Asylum ■Jeff The Killer■

Es cuestión de puntos de vista

Tomó alrededor de un par de minutos para que dos policías entraran a el cuarto en donde estaba encerrado Jeffrey, uno de ellos traía en la mano un plato con dulces y una soda... lo cual me dejo que pensar, por que pediría eso e ultima comida Jeffrey? 

-Disfrútalo- retumbo la bocina, uno de los policías le habló con sarcasmo a Jeffrey antes de salir y el otro se le quedo viendo unos instantes.

-Hay alguien que quiere hablar contigo Woods- dijo el policía que se había quedado en la habitación. Mi respiración se acelero inmediatamente -Terminarás de comer primero o deseas que pase de una vez?- Jeffrey levanto la mirada inmediatamente, sus ojos se encontraban hinchados y rojos, muy irritados, como si hubiera esta llorando por un largo tiempo.

-Déjala pasar- el sabia que se trataba de mi, era obvio, mi corazón empezó a latir fuertemente después de escuchar a Jeffrey hablar, y después de eso todos me voltearon a ver inmediatamente. Mark puso su mano en mi hombro y me apretó delicadamente.

-Relájate Aissa, los policías van a estar en la sala en todo momento- asentí con la cabeza y respire hondo. Me dirigí hacia a la entrada de la habitación donde estaba Jeffrey, y los policías me abrieron la puerta.

Todo parecía estar pasando en cámara lenta, la puerta se abría muy despacio y mis pasos hacia el frente se sentían como los de un caracol, mis sentidos se encontraban agudos al máximo, y la tensión crecía cada mili segundo pasado. Solo tres pasos me tomo estar dentro de la habitación, pero pareciera que recorrí un largo y angustioso camino.

Tan pronto entre a la habitación, sentí la mirada de Jeffrey sobre mi, penetrando lo mas profundo de mi alma como siempre, e intimidando cada rincón de mi cuerpo a pesar de que se encontraba lastimado y encadenado.

Me senté del otro lado de la pequeña mesa, quedando frente a frente con el, lentamente levanté la mirada, nuestros ojos chocaron, el aire se me fue por unos instantes.

-Aissa...- se trato de levantar de la mesa pero los policías lo tomaron fuertemente de los hombros, impidiendo que se levantara. Yo reaccione alejando un poco la silla. Su voz era mas débil de lo que recordaba.

-Jeffrey...- hice una pequeña pausa para tragar saliva, sentía como mi voz se fuera a quebrar, como si en cualquier instante rompiera a llorar, pero hice el esfuerzo -...hay muchas cosas que te quisiera preguntar- unas lagrimas no se contuvieron en mis ojos -pero se que no me las podrías responder...-

-Por favor... dame la oportunidad- los ojos de Jeffrey se empezaron a llenar de lagrimas, lo que provoco una sensación indescriptible en mi interior. Me quede callada unos largos y pesados segundos, pero continué.

-Por que?- dije secamente. Jeffrey se quedó callado otros segundos.

-Aissa.... sabes por que pedí dulces como ultima comida?- no respondí, me quede callada para que Jeffrey siguiera hablando -... me recuerdan a esa época en la que todo era mas fácil, cuando era tan solo un niño, tu... eres tan...- se quedó sin aire -Tan... dulce- me puse tensa inmediatamente, ahí estaba el maníaco que conocí, tratando de justificar sus perversas acciones. Hubo silencio, pasaron largos segundos, en los cuales solo se podían escuchar los pesados jadeos de Jeffrey.

-Como te sientes con esto?- dije rotundamente, pues el sentimiento de rencor y venganza empezaba a emanar lentamente de mi cuerpo.

-Ahora que estas aquí, mejor- no sabia que mas decir, Jeffrey se veía angustiado pero relajado a la vez, pareciera que no le importaba el hecho de que iba a morir muy pronto, no mostraba ninguna seña de arrepentimiento y eso me llenaba de furia al mismo tiempo -Pero... quiero saber algo antes de que muera -dijo seriamente -Como...- trago saliva -como es que saliste?- me quedé paralizada, no sabia como explicarlo, pues cuando desperté las puertas estaban abiertas.