Tenía un mal presentimiento sobre eso, ese tipo de personas suelen ser muy formales por lo que se me hacía raro que el detective no contestara el teléfono. Seguía sintiéndome un poco extraña por lo Jhon, no sentía tristeza, pero era un sentimiento extraño que aparecía cada vez que pensaba en el, sin duda un sentimiento muy molesto que estoy segura que no se quitará hasta que sepa quién lo mató y por qué.
Fui a la cocina a hacerme mi desayuno, moría de hambre ya que no había comido nada. Mientras prendía la estufa y agregaba el aceite en el sartén escuché un ruido poco común en mi patio trasero, lo primero que pensé fue en un gato, ya que la zona en la que vivo hay muchos gatos callejeros. No le di importancia.
Rompí un par de huevos sobre el sartén, estos se cocinaban lentamente así que decidí ir mientras por un par de bacon, justo cuando me giré hacia mi refrigerador se escuchó otro ruido más cercano. Por lo que asomé mi cabeza fuera de la cocina para asomarme por la pequeña ventana del patio, pero no ví nada cercano. Procedí hechando los bacon con el huevo, empezaba a oler bastante bien y mi estómago rugía, sin embargo todavía le faltaba un poco para estar listo, así que mientras decidí ir escaleras arriba por un suéter, pues mi casa es un poco fría, y después volví a la cocina.
Mientras desayunaba, el asesinato de John me daba vueltas en la cabeza, ese sentimiento volvía a aparecer y yo cada vez me ponía más nerviosa. Volví a tratar de llamarle a el detective pero nada, no contestaba.
Había algo raro en esta situación que me dejaba intranquila, empecé a recordar lo que me me había dicho Jeffrey pero esa idea la descarté casi inmediatamente, era ilógico pensar que un mounstro haya hecho eso.
Me levanté de mi mesa, estaba dispuesta a tomar cartas en el asunto, salí de mi casa y, con cuidado de que nadie me viera, crucé la calle dirigiéndome a la casa de Jhon, que ahora se encontraba deshabitada. Caminé hacia la puerta, estaba cerrada obviamente pero aún así intenté abrirla, caminé hacia la puerta frontal del patio de atrás, era una débil puerta de madera, que hasta un niño podría escalarla y pasar, lo hice sin dudarlo. La puerta trasera de la casa también estaba cerrada con llave así que mi única esperanza era la puerta del sótano que daba a el patio, una puerta vieja de madera que no tenía chapa, y estaba atorada con un alambre hacia la pared.
Fue un poco difícil, pero logré desatar la puerta de su agarre con el alambre, y entré a el viejo sótano. A pesar de que era de día, el sótano se encontraba peculiarmente oscuro, así que prendí la lámpara de mi celular. El sótano no era tan grande como el de mi casa, era un poco más chico, pero este estaba lleno de cajas y de estantes con muchas cosas viejas y empolvadas, era como el típico sótano viejo de las películas de terror, por lo que mi imaginación se hecho a volar unos instantes y me ví a mí como protagonista de una escena del cine de horror, sin duda una idea ridícula que despejé unos segundos después.
Encontré las escaleras que daban a el primer piso rápidamente, y me apresuré a subirlas, ya que, aunque soy totalmente escéptica, ese lugar me ponía un poco de nervios. El lugar se veía casi normal, y digo casi por que todas las luces se encontraban apagadas exceptuando una luz que provenía de la sala, el televisor se encontraba prendido en un canal con interferencia, era algo que me ponía más de nervios que el sótano así que apagué el televisor, inmediatamente un leve sonido blanco retumbó en mis oídos, el silencio en la casa era claro y mi sentido auditivo le costaba un poco reconocer el total silencio.
Ningún apagador parecía funcionar, así que continúe con la linterna de mi celular, recorrí el pequeño piso de abajo, todo parecía estar en su lugar, nada raro exceptuando el detalle del televisor. Tenía que ir escaleras arriba, pero sinceramente, me daba miedo, pues sabía que lo que estaba buscando no estaba abajo, si no arriba. El único sonido que podía escuchar en ese momento, aparte de el sonido de mi pesada respiración, era el rechinido de las escaleras siendo pisadas por mi.
Las escaleras parecían eternas, me detuve a la mitad de estas, dudando si de verdad quería saber, pues podía encontrarme con algo inquietante que estoy segura que me va a causar más problemas en la noche, cuando intente dormir. Aún así seguí con mi camino, ya estaba ahí a solo unos pasos y ya, no podía solo regresar.
La primera habitación, la que es de la hija de Jhon, está cerrada con seguro, como siempre, y el baño se encontraba a simple vista, en buen estado, así que decidí abrir la recamara de Jhon, para mí sorpresa, está si estaba abierta, todavía dude un poco si en empujar la puerta, pero no lo pensé más y la empujé lentamente. Había algunas cosas que no estaban, pues recordaba ciertas cosas de el cuarto de Jhon que visiblemente faltaban, seguro la policía se las llevo para investigar.
Seguí recorriendo mi lámpara por todo el cuarto, y justo cuando pasó por la parte de arriba de la pared de enfrente me quedé paralizada, era un golpe, pero no parecía un golpe común, pues parecía que habían golpeado la pared con un especie de lazo muy grueso, tal vez una cadena, pues un lazo no tendría el peso suficiente para hacerle un daño a la pared de esa magnitud.
Me acerqué a la pared para poder tocar el daño en esta, sin duda había sido con algo pesado pues la marca era bastante grande y profunda.
Mi linterna se apagó de repente, mi celular se había quedado sin batería. Por un momento me dió pánico, lo acepto, pero después de unos segundos me relajé y fui a tratar de abrir las cortinas, pero las ventanas estaban tapadas por fuera por la policía, mi única esperanza era pensar que el apagador de este cuarto servía, pero no, el foco no prendía. El pánico empezó a volver, pero volví a relajarme rápidamente. Lo único que tenía que hacer era esperarme un par de minutos a que mi vista se acostumbrara la la oscuridad.
Respiré fuertemente, está situación era mucho para mí, y aunque logré controlarme, sentía que si algo más pasaba, mi pecho iba a explotar.
Cuando creí que ya podía ver un poco, caminé lentamente hacia la puerta de la habitación, pero algo me hizo detenerme en seco... Unas pisadas lentas se escuchaban en las escaleras, pensé que mi mente me estaba jugando mal, pero no, estaba segura que ese rechinido era de las escaleras, alguien las estaba subiendo.
No pienso mucho las cosas en situaciones así, reaccioné rápido y, aprovechando que estaba cerca de el baño, me metí a este, escondiendome detrás le la puerta. Trate de controlar mi respiración agitada tapandome la boca con ambas manos. Los pasos eran pesados, como los de un hombre, se escuchaban cada vez más y más cerca, estaba presa del pánico.
Los pasos se detuvieron al terminar de subir las escaleras, ahora mismo no sabía que pensar, quien podría ser, por que estaría ahí, y lo más importante, me habrá escuchado?
Estos pasos pesados se acercaban a el baño donde yo estaba, mi cuerpo temblaba y mi respiración era muy fuerte, tenía miedo. Quien sea que estaba ahí pisó la entrada del baño y se detuvo, talvez analizando el lugar, mi vista se mantenía hacia abajo, podía ver la punta de los zapatos que llevaba aquel hombre, a pesar de que no alcanzaba a ver bien, pude distinguir que eran unos zapatos tipo loafers color negro, unos zapatos muy elegantes.
Pasaron segundos eternos, a pesar de que el baño era reducido, parecía que aquel hombre no terminaba de examinarlo, pensar en que en cualquier momento buscaría detrás de la puerta, hacía que no parará de temblar. Finalmente se fué, se dió media vuelta y camino hacia la habitación principal, yo ya sabía lo que debía hacer, no me podía quedar ahi para siempre. Cuando alcance a distinguir que sus pasos se habían detenido en lo más profundo de la habitación de Jhon, salí de mi escondite y corrí escaleras abajo.
El sonido se volvió a mi respiración, no podía escuchar nadamás que mi respiración y mis fuertes pero rápidos pasos que pisaban la madera con brusquedad. Sentí como mi celular cayó desde mi bolsillo, pero no me detuve, no me importaba mi celular, tenía tanto miedo que ni siquiera me giré a verlo, seguí corriendo lo que parecía un camino interminable, mis piernas no paraban, sabía que si bajaba la velocidad, aquel hombre me alcanzaría.
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Asylum ■Jeff The Killer■
FanfictionJeffrey Woods, un asesino atrapado e internado en un psiquiátrico especial, conoce a Aissa, su psiquiatra. Jeffrey, obsesionado, es orillado a cometer ciertas locuras que nunca antes había hecho, locuras de las que se verá victima Aissa. Cosas inhum...