20

2.2K 211 32
                                    




Suspiré y salí de casa, el starbucks que se refería Wyatt me quedaba a solo 5 minutos, iba un poco tarde, solo algunos minutos.

Cuando entré sentí el agradable aroma a café y sonreí por ello. Pero borré la sonrisa inmediatamente, no me encontraba nerviosa, pero vamos, aún no superaba a Wyatt, en realidad, con toda esta situación siento que mis sentimientos por él iban cada vez mas fuertes, y eso no era bueno.

Lo busqué con la mirada y estaba en una de las mesas más alejadas, de espaldas a mí. Caminé hacía el y me senté. Demonios, se veía hermoso.

El sonrío, no, no sonrías que me enamoro más.

—Que bueno que hayas decidido venir.

—¡Claro que lo haría! No te abandonaría. —Exclamé riendo.

—Ordené unos cafés, sé cual te gusta. —Dijo apuntando a los vasos del local que ni siquiera había notado. Tomé el que decía mi nombre.

—Perdón por el beso. —Soltó Wyatt sin mirarme.

—¿Por qué lo hiciste? —Pregunté, no era una pregunta estúpida, quería saber que le pasó por la mente, su novia claramente no.

—Noora, tengo mucho por decirte.

—Tengo tiempo, comienza.

—En realidad, no es mucho, es simple. —Me dijo Wyatt, se notaba nervioso, lo supe porque miraba cualquier cosa menos mis ojos.

—Solo dilo, pero mírame. —Y lo hizo, y desee no habérselo pedido, porque juro que con una sola mirada me tenía nuevamente a sus pies y odiaba eso, odiaba ser tan dependiente de Wyatt.

—Salí con Maddie solo por publicidad, te amo y nunca dejé de hacerlo, lo lamento mucho, Noora. —Me confesó Wyatt, sus palabras sin duda me habían puesto feliz.

—¿Por qué terminaste conmigo entonces? —Pregunté.

—Sabes que las cosas entre nosotros no iban bien, aparte, había firmado un contrato, solo duraba hasta que Maddie alcanzara cierta cifra de subscriptores y así.

No sabía si confesarle que aún lo amaba, por que en verdad lo hacía. A mi corta edad puedo decir con seguridad que es mi primer amor.

—También te sigo amando, Wyatt. —Confesé, total que mas daba.

El sonrío amplíamente, camino hacía mi lado y me besó, era un beso realmente tierno, transmitía cuanto nos extrañabamos, cuanto nos amábamos y cuanta falta nos hacíamos el uno del otro. Cuando comenzamos a necesitar el oxígeno nos separamos, Wyatt me sonrió ampliamente y le devolví la sonrisa.

—Vayámonos de aquí. —Dijo Wyatt, tomando mi mano y tirándome hacía afuera, al menos alcancé a agarrar mi café.

Salimos del local y caminamos, supongo, que dirección a algún parque.

—¿Lo vamos a seguir ocultando? —Le pregunté a Wyatt, me miró enojado aunque fingía.

—Claro que no, cariño, no más de esa mierda. —Respondió y me dio un beso corto.

Ahora sí las cosas funcionarían, lo sabía.

she's not me ; wyatt oleffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora