CUATRO

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¿Qué hacían? Metidos en otro mundo, los ojos de Jaebum todavía concentrados en Jackson y sus ondeantes movimientos, pegado a él. Consumía alcohol exageradamente, pero mantenía el equilibrio, por momentos gracias a sus brazos, que parecían tener imanes sujetos a su cuerpo, dirigiéndose a su cintura inconscientemente, hundiendo los dedos en donde la tela de su chaqueta se juntaba con su piel.

Las personas de aquella fiesta parecían saber bien qué clase de persona era Jackson y por eso se acercaban a él mientras bailaban, sumándole al clima de fiesta a su alrededor. Las copas iban a y venían y cuando luego de unos minutos se rencontró con los ojos de aquel muchacho, tuvo que detener su intercambio. Sus manos tomaron el objeto de vidrio al mismo tiempo y la electricidad recorrió la extremidad de Jaebum hasta amontonarse en su garganta. La mirada que Jackson sostenía parecía inmovilizarlo, inquietándolo. Levantó una de las cejas, indicándole que soltara su trago pero sus músculos estaban demasiado tensos para responder al pedido. El ebrio muchacho tuvo que despegar los dedos con la mano que todavía tenía libre y luego de aquello, se acercó a su rostro, pegando su boca a la oreja del sorprendido Jaebum.

-Alguno de los dos tiene que hacerlo, de otra forma no creo que lleguemos a nada.

Susurró, logrando generar una sensación que le devolvió el control sobre sus movimientos. Intentó asociar la actitud de Jackson con el alcohol, lo venía haciendo desde que lo metió en la pista, pero todo aquello iba más allá. Lo que provocaba en él no tenía nada que ver, al fin y al cabo no había tomado ni un trago. Las últimas palabras que quedaron resonando en sus oídos antes de terminar con otra copa, lo dejaron parado en medio de aquella gente bailando descontrolada. Jackson lo vio allí y tomó su cintura otra vez, pareciéndole común ya.

-¿Qué sucede? ¿No la estás pasando bien?

-No vine aquí para esto.

Dijo Jaebum.

-Seguro que no.

Le respondió el otro, estampando en su boca una media sonrisa. Por más que intentara disimularlo, parecía darse cuenta de la perturbación que su accionar generaba, por eso mantenía esa intensa mirada sobre su rostro, relamiendo sus labios. Estos gestos se intensificaban mientras más rojas se pusieran las mejillas de la persona frente a él.

-Creo que sería mejor si me fuera. Mi jefe debe estar buscándome.

Intentó escapar, despegándose de su agarre.

-Muy bien, vámonos entonces.

Contestó, para la sorpresa de Jaebum. Ya se encontraba a medio camino de salida pero instintivamente su torso se giró al escucharlo decir aquello. Todavía sosteniendo la conmocionada expresión, sintió sus dedos entrelazarse con los suyos y dirigirlo hacia la barra, donde sus cosas esperaban. No había palabras que pudiera decir para detenerlo, como un tonto, su mente se quedó en blanco. Así, tampoco pude rehusarse cuando lo vi deteniendo un taxi en la entrada del edificio, metiéndose con él y llevándolos a su casa. 

La última vez [JackBum]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora