Asylum ■Jeff The Killer■

Futuro incierto

-Aissa...- su voz retumbaba en mi cabeza y me lastimaba el alma -Aissa... te amo...- Jeffrey se acercaba poco poco a mi.

-No... Alejate!-

-Porfavor...- no me podia mover estaba paralizada mientras que el se encontraba cada vez mas cerca mio. 

-No me hagas daño...- su rostro  se encotraba muy cerca del mio y yo no podia hacer nada, no me podia mover. Despues lo senti, sus labios pegaron delicadamente con los mios, nuestras respiracines se convinaban y sus manos sostenian mi rostro. Podia sentir el pecho de Jeffrey pegado al mio, su calor corporal me ponia cada vez mas nerviosa. Cerre los ojos, me deje llevar, despues lo deje de sentir.

-Mi linda Aissa...- esa voz no era la de Jeffrey... era la del hombre de traje, la del hombre que me libero, el hombre... sin rostro -El ya no va a hacerte daño...- abrí los ojos, pero todo era tan deslumbrante que no podía ver nada.

-Que va a pasar con el?-

-Eso ya no importa...- su voz ronca y grave se acercaba cada vez mas a mi, y a pesar de que no sentía su presencia, podría asegurar que estaba muy cerca mio.

-Quien eres...- dije respirando pesadamente.

-Ahora mismo... soy tu único amo-

Desperté sobresaltada, me dolía la cabeza fuertemente así como todo mi cuerpo. Poco a poco mis ojos se fueron acostumbrando a la luz del lugar en el que estaba, que parecía ser una sala de hospital... y  el único ahí sentado en un sillón frente mio era Mark.

-Aissa!- dijo enseguida que me desperté y se acerco a la camilla. Me puse nerviosa... de verdad había escapado?... no era un sueño.

-Donde esta Jeffrey?!- dije enseguida, era lo unico que me importaba en este momento.

-Tranquila... estas a salvo, ya lo capturaron, y me voy a asegurar de que lo condenen por hacerte esto...- Su cara demostraba una especie de preocupación y enojo. Me quede callada, aun no estaba segura de lo que estaba pasando, no estaba segura si todo esto era real, no sabia cuanto tiempo había pasado y no sabia como es que había llegado aquí.

-Quiero ir a casa- dije después de unos segundos, aun respirando rapidamente.

- E iras a casa pero antes...- dijo Mark mientas se alejaba a abrir la puerta de la habitación, dejando pasar a un hombre y a una mujer que venían vestidos de una forma muy...profesional?

-Quienes son?- no conocía a estas personas y tenia miedo de que fuera algo malo.

-Tranquila Aissa- dijo la mujer -El es el doctor August y yo la doctora Camille, venimos a ayudarte- dijo esa señora con una gran sonrisa fingida. Esto ya lo había visto antes, ya sabia de que se trataba esto, parecía que el mundo se estuviera burlando me mi.

-No...- dije con una risa nerviosa -No estoy loca... estoy bien! Mark diles que me encuentro bien, soy psiquiatra! no necesito esto...-

-Relájate Aissa- dijo Mark callándome de repente -solo quieren ver que estés bien- me acarició suavemente el cabello.

-Quieren ver que este bien?? Pues yo misma se los digo, estoy bien!! ahora váyanse!- dije exaltada, ya había tenido suficiente como para que vengan y me hagan esto. Los doctores se miraron entre si y salieron de la habitación mientras yo respiraba hondo. La puerta se cerró y Mark se acerco a mi.

-Aissa aquí nadie te va a hacer daño...-

-Cállate Mark! No me hables como si  estuviera enferma!- Me acosté dándole la espalda a Mark, trataba de asimilar todo lo ocurrido desde el inicio, desde que conocí a Jeffrey Woods, desde que mi vida tomo un rumbo distinto, todos mis planes... mis metas, bien dicen que si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes, si tan solo alguien me hubiera podido decir que las cosas iban a tomar este camino...