SEDUCTION | Camren

Capítulo 8. Sobornos.

N/A: ¡Finalmente pude subir un capítulo! Ya logré organizarme así que estaré actualizando más seguido. Quería comentarles que tengo una nueva dinámica para conocerlos más. El mejor comentario de cada capítulo tendrá dedicado el capítulo que le sigue. Realmente quiero saber sobre ustedes, para mí sus comentarios son tan importantes como sus votos, así que... ¿Qué les parece la historia hasta ahora? 

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Lauren's POV

Después de que Zayn Malik se despidiera, Camila y yo subimos a nuestro despacho para hacer nuestro trabajo. —¿Te parece si almorzamos juntas hoy?—Pregunté encantada y Camila formó el puchero más tierno que pudo hacer. Sonreí y le robé un beso antes de entrar en el ascensor.

  —No puedo, debo ir a clases y estoy segura de que ya voy tarde.—Dijo mirando el reloj en su muñeca. —Pero prometo compensarte cuando llegue a casa. —Sus labios se formaron en una sonrisa pícara y yo reí. La tomé de las caderas por un segundo para poder acercarla a mí y besé sus labios con lentitud, sabía que eso la volvía loca.

—Está bien, señorita Cabello. —Respondí separándome de ella con calor, sabía que si continuaba la violaría en pleno ascensor. Aunque no sonaba tan mal la idea. Recibí un golpe en el hombro de parte de Camila que me hizo volver a la realidad. Me había quedado como idiota mirándola con un gesto pervertido.

—Limpia tu baba, pervertida. —Ella me guiñó un ojo y salió del ascensor dejándome sola. Caminé con rapidez hasta poder alcanzarla.

—¿De qué hablas? —Disimulé y Camila soltó una risa tierna arrugando la nariz. —Sólo estaba pensando.

—Lo sé, pero ese pensamiento era algo pervertido y no puedes negarlo. —Me miró de reojo con picardía y la verdad tampoco quería negarlo. —Te conozco muy bien, Lauren. ¿Al menos puedo saber qué pensabas? —Me sonrojé.

—Bueno, tú ganas. —Rodé los ojos y me acerqué a su oído lentamente haciendo que la castaña dejara de caminar. —Pensaba en lo caliente que sería hacerlo en el ascensor.—Le mordí el lóbulo de la oreja y pude escuchar un dulce suspiro de su parte. Tal y como me gusta. —Pero ya es tarde, si seguimos no llegarás a tu clase.

Camila abrió los ojos espantada y casi corrió a su oficina, donde Verónica la esperaba con una sonrisa. Entré detrás de ella y noté que Vero le entregaba los planos. —Buenos días. —Saludo Vero y yo sonreí.

—Buenos días, Vero. ¿Está todo bien? —Pregunté con curiosidad al ver el plano y ella asintió.

—Camila tiene un talento para esto, sólo corregí un par de cosas tontas que después te explicaré, Mila. —La castaña asintió guardando su preciado trabajo y abrazó a Vero antes de acercarse a mí.

—Estás a cargo hoy. —Me dio un beso rápido y sonrió. —Le pediré a James que me lleve, si no estoy ahí en cinco minutos, tendré un lindo cero para presumir.

—Está bien, yo tengo una reunión con un diseñador de interiores y llamaré al camión de la mudanza. —Dejé un beso en la frente de mi novia y la acompañé hasta el ascensor. —Ah y una cosa más... —Me aseguré de que nadie estuviese viendo y cuando Camila entró al ascensor, le solté una palmada en ese hermoso trasero que se gasta.—Yo siempre estoy a cargo, Cabello.

Camila comenzó a reír y presionó el botón de bajada.—Tendremos esa discusión más tarde.—Me guiñó el ojo y las puertas se cerraron por completo. Esta mujer me iba a volver loca. Sonreí emocionada y caminé hasta mi oficina donde una Melissa impaciente ordenaba mis papeles sobre mi escritorio.