La última vez [JackBum]

QUINCE

-¿Estás bromeando?

Debío preguntarle, asegurándose de que Jackson no hubiera perdido la cordura.

-Podría...así como también podría estar hablando en serio...

La ladina sonrisa comenzó a aparecer en el rostro del asistente y Jaebum pareció soltar junto a este gesto, todo el aire contenido tras tremenda pregunta. Las emociones en Jackson parecían ser demasiado volátiles y al fotógrafo le costaba distinguir entre las bromas y la sinceridad de sus exclamaciones.

-Sólo me pregunto por qué es tan difícil para ti aceptar que somos amigos. Tampoco te estoy pidiendo matrimonio Jaebummie.

Había terminado aceptando que lo llamara así, a pesar del escalofrío que le recorrió el cuerpo la primera vez que sucedió. En aquel momento sólo él podía alterar su nombre de esa manera, luego de su madre, por supuesto.

-¿Por qué necesitas que "esto" tenga un título? Nos conocemos, existe afecto, ¿no es eso suficiente?

Jaebum no encontraba la manera de terminar con aquel estúpido debate y poder finalmente, volver a su casa.

-No se trata de un título solamente, estamos hablando de habilitaciones.

Otro de aquellos sorpresivos cambios de expresión lo acometió. La burlona sonrisa dejó paso a una firme mirada junto a dos manos que se adelantaron para tomar las suyas, pero desistieron en el camino.

-Siendo amigos, hay cosas que se me permite hacer, así como van a existir cosas que tú vas a poder hacer.

La amistad de esa manera se hacía ver como algo demasiado complicado ¿por qué quería hacerlo así? Parecía un niño, acercándose de la nada y preguntándole si podía sentarse a su lado en el almuerzo.

"No me importa."

Le respondería Jaebum, poco interesado en tener compañía.

"Sé que estuve mal, pero ¿podrías al menos escuchar lo que tengo que decir?"

Volvería a escuchar la súplica, pero no la necesitaba. Él había tomado una decisión.

-Si aceptas esto, que somos amigos, entonces no tendré que tener alguna excusa para invitarte a casa o incluso ir a la tuya, voy a poder llamarte cuantas veces se me dé la gana. Si soy tu amigo y tú lo reconoces, entonces voy a poder quererte sin temor a que me alejes...

Jaebum estaba demasiado perdido en el recuerdo de hace siete años que atravesaba su mente y no pudo escuchar lo que Jackson tenía para decirle. Éste le notó, puesto que no hubo reacción. Sonrió amargamente, lleno de arrepentimiento.

Le dio tiempo a que se rencontraran en la realidad y mientras tanto se dedicaba a guardar en su propia memoria aquellos rasgos que no le habían permitido despegarse de él desde que lo descubrió. Lucía tan alejado de sus demonios, dejando que las líneas de vapor proveniente de su taza impactaran en su barbilla, llenando a Jackson de envidia. Quería acariciarlo, cuando aquella tibieza se apoderara de sus extremidades, cuando fuera en realidad.

El amargo líquido recorrió su garganta. Se preguntaba cuándo sería el momento adecuado para dejar de ocultarse, porque sabía que lo recordaba ¿Qué otra cosa podía haber sucedido esa noche cuando le pidió que se quedara? Esas fueron las palabras que debió escuchar y Jackson se quedaría, aunque se hubiera tenido que transformar en un simple empleado como el que pretendía ser.

Pero él...no estaba seguro ¿Acaso era peligroso? ¿Podía afectarle el verlo regresar a su vida después de tanto tiempo? No quería hacerle daño.

Lo miró, ahora inquisitivamente y dejó su café descansar sobre la mesa mientras los nervios comenzaban a crecer en su estómago. Frunció el ceño y esperó un momento más hasta que las órbitas en los ojos de Jaebum anunciaron su regreso.

-Yo...hay algo que tengo que...

Sin siquiera poder terminar su frase, observó el impacto de la taza sobre los anaranjados suelos, tiñendo las ropas de la persona enfrente con el oscuro líquido. Su corazón se escapó un latido pero no tuvo el tiempo suficiente para detenerlo. Jaebum se puso de pie inmediatamente y salió disparado hacia la calle.