No entres en pánico

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Mi cabeza parecía que iba a explotar, los mareos y las nauseas también me amenazaban constantemente, mi cuerpo se sentía tenso y las luces me lastimaban la mirada al pasar que abría los ojos. Hice un leve gesto con la garganta cuando trate de sentarme en lo que parecía la parte de atrás del carro de Mark, el cual se encontraba en movimiento.

-Como te sientes?- pregunto Mark después de que me sentara, todavía no podía ver muy bien, pero las luces que me deslumbraban, me decían que aun era de día.

-Que paso?- dije todavía un poco confundida.

-Primero que nada, tienes que relajarte, sinceramente empezaba a preocuparme, pues casi llegamos a tu casa y tu todavía no despertabas- entonces recordé, se sintió como si una roca gigante cayera en mi espalda repentinamente.

-La mudanza...- dije para mi misma, revisé mi celular para ver la hora, y suspiré fuertemente.

-A que hora la programaste?- pregunto Mark sin mucho interés.

-A las 3, son las 2:26, si llegamos a tiempo, no?-

-Estamos a 5 minutos de tu casa, no te preocupes, pero como te sientes?- repitió Mark.

-Bien... dije tocándome la cabeza, que ahora mismo solo me punzaba.

-Estas segura que te hará bien lo de la mudanza? Se que no quieres estar en tu casa por obvias razones pero recuerda que siempre seras bienvenida en la mía-

-Mientras Jeffrey no sepa en donde vivo todo estará bien para mi- dije un poco mas calmada, pues si bien me preocupaba que Jeffrey estuviera suelto, el no sabría a donde me voy, o no?

Nos quedamos en silencio un par de minutos antes que llegáramos a mi casa, cuando se detuvo el carro se escucho un grande suspiro por parte de Mark.

-Estas segura sobre la mudanza, por donde te vas a ir es casi puro bosque-

-Es un lugar tranquilo Mark, es lo que me hace falta, pero gracias por preocuparte- dije mientras bajaba del auto de Mark

-Necesitas ayuda?- dijo antes de volver a arrancar el coche.

-Esta bien, los de la mudanza llegaran en cualquier momento- dije un poco dudosa, lo que Mark noto.

-Mira, me quedare por aquí cerca, si necesitas algo, por muy mínimo que sea, llámame por favor- me dio una grande sonrisa que escondía preocupación.

-Gracias- le devolví la misma sonrisa falsa. Mark arranco y lo vi desaparecer al final de la calle. Di un fuerte suspiro y me adentre en mi casa.

Montañas de cajas había por todos lados, pues todos estos días me había dedicado única y exclusivamente a empacar, lista para cuando llegara el camión de mudanza, falta mas o menos media hora para eso.

Fui a la sala y me senté en mi sillón, respire hondo y mire la hora de mi celular, el cual decía 2:30 en punto. Mire a mi alrededor nerviosa, pues ningún buen recuerdo salia del tortuoso silencio de mi casa. " Relájate" pensé, solo había que esperar unos minutos mas para que todo esto terminara. Pero un estruendoso ruido en el piso de arriba me hizo saltar en mi lugar.

Agarre fuertemente mi celular, con el 9-1-1 listo para marcar, el sonido parecía haber venido de mi cuarto, mas precisamente, estaba segura que ese sonido había sido la puerta de mi recamara cerrándose fuertemente. Me quede quieta, el silencio abrumador solo me dejaba escuchar mi fuerte respiración y las intensas palpitaciones en mi oído. No sabría decir cuanto tiempo estuve ahí en mi lugar inmóvil, esperando una señal que me alertara o que me calmara, pero no se escuche ningún otro ruido, mas sin embargo yo no lograba calmarme.

Asylum    ■Jeff The Killer■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora