Pánico

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Cansada, deje mis cosas encima de mi mesa, llegaba tarde a mi casa, eran como las 11 de la noche, ni siquiera me molesté en ver la hora, pues tenía un objetivo esa noche, solo pensé en una cosa todo el día, y justo ahora iba a disipar todas las dudas que tenía de aquel tema. Prendí mi laptop, abrí Google y escribí meticulosamente cada una de sus letras "Slenderman".
Y justo como esperaba, me abrían puras páginas de gente conspiradora y fanática que solo mostraban historias tontas y fotos borrosas. Seguramente Jhon llegó a leer alguno de estos blogs.

Si embargo me topé con una página de noticias, reconocí el periódico, era el diario que la mayoría de gente leía. Mostraba el caso de un niño desaparecido en un lugar nada lejos de aquí. Seguí leyendo la nota, pero mi sangre de puso fría cuando termine de leer el artículo. Esto había pasado hace tan solo un mes. Empecé a leer los demás periódicos de este diario, por lo menos uno de cada cuatro tenía algún artículo de un niño desaparecido con las mismas referencias de los testigos, "un hombre alto con traje" decían todos. Esto estaba pasando aquí, en esa ciudad, habían cerrado hasta escuelas y yo no tenía ni idea de este caos. Según lo que leí, eran un total de 14 niños desaparecidos ya.

Decidí meterme a uno de esos foros de conspiraciones, donde me encontré con la supuesta "historia de Slenderman", que básicamente era de un hombre alto con tentáculos que secuestraba niños para intenciones no identificadas, a los testigos los mataba no sin antes torturarlos psicológicamente. Leer todo esto me parecía estúpido, pero por alguna razón, encajaba con todo lo de los diarios, algo que me hacía estremecer. Aún asi me dispuse a no creer en algo tan surreal como eso, pero eso no quitaba a que una parte de mi pensará que esa era la única explicación.

Después de un buen rato de estar leyendo, cerré mi laptop al ver que eran casi las dos de la mañana, ni siquiera cene por el simple hecho de que mi mente estaba totalmente ocupada por todo de lo que me enteré hoy, ya no tenía ganas de saber nada más de esos niños perdidos, de esa criatura extraña, ni de los posibles asesinos de Jhon, quería relajarme y dormir.

Me acosté mirando la desgastada pintura del techo, y cuando mi mente se encontraba libre de cualquier mal pensamiento, cerré los ojos. Sentí viento en mi espalda, mi ropa se alzaba hacia arriba gracias al aire que entraba a través de esta. Rápidamente abrí los ojos, me encontraba callendo hacia la oscuridad, no podía detenerme, hasta que llegue a el fondo. Mi espalda rebotó contra el suelo, cerré los ojos un instante, y al abrirlos, lo ví. El estaba inclinado hacia mi, me estaba viendo fijamente con una mirada inexpresiva y con unos ojos muy grandes y penetrantes, esos ojos que solo Jeffrey Woods tiene. Trate de huir, pero todas mis extremidades se encontraban rotas, dobladas a direcciones en las que no deberían ir. Su boca se movió, dijo algo que no pude entender, posó su mano hacia a su espalda y luego... Nada. 

(...)

Entré sin ganas a la habitación de Jeff abriendo la pesada puerta torpemente gracias a mi terrible falta de sueño, justo cuando cerré la puerta con mucho esfuerzo, escuché la voz del dueño de mis pesadillas.

-Se ve cansada doctora- dijo burlón.

-Solo no dormí bien Jeffrey, empecemos con la sesión- dije tratando de evitar su mirada, justo ahora la encontraba muy incómoda, ya que recordaba aquella escena de mi sueño, y sé que solo había sido solo eso, un sueño, más sin embargo me dejó una sensación que no puedo describir -Jeffrey- dije sentándome en una silla que estaba en una esquina, una vieja y empolvada silla -he estado tratando de evitar el tema pero necesitamos hablar de tu hermano-

-Que quieres saber de el?- dijo cambinando su compostura a una más seria.

-Yo no quiero saber nada de él, quiero saber qué es lo que tú sientes por el- Jeffrey tardó unos segundos, pero me respondió.

Asylum    ■Jeff The Killer■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora