NADA ES TAN PERFECTO

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Saboreo con la mirada tu desnudez. Destellos de luz te tocan y mis celos se asoman.

Podría comer de tus ojos café avellana, dormirme en tu boca y despertar en el cielo.

Tu piel color chocolate me tienta; me invita a probarte para saber si eres dulce o amargo. Es tanto mi apetito que no siento el cansancio y aún tengo ganas de seguir probando.

Tu anatomía me asombra y me confunde. Cómo puede ser un humano tan perfecto y bello.

Con toda calma quiero quedarme a vivir en tu espalda, alimentarme de tu vientre y amanecer atada entre tus duras y fuertes piernas.

Adoro tus orejas, están siempre atentas a la canción de mis gemidos cuando estás dentro mío.

¿Cómo es posible que seas tan perfecto y al mismo tiempo tan incompleto?

Dioses y Demonios en la vida de una mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora