¿Qué hacen aquí? Por Dios, ¿por qué ahora? En estos momentos estamos muy bien Peeta y yo.
-¿Qué haces aquí, Florence? - pregunta Peeta.
-Peeta, vine por ti -dijo Florence
-Nadie viene por nadie- dije enojada.
-Exacto, por favor retirate -dijo Peeta tratando de ser cortés.
-Catnip, los dejo solos, me voy -dice Gale mientras me da un breve abrazo.
-Seguro, adiós, Gale -digo.
-Florence, por favor -dice Peeta con los ojos cerrados.
-Necesito hablar contigo -dice.
-Esta bien -dice.
Peeta toma mi cintura y nos sentamos en la sala.
-A solas... -susurra ella.
-No, lo que quieras decirme, será frente a Katniss.
-Peeta, jugaste conmigo, ¿verdad? -susurra ella.
¿Qué? ¡Claro que no! Peeta no es así, él no juega con las mujeres.
-No, claro que no. Yo quería una amiga, y eso eres, una buena amiga, yo sólo necesitaba despejarme -dice y aprieta mi mano.
-Entonces, ¿podemos ser más que amigos?
¿Qué? ¡Hola! ¡Estoy aquí! ¡Por Dios! Que sinvergüenza.
-¡Florence! ¡No! Entiende amo a Katniss, pero podemos ser amigos -dijo y paso su mano por mi cintura.
Nos ponemos de pie.
-Florence, creo que es hora de que te vayas -hablo por fin.
-Se van a arrepentir -susurra y sale de la casa.
-¿Estás bien, Katniss? -me pregunto.
-Si, eso creo -digo y paso mis brazos por su cuerpo. Sintiendo la calidez de su cuerpo, junto al mío.
Subimos a la habitación, nos acostamos juntos, abrazados, como si no hubiera nada a nuestro alrededor.
-Peeta, gracias por quedarte a mi lado -susurro y me apego más a su pecho.
-No hay de que, ¿pero por qué tendría que irme? -pregunta.
-No lo sé, es sólo que cualquier hombre preferiría a una mujer como Florence en lugar de alguien como yo.
-Yo no, prefiero mil veces a mi chica en llamas -se acerca y me da un casto beso en los labios.
Y con ese beso nos quedamos dormidos, juntos, para siempre.
ESTÁS LEYENDO
Los juegos del hambre: Yo lo amo, él me ama, ¿cuál es el problema? (#1)
Fanfiction"Mi nombre es Katniss Everdeen. Tengo diecisiete años. Mi casa está en el Distrito 12. Estuve en Los Juegos Del Hambre. Gané junto con Peeta Mellark. Volvimos al Vasallaje de los Veinticinco. Escapé. A Peeta lo capturó el Capitolio. Le lavaron el ce...