Cierra los ojos

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Que es lo primero y lo ultimo que pasa por tu cabeza antes de morir? Creo que yo puedo responder esa pregunta.



Un frió húmedo en todo mi rostro me hizo abrir los ojos. Tosí con violencia mientras mi vista se aclaraba poco a poco, estaba en... mi baño?

-Menos mal no te has muerto- dijo Jeffrey en un tono burlón, mientras se agachaba hacia mi, que me encontraba totalmente desnuda en mi bañera.

-Que esta pasando?- dije débilmente mientras aun trataba de acoplarme a la realidad.

-Tu y yo, por fin, eso es lo que pasa- dijo con maldad y lujuria, una combinación peligrosa para un hombre que de por si ya es, una combinación grotesca, y terrorífica.

-Jeffrey...- dije aun débil y desconcertada -llame a la policía, llegaran pronto- mentira, ya no sabia que hacer, que decir para salvarme esta vez, al fin seria mi fin?

-Linda- dijo pasando su áspera mano en una de mis mejillas -ojala fuera cierto- lagrimas salían de mis ojos poco a poco, pero salían de un rostro inmóvil, un rostro vacío y cansado, un rostro que ya había aceptado su final.

Trate de levantarme, pero cada vez que trataba, resbalaba por la humedad del pequeño charco al fondo de mi bañera. Mareada y débil, seguía tratando, mientras Jeffrey se reía de mi triste desgracia, pero yo no paraba, en lo único que pensaba era que iba a morir, pero no podía morir sin tratar de hacer algo. Torpemente y después de varios intentos, logre salir de la bañera para caer al suelo debajo de la misma, mi mejilla estaba pegada al frió azulejo, mis rodillas ardían con el contacto del suelo y todo mi cuerpo dolía, mis ojos estaban fijos hacia arriba, mirando a mi peor pesadilla de pie a un lado mio.

-Ya no puedo...- dije finalmente -matame ya- el solo sonrió.

-Eso quieres?- dijo con sequedad, mientras se hincaba para esta mas cerca de mi rostro. Yo solo me le quede viendo, no podía responder, no quería tampoco, me le quede viendo fijamente. Su horrorosa mano acaricio mi mejilla hasta llegar a mi cabello y pasar uno de los mechones detrás de mi oreja -Si te soy sincero, siempre me pareciste atractiva, desde el primer momento que te vi- con su mirada recorría todo mi cuerpo -por eso te evitaba, sabia que acabaría mal, pero tu insististe en que nos conociéramos- seguía acariciando mi cabello -No te voy a matar nunca Aissa, como tampoco voy a dejar que te alejen de mi, oíste?-

-Estas enfermo- solté con las pocas fuerzas que tenia, canalizando toda mi furia y desprecio en solo esas dos palabras. Pero a el solo los hizo sonreír. Trate de pararme, pero mis brazos temblaban con el solo intento de empujarme hacia arriba, al final logre ponerme en una posición de 4 puntos, por lo que empece a gatear a la salida.

-Que tengo que hacer para que puedas entender?- dijo elevando un poco la voz, mientras claramente caminaba detrás mio, pero sin intentar agarrarme, pues era mas que obvio que aunque tuviera las fuerzas de levantarme y correr, el me atraparía con facilidad.

-Nada imbécil- dije con rabia, pues sabia que ya no importaba nada, usaba mi ira de motor para seguir andando, pero no fue suficiente, tan pronto me acerque a la salida de la habitación, volví a caer, me di la vuelta para tener a este sujeto cara a cara -esa es la maldición de los fenómenos como tu- dije jadeante -nunca nadie los va a entender, por eso están encerrados en lugares como los asilos- Jeffrey se acercaba caminando poco a poco, hasta quedar cerca mio, pero sin agacharse a mi -le estorban a la sociedad, son como los engranes que se descomponen en un reloj, arruinan todo el demás proceso, por eso todos esos engranes son desechados y arrumbados en un asilo- nerviosa y agotada, deje la mirada fija en Jeffrey, esperando impaciente su reacción, pues era obvio lo que quería provocar con mis últimos alientos.

Asylum    ■Jeff The Killer■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora