Capítulo 3. Invitación Especial.

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Camila's POV

Un día más de trabajo y no es que me quejara de mi trabajo, porque me encantaba y tampoco me quejaba de mi jefa. Sonreí con picardía a mi reflejo en el espejo mientras me acomodaba la falda que había elegido. Mi cabello recién lavado aún no se secaba por lo que tuve que obligarlo, tomé el secador y lo acerqué dejando que todo el agua se evaporara. Cuando fue suficiente calor por un día, agité mi cabello con una mano y me enderecé causando que quedara de golpe en mi espalda con un estilo de película.

Lo peiné tan rápido como pude dejando que sus ondas cayeran despeinadas sobre mis hombros, tomé la camisa de mangas largas de la cama para colocármela y la abotoné mirando la hora de mi despertador sobre la cómoda de madera a un lado de mi cama. Tarde. —Pensé para mí misma y me coloqué el primer perfume que encontré en uno de los cajones de la otra cómoda. Para mi suerte todos me gustaban, tomé mi bolso y abrí la puerta de mi nueva habitación antes de darle un vistazo. Las paredes blancas recién pintadas la hacían lucir más grande de lo que es, mientras que la maderas oscura del juego de cuarto le daba una vista rústica, aún me faltaba mucho por arreglar. Cerré la puerta caminando por el pasillo frente a la habitación de Sofia cuando la pequeña salió corriendo en medias por el pasillo de madera.

—¡Kaki, ayúdame! ¡Mamá quiere obligarme a ir a la escuela! —Dijo la castaña corriendo escaleras abajo hasta que el lazo que llevaba sobre su cabeza se cayó y ella se detuvo a tomarlo, la sostuve para levantarla en mis brazos antes de darle un beso en la mejilla.

—Debemos irnos, Lauren vendrá por nosotras. —Le expliqué tratando de convencerla para que se dejara colocar los zapatos. —Sino, alguien no tendrá más regalos. —Mencioné bajándola mientras seguía caminando por las escaleras. —Será mejor que te apresures, Sofi. —Dije desde abajo y ella se cruzó de brazos haciendo un puchero. —No te funciona conmigo. —Reí y ella se sentó en un escalón para colocarse los zapatos, una vez que terminó se ató los cordones como toda una niña grande.

—Sólo porque Lauren nos llevará. —Dijo pasando a mi lado y yo volví a reír cuando mi madre bajó las escaleras camino a la cocina, nos tendió el desayuno en bolsas de papel individuales como cuando estaba pequeña y Sofia subió al sofá pegado a la ventana para abrir las cortinas.

—Eres demasiado inteligente para tu edad. —Le dijo mi madre y Sofi se giró para sonreírle. —Pronto no me dirás mamá. —La cara de drama de mi madre fue épica. —¡Nunca me vayas a llamar Sinuhe, Sofia Cabello! —Le reclamó y la pequeña vino corriendo para abrazarla mientras mi madre contenía las lágrimas y yo reí a carcajadas. —Ya suficiente fue ver a Camila crecer, no quiero que crezcas.

—Mamá... —Sofia rodó los ojos y yo arrugué la nariz con vergüenza. —Quedarme enana no es una opción, no puedes evitarlo. —Respondió y escuchamos el sonido de una bocina a las afueras de la casa, Sofia salió corriendo directo a la puerta y comenzó a saltar emocionada. —¡Llegó Lern! —Corrió hasta mí después de darle un beso a mi madre en la mejilla, tomó su bolso junto a su desayuno y me haló sin dejarme detenerme. —¡Kaki, vamos, es tarde!

—¡Creí que no querías ir! —Respondí tratando de no caerme mientras me despedía con la mano de mi madre. —Adiós. —Le dije tomando mi chaqueta del perchero, Sofi me soltó a causa de mi lentitud y abrió las rejas antes de subir al auto de Lauren. —Niños, ¿quién los entiende? —Murmuré y mi madre se acercó.

—Nadie. —Me aclaró sonriente y yo bajé los últimos escalones antes de caminar hacia las rejas, salí y las cerré antes de arrojarle un beso a mi madre. Abrí la puerta del copiloto antes de subir al auto, Lauren jugaba con Sofi piedra, papel o tijeras mientras reían por lo que sonreí cerrando la puerta.

—Buenos días. —La ojiverde me miró de arriba a abajo con esa condenada sonrisa y se acercó para abrazarme hundiendo su rostro en mi cuello, podía sentir como inhalaba el olor que desprendía mi perfume. —Me haces cosquillas. —Reí bajo sabiendo que Sofi miraba la escena.

SEDUCTION | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora