¡Ella Es Mía! O ¿Tú Lo Eres?

Capítulo 26

Chan chan chaaaan! Penúltimo capítulo! Y la tercera parte comenzó en el cap anterior, por si no lo había dicho :3

Ya estamos en las 2k lecturas!!!!!!!!! Gracias!!!!!!!!!! Haré un especial :3 o tal vez no xD

Aviso:

Para quienes leen FanFic, la pondré en borrador, la editaré. De hecho, cuando termine esta historia, todos mis fics se editaran :3

Las partes que estén: así, es lo que vive Tatsuhisa. 

Disfruten!

3 meses después. (Octubre, 2018)

El suave roce de su mano por el cabello de Tatsuhisa era una sensación única. Había extrañado tanto tocarlo. Mamoru pasaba su mano una y otra vez por los suaves cabellos de Tatsuhisa, lo hacía con tanta delicadeza, que cualquiera pensaría que aquel hombre temía despertarlo.

Sonrió. Tal vez Tatsuhisa estuviera dormido, pero seguía vivo y eso era lo que importaba.

Se alejó un poco de la cama y le depositó un dulce beso en la frente, esperando alguna reacción ante su acto, sin embargo, eso no sucedió.

Después de que Kisho lo sacara a la fuerza de su casa, aquel rockero se quedó con él. Kisho parecía no desaparecer de su vida después de ese día, cosa que le alegraba, de cierta forma; pues fue él, quien lo hizo sonreír de nuevo, fue él, quien le dijo: vive, sin tener que hablar y fue él, quien le dio las fuerzas para estar ese día a un lado de Suzuki.

Acarició una de las mejillas del menor. Tatsuhisa parecía estar bien, durmiendo. Se veía como un ángel, el ángel más hermoso que haya visto. Derramó un par de lágrimas y susurró: —Te amo. Antes de salir del cuarto.

Taniyama se encontraba recargado en la pared frente a la puerta del cuarto de Tatsuhisa, y cuando vio a Mamoru salir del lugar, se enderezó.

— ¿Listo? —Le preguntó en voz suave.

— Si. —Mamoru esbozó una pequeña sonrisa que parecía ser de dolor.

— ¿Quieres un helado? Te invito uno.

Cuando llegaron al hogar del menor, Tatsuhisa se bajó del coche diciendo un: "gracias" cortante.

— ¡Suzuki—san! –Le llamó. El mencionado se detuvo. —Espero seamos grandes amigos.

— Si. –Contestó cortante.

— ¿Sabes? Este helado es grandioso. —Expresó gustoso Mamoru mientras comía otro poco.

Kisho rio. No recordaba que Miyano Mamoru pudiera ser tan lindo. Sonrió.

— He estado pensando sobre una cosa. —Continuó—. Le diré a Yorke que si hacemos un tour, OLDCODEX y Miyano Mamoru, en honor a Tatsu.

— Pero Tatsuhisa no está muerto. —Dijo Kisho en un tono serio.

— Lo sé, pero... ya casi es un año. —El ánimo que parecía tener, se esfumó—. Sus padres quieren desconectarlo...

A partir de ese día, Mamoru empezó a visitarlo todos los días, hablaba con él y le traía algún regalo. A veces le platicaba su día a día, como si Tatsuhisa pudiera oírlo, sin perder las esperanzas de que algún día lo volvería a tener entre sus brazos. Sin embargo, por más que quisiera estancarse en su pasado, había que seguir adelante.