Capítulo 4

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En serio estoy planeando muy bien este libro, creo :v

Disfruten!


Tatsuhisa no era el único que no le terminaba de agradar el otro. Mamoru a veces sentía que Suzuki no encajaba en el estereotipo que él tenía de una buena persona, aun así quería poder llevarse bien con Tatsu, pues las apariencias suelen engañar, y tal vez Tatsu era una gran persona en el fondo, como Yuko lo describió.

Mamo le había llamado a su novia la noche anterior, le contó como la pasó con el mejor amigo de ella, omitiendo la conversación de los pechos. Yuko le comentó que esta vez Tatsun tenía que estar a las 8:00 am en la sala de grabaciones, por lo que programó su despertador a las 4:30 am para poder prepararle la comida a su nuevo amigo.

Tal y como lo pensó, lo hizo. El cantante se despertó a la hora programada, se bañó y cambió para así poder dedicarse solo a la comida. Trató de que todo le quedase perfecto, y que fuese algo delicioso para que Tatsu comiera. Preparó el desayuno de ambos, y una par de bocadillos para el menor por si le daba hambre.

Era su día libre. Miyano quería descansar un poco, últimamente el trabajo se le servía en bandeja de oro, o sea, todo el mundo iba atrás del nuevo descubrimiento. No le importaba mucho, le gusta su trabajo, aunque ahorita no tenía la cabeza para ello. Desde ya hace varios meses, Mamoru ha estado pensando en una sola cosa: Pedirle matrimonio a Yuko. El problema es que no sabía cómo podía hacerlo, lo cual le ponía nervioso.

Mamoru terminó de preparar todo, recogió lo que ocupó y salió de su hogar.

Para llegar al departamento de Suzuki pasó una hora, ambos lugares estaban a una distancia bastante larga.

Ya enfrente de la puerta, Mamoru tragó espeso y la golpeo levemente. Pasaron varios minutos para que alguien la abriese. Tatsuhisa se encontraba en pijama todavía, su cabello parecía nido de pájaros y sus ojos señalaban que apenas había despertado.

-¿si? –Habló un Tatsun adormilado.

-Buenos días, hice el desayuno. –Mamo le sonreía de oreja a oreja. El menor parpadeo un par de veces para poder comprender que tenía enfrente de él al novio de su mejor amiga.

- ¿¡Mamoru?! –Exclamó. No podía creer que estaba ahí, y que el: "venir a cocinarte todos los días" era cierto. Definitivamente no entendía porque lo hacía.

- ¿Puedo pasar? –Suzuki se encogió de hombros. Miyano seguía viéndolo fijo. Sabía que no le agradaba, lo demostraba siempre.

-Claro. –Tatsun le abrió paso a Mamo, el cual no dudo en entrar. El cantante se dirigió a la cocina, donde sacó los trastes que utilizó el día anterior. Suzuki le ayudó a desempacar la comida, para que todo estuviera listo.

-Puedes ir a cambiarte. –Decía el mayor mientras esperaba a que el sartén se calentara un poco.

-No, esperare, así aprenderé lo mínimo para que no tengas que venir a hacer el desayuno. –El otro hombre estaba entretenido calentando lo que horas antes preparó.

Pasaron unos minutos y el desayuno ya estaba listo.

Ambos se volvieron a sentar en la sala. Comían en silencio, ninguno de los dos tenia de que hablar con el otro. Un estornudo rompió la paz que emanaba el lugar, este era procedente de Tatsuhisa.

El hombre había dormido mal la noche anterior, y al levantarse de la cama notó un ligero dolor de garganta. Aunque su voz no cambio.

-¿Estas resfriado? –Preguntó Mamo.

-No lo creo. –Dijo dándole la mínima importancia. Mamoru le sonrió y siguió comiendo. Cuando Suzuki terminó de comer, se fue directo al cuarto de baño, para poder darse uno.

Mamoru se quedó recogiendo todo. Sus parpados le pesaban, haberse levantado tan temprano no era lo suyo; así que cuando terminó de recoger, se dirigió al sofá largo que se encontraban en la habitación y se acostó en él. Sin darse cuenta de que sus parpados comenzaban a cerrarse hasta que se quedó dormido.



Los ojos del cantante empezaron a abrirse. Miró a su alrededor un poco perdido, pues por un momento se le había olvidado. Se paró un poco aturdido, notando que se encontraba tapado con una cobija, se la quitó.

El sonido de la puerta abriéndose lo alarmó. ¿Cuánto tiempo durmió?

-Bienvenido. –Habló el mayor.

-Ya despertaste. –Sonrió un poco sarcástico Tatsun, para después estornudar. Este acto alarmó al mayor, el cual se acercó el preocupado.

-¿Estas bien? –Tattsun se llevó la mano al pecho y asintió. Mamoru tocó la frente del otro, el menor estaba caliente. Mamo hizo que Tatsuhisa se acostara en el sofá mientras el traía algo con que contrarrestar la fiebre que empezaba a tener.

Y así Tatsuhisa se hallaba en acostado con una toalla en su cabeza, en realidad no se sentía tan mal, y también creía que Mamoru estaba exagerando.

-Voy a comprar algunas cosas. –Y así se fue del lugar. Suzuki se quedó solo. Mamoru estaba haciendo bastantes cosas por él, lo cual agradecía, y al mismo tiempo pensar. En realidad era una persona buena, y agradable, ahora que ya lo conocía un poco mejor. Si, él ahora era su amigo.


Mamoru llegó después de minutos.


La fiebre de Tatsuhisa bajó, y al cabo de unas horas, el rockero estaba como el día anterior.


Veían la televisión. Mamoru no se quiso ir a pesar de las constantes suplicas del otro, pues Tatsuhisa creía que su, ahora, amigo, debía descansar un poco, aun así el otro cantante permaneció ahí.

-Tatsu... -Habló el mayor. El mencionado dejo de prestarle atención al programa y lo miró. –Tú... ¿Qué pensarías si le propongo matrimonio a Yuko? –Esa pregunta termino de desmoronar el corazón del seiyuu.


¡Ella Es Mía! O ¿Tú Lo Eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora