SÓLO QUEDAN PREGUNTAS

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Estoy sentada con mi mente completamente dormida. Mi gato sentado en el televisor me mira completamente hastiado y bosteza desinteresado. No logro hilar palabra alguna, ni rima ni prosa o soneto, sólo tengo en mi cabeza un millar de porqués.

Por qué no estás.

Por qué llegaste tarde a mi despertar.

Por qué ya no te quieres quedar.

Por qué me duele el corazón cuando te pienso.

Por qué a ratos sonrío con los bellos momentos.

Por qué a ratos lloro con los mismos bellos momentos.

Por qué te dije que te fueras cuando lo que quería era que te quedaras.

Por qué guardé silencio cuando debía hablar.

Por qué demostré ser fuerte cuando por dentro me derrumbaba.

Por qué simplemente no te dije que te amaba.

Por qué esperé a que no estuvieras para entender que quiero que estés.

Dioses y Demonios en la vida de una mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora