Prisionera por siempre

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Mi cuerpo estaba totalmente paralizado, no me podía mover ni aunque mi vida dependiera de ello, bueno.... en realidad mi vida dependía de ello.

-Jeff.....-

-Si.. me encanta que digas mi nombre...- dijo mientras agarraba fuertemente mi mandíbula y acercaba su boca a mi cuello -y mas ahora... te dije que iba a volver- mi cuerpo reacciono, hice un movimiento brusco y me logre soltar de su agarre, pero solo por unos segundos.

-Suelatame!- grité en desesperación mientras el me tomaba del cabello fuertemente llevándome escaleras arriba.

-Yo se que no quieres eso- dijo entre gruñidos. Llegamos al piso de arriba, mas específicamente a la habitación principal.

-Basta!- dije retorciéndome en el suelo, lograndome soltar de nuevo de su agarre, me levante para correr pero el me alcanzó a agarrarme de mi muñeca y me jaló con violencia hacia el quedando inmovilizada por un "abrazo" que me sujetaba ambos brazos. Al subir la mirada volví a quedarme petrificada, mi rostro estaba a menos de un centímetro del de Jeffrey, sus ojos... pegados a los míos, su respiración cansada se combinaba con la mía y nuestros pechos se encontraban tan pegados que nos costaba trabajo respirar a ambos.

-Si te mantienes en calma todo va a ser mas rápido-

-Que?.......NO!- Dije fuertemente mientras me liberaba una vez mas del hechizo que me ponía Jeffrey cada vez que lo veía, levanté mi rodilla con todas la fuerzas, haciendo que impactara con los bajos de Jeffrey, el inmediatamente me soltó y se arrodillo en el suelo con la frente recargada en el mismo, haciendo sonidos de dolor. Al mismo tiempo que Jeffrey me soltó, corrí hacia la puerta de la habitación, pero antes de que la lograra cruzar, esta se cerro en mi cara, como? No se. Empujaba la puerta con todas mis fuerzas, pero esta no se abría, era como si alguien la sostuviera por atrás. -No... vamos...- dije mientras seguía empujando, pero dejé de hacerlo cuando las luces se apagaron repentinamente, busque el apagador con mi mano pero este no prendía, lo único que escuchaba eran los quejidos de Jeffrey que, según el sonido, me indicaban que todavía se encontraba en el suelo. Guiándome por la pared, fui a una esquina de la habitación, me puse en posición fetal y trate de guardar el mayor silencio posible, pero mi respiración se empezó a alterar mas cuando escuche a Jeffrey levantarse del suelo.

-Aissa!- Gruño fuertemente Jeffrey, tapé mi boca con ambas manos, sabia que pasaría menos de un minuto para que nuestras vistas se acomodasen a la oscuridad, y eso me condenaría, si no me encuentra antes. La televisión de la habitación se prendió unos segundos después, en un canal con interferencia haciendo un sonido molesto, yo solo me hice chiquita para que la luz que está emanaba no me detectase, pero fue inútil - Ahí estás linda!- cerré mis ojos esperando una reacción violenta de Jeffrey hacia mi, pero lo único que se escuchó fue un fuerte golpe y un quejido proveniente de la garganta de Jeffrey, al abrir los ojos no ví a Jeffrey, por lo que reaccioné rápido y corrí a encerrarme en el baño con seguro lo mas rápido posible. Un par de segundos después alguien golpeaba la puerta fuertemente.

-YA DÉJAME EN PAZ JEFFREY!- grité desesperada ante la horrorosa situación. Pero de respuesta solo escuché un grito, un grito muy fuerte, un grito de dolor proveniente de el mismo Jeffrey, un grito que me erizó la piel. Después hubo un silencio rotundo. Lo único que podía escuchar era mi agitada respiración.

Pasaron segundos que después se convirtieron en minutos, y todo seguía tan silencioso. Busqué maneras de salir, pero no cabía ni por las ventanas ni por la ventilación, tenía que usar la puerta. Tomé el espejo del tocador y lo tiré al suelo para que se rompiera y así tomar el vidrio más grande como arma, no me importaba cortarme un poco la mano.

Me armé de valor, respiré hondo, y con el trozo de vidrio en la mano, abrí la puerta lentamente. Todo estaba igual, la luz apagada con la única iluminación de la tele con interferencia, solo que la mesa de centro se encontraba totalmente destruida con un hombre sobre ella, parecía que lo habían azotado contra la misma. Me acerqué lentamente, con todos mis sentidos alerta, Jeffrey estaba sangrando de su abdomen y respiraba pesadamente, sentí una sensación de alivio, pero al mismo tiempo de alerta.

Las luces se encendieron, pero no me importó, lo único que le ponía atención era el cuerpo casi inmóvil de Jeffrey sobre la ya destruida mesa de centro. No tenia idea de lo que había pasado, no sabia si tratar de escapar, o quedarme a ver el sufrimiento de aquel hombre que me había traumado tanto.

-Es tu turno- Dijo aquella profunda y gruesa voz que ya había escuchado muchas veces -Puedes matarlo si quieres, la decisión es tuya-

-No....- dije de inmediato -me volvería como el- yo estaba en todo momento con la mirada fija en Jeffrey -Tengo que llamar a la policía- dije para mi misma.

-NO!- grito aquella voz hacienda que dirá un pequeño salto -Si haces eso te voy a hacer daño...- Mi corazón se empezó a acelerar.

-Pero...-

-CALLATE!- volví a saltar -Acaso quieres causar mas dolor?-

-Yo... no se que es lo que quiero-

-Te voy a dar una pista....- algo toco mi mano suavemente, la mano con la que sostenía el afilado pedazo de vidrio que se encontraba ya algo ensangrentado con mi propia sangre -Mátalo-

-No....- mi cuerpo comenzó a temblar, sentía como si el mundo se moviera muy lento y a la vez tan rápido. Espera.... que estaba pasando? Esta tratando de jugar con mi mente? Por que tengo que matar a Jeffrey? Que quiere de mi? Quien es? No.... Acaso esto es real? -Tengo que llamar a la policía!- dije decidida. Voltee a ver mis espaldas muy rápido, me encontré con el absoluto negro del vació, nada parecía estar dentro y aun así poco a poco estaba siendo tragada por el, todo daba vueltas.... Oh no.... Acaso me he vuelto loca?

Apreté lo ojos fuertemente y desee con todas la fuerzas que tenia, por favor, despiertame de esta pesadilla.

Asylum    ■Jeff The Killer■Donde viven las historias. Descúbrelo ahora