Asylum ■Jeff The Killer■

El destino

Deje de escuchar, ya no escuchaba a Jeffrey, ya no escuchaba a la lluvia, lo único que escuchaba era a mi  corazón latir fuertemente, la adrenalina recorría todo mi cuerpo... el tiempo parecía correr tan lento y a la vez tan rápido. Sentí como si alma quisiera saltar de mi cuerpo, como si quisiera escapar antes que yo. Mis ojos clavados en la salida así como mi mente.

Me tire al suelo para poder pasar bajo el agujero, mis antebrazos y mis piernas raspaban contra las piedras, pero no me dolía, no podía sentir nada mas que ese sentimiento que Jeffrey prendió en mi desde la primera vez que lo vi, ese sentimiento que me llevaba atormentando desde que lo conocí.

Estaba casi completamente afuera, ya casi me podia poner de pie, ya casi estaba libre, pero una fria y grande mano me tomo fuertemente del tobillo.

-AISSA!- rugió Jeffrey tal cual bestia. Trate de patalear, trate de jalonear, y a pesar de que me sostuve con todas mis fuerzas de la reja, Jeffrey me jalo hacia dentro de un solo movimiento.

-NO!- dije incrédula, estaba tan cerca y tan lejos -AYUDA!!- grite con la esperanza que algún carro se detuviera al verme agonizar.

-Nadie te escucha..- dijo Jeffrey mientras me seguia jalando del talon -Tendras que gritar mas fuerte...- dijo entre dientes mientras soltaba carcajadas de terror.

-PORFAVOR!- seguia luchando por mi escape, por mi vida, pues estaba a un solo esfuerzo de volver a vivir, tenia que ser fuerte. Jeffrey solo seguia riendo cada vez mas fuerte y espelusznante. 

-ACASO NO LO ENTIENDES???- dijo entre carcajadas -NO HAY MANERA DE QUE ESCAPES DE MI! ERES MIA!- grito tan fuerte que la lluvia se dejo de escuchar por ese instante.

-ESTAS LOCO!!- aproveche esos segundos de distracción y me gire para poder empujar a Jeffrey con uno de mis pies, y gracias a la humedad del suelo, el resbalo hacia atrás. Pero sabia que esto no me daba el tiempo suficiente para poder arrastrarme debajo de la reja, me levante y tome el palo que había aventado con anterioridad, y dispuesta a darle en la cabeza con el mismo corrí hacia Jeffrey. 

El fue mas rápido que yo, tomo el palo con el que le iba a pegar justo cuando lo tenia levantado, y con el mismo me jaloneó hacia el suelo para que yo volviera a caer. Y el, de un solo movimiento, se levanto y se puso frente mio de una manera amenazante, dejándome en claro que  yo ya había perdido de nuevo.

-Tan tonta...- dijo con dificultad para respirar, soltando grandes jadeos, se agacho en cuclillas frente mio, como si fuera una de mis pesadillas.... como si fuera a decirme aquella cosa que nunca pude oír. Cansada, me resigne a escuchar... -No puedes huir de tu destino, fuiste mía desde el día que naciste- un escalofrió recorrió todo mi cuerpo a lescuchar esas palabras. Es que acaso era cierto?

Por que? Por que empiezo a creer en eso? Es que acaso estar aquí todo este tiempo me afecto tanto? De verdad era mi destino estar aquí justo ahora? No... no puede ser cierto, en que estoy pensando? Todo este tiempo... para que? Nada de lo que creía saber ya tiene sentido! Estoy delirando? Por que no puedo ver nada? 

Tu.... El hombre de horrible rostro y de hermosos ojos, el hombre de tenebrosos pensamientos y de sentimientos puros, tu... el hombre que me aterroriza y que me fascina, el que me da y me quita, tu Jeffrey... solo hay uno, ahora lo se, el diablo es hermoso por que es el mas bello de los ángeles, y tu Jeffrey... tu eres el mismo diablo.

Jeffrey.... Jeffey Woods... que me estas haciendo? Como? No... Por favor... tengo que salir ya de aquí, no puedo aguantar esto, no pedo aguantarlo mas! Tengo que salir!

La lluvia que me pegaba en mi rostro no me permitía la mejor de las visiones, pero tenia la suficiente como para ver los pies de Jeffrey que se encontraban cerca de los míos, así que aproveche y lo hice tropezar con los mismos de nuevo... no me iba a rendir. El perdió el equilibrio pero lo que lo hizo tropezar fue la vara con la que iba a golpearlo. El cayo rodando gracias al suelo en el que se encontraba una deformidad de una pequeña montaña de tierra que bajaba hasta el otro extremo del camino, el dio un par de vueltas hacia abajo y luego se escucho un fuerte grito de dolor por parte de el. 

Yo me levante enseguida, corriendo hacia el agujero lista para huir... pero me detuve en seco, Jeffrey no me seguía y eso me extrañaba. La curiosidad pudo mas que yo, y fui a asomarme hacia donde había caído Jeffrey.

Y ahí estaba el... tirado como un animal moribundo, estaba en posición fetal dándome la espalda, no podía ver mucho por la oscuridad, pero a pesar de la fuerte lluvia, podía escuchar sus quejidos, uno detrás de otro, unos quejidos que pedían auxilio y pedían que te alejaras al mismo tiempo. Ya sabia lo que estaba pasando, era obvio... el cazador casado, atrapado por su peor enemigo... el mismo.

Tenia miedo de acercarme... pero finalmente lo hice después de unos segundos, al ver que casi no se movía. Baje la empinada con cuidado y me acerque lo suficiente como para verlo con mas claridad. Me quede ahí... mirándolo, incrédula, de vedad estaba pasando? De verdad Jeffrey había sido atrapado por una de sus trampas? Toda su pierna había sido atrapada por esta de tal forma que era imposible que se levantase. Había mucha sangre, tal vez la trampa había perforado un punto vital de su rodilla, no lo se... pero no sabia como algo así podía relajarme tanto.

-Se ve doloroso- dije después de unos segundos de forma sarcástica.

-Aissa...- dijo entre sus alaridos de dolor.

-Sabes? Tenias razón...- dije jadeando por el cansancio -Tal vez si era el destino el que me puso en tu camino, alguien tenia que poner en su lugar a "Jeffrey Woods el horrible asesino"- dije poco a poco cada vez mas fuerte, sentía cosquilleo en mis manos, estaba perdiendo el control pero... se sentía tan bien -ojala te pudieras ver... el gran asesino atrapado por su propia mano... eres un mal nacido...-

-Aissa... te amo- dijo mientras arrastraba hacia  mi una mirada azulada hecha del dolor y angustia... tal vez era la luvia, pero podía jurar que estaba llorando.

-No... alguien como tu no puede amar, esa es tu maldición- a pesar de que Jeffrey se encontraba en tan desfavorable situación, sus ojos me seguían penetrando hasta llegar a mi alma, eso fue lo que me hizo darme la vuelta y salir de una buena vez de ahí.

-NO!!- grito Jeffrey al verme partir -AISSA!!!- Sus gritos seguían poniéndome los pelos de punta... corrí a mi libertad.