una noche como aquella, el procedimiento se seguiría y no buscaría la oportunidad para encontrarse con Jackson en alguna otra ocasión. Pero al momento de despedirse en la estación del tren, mientras observaba sus pasos caminar acompasados, el agujero pareció agigantarse. Sus párpados ganaron peso y un nudo se posicionó en su garganta.

El vehículo se detuvo entonces frente a sus rostros y Jaebum tuvo que avanzar, dejando a su compañía detrás ¿Por qué estaba siendo tan dramático? Si en realidad quería verlo de nuevo, podía llamarle, estaban en el siglo 21. Pero ¿debería llamarle? No lo había hecho antes con nadie, aunque tampoco alguna de esas aventuras había generado en él aquella mezcla de curiosidad y nostalgia ¿Y qué si era Jackson el que no quería verlo? 

Mientras esperaba que el resto de tripulantes ingresara para luego él seguirlos, pensaba en todo aquello y los amplios hombros se encogían cada vez más. Llegó a destino y terminó enfrentando al otro muchacho, quien todavía seguía allí, estático. Su cabello desarreglado por haber salido de la cama sólo hace un momento, sus agradables ojos y la mano elevada, despidiéndolo. Jaebum devolvió el gesto y siguió pensando ¿Lo volvería a ver?

-¡Nos vemos!

Escuchó entonces, y a esas palabras le siguió una sonrisa. No la lasciva de la noche anterior, sino la amigable y cálida de aquella primera vez que se encontraron. El helado espacio que se había abierto en su interior y que cargó todo el camino hacia el vagón, se llenó entonces de la misma calidez. Sí, se volverían a ver.

Y en realidad sucedió antes de lo esperado. Aquel lunes, con el inicio de otro mes, Jaebum esperaba a los primeros bebés del día, pero en su lugar la misma exuberante modelo, con su distinguido caminar y aires de realeza, apareció. El siempre profesional fotógrafo pareció por primera vez en un tiempo, sentir la emoción por los eventos a suceder.

Aquella vez fue él quien se acercó a saludar a la mujer y luego de hacerlo, miró en todas direcciones en busca de los asistentes.

-¡Im Jaebum!

La voz resonó desde la parte de atrás de la habitación e impactó en sus oídos provocando una línea helada en su columna. Se mantuvo esperando hasta que la imagen del otro se hiciera visible y se aproximara. Para el momento en que la distancia era mínima, los latidos estaban descarriados. Ni siquiera habían pasado tantos días pero aquella sonrisa le había hecho falta durante el fin de semana.

El resto de las personas en el estudio se giró y observó cómo, un muy animado Jackson se acercaba velozmente a un estático Jaebum, quien sostenía una expresión rígida. Poco sabían del escándalo interno que el muchacho sentía. Los brazos del asistente se extendieron y lo apretaron por unas milésimas de segundo, mientras algunos sorprendidos sonidos se escucharon.

-¡Tanto tiempo!

Dijo Jackson, al mismo tiempo que se despegaba del abrazo. Le guiñó un ojo y después se encaminó hacia su puesto de trabajo.

Mientras la sesión tenía lugar, Jaebum debía cambiar las lentes de su cámara o pedir que a la modelo le pusieran el siguiente vestuario, y cuando eso sucedía siempre tenía al moreno muchacho cerca, comentándole acerca de las tomas y las expresiones de su jefa. El otro muchacho parecía disfrutar de ese tipo de compañía ahora, totalmente desinteresada y fácil de llevar. Ambos sonreían animadamente, hasta el momento de seguir con su trabajo.

-¡Estamos listos, Sr. Im!

-En un segundo estoy ahí.

Avisó y se dirigió hacia la mochila sobre una de las sillas. Jackson observaba los movimientos detenidamente y atrapó con la vista el pequeño contenedor del que sacó una pastilla. Jaebum la ingirió y se posicionó en su lugar para continuar con las fotos, después.

-Por lo menos pareces tenerlo bajo control, Jaebummie.

Dijo, mientras un profundo suspiro se escapaba de su pecho.

La última vez [JackBum]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora