¡¡Hola!! Primero de todo muchisimas gracias a todos los que han leido y votado!! :D Este es el último capítulo ^^ ¡Espero que os haya gustado la historia! En realidad ya la había publicado hace tiempo en otra página, y cuando la terminé, por algo que puse en este último capitulo, me pidieron una segunda parte.
Si os ha gustado y quereis la segunda, pudo subirla. ^^ Pondré al final del capitulo de qué trata.
Muchas gracias por leer!! ^^
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Catorce o Quince años después…
― Te he dicho que no. ¿Cuántas veces tengo que repetirlo para que lo entiendas?
Con la mirada perdida y sin escuchar realmente lo que decían, me dediqué a disfrutar de esos minutos de paz. Tener a un montón de hormonas revoloteando a tu alrededor acababa por cansarte. Y eso que sabía de sobras qué era el cansancio…
― Pero yo quiero verlo, ¡dijiste que podría ir!
Mientras veía como la pequeña de catorce años replicaba a su madre, no podía evitar ver la expresión que Katniss hacía en esos momentos.
Cuando tuvo a la pequeña Alison, jamás creí que Katniss pudiera ser tan tierna y a la vez tan severa. Había cosas que no podía tolerar, como que salieran de casa después del atardecer, o que se quedaran a dormir en casas ajenas. Seguramente, el miedo de los juegos seguía estando allí. Siempre había tenido un pánico atroz a que nos quitaran a nuestros hijos. Que un día despertara y volvieran los juegos, y que nuestra pequeña fuese elegida. Yo también tenía miedo, pero mi miedo era diferente. Aunque mis pesadillas habían disminuido en gran medida desde que estaba con Katniss, aún tenía algún que otro ataque. Seguramente nunca se irían, del mismo modo que no se irían nunca las pesadillas de Katniss, las cuales habían regresado con mayor frecuencia desde que Alison había cumplido los once. Lo más probable era que fuese por la referencia a las cosechas y a los juegos.
― ¡Tiene razón Alison, no puedes decir ahora que no, mama!
Sin darme cuenta, Leo, nuestro hijo menor, se había unido a la discusión. Hasta ahora había estado jugando con Madge, la cual se llevaba de maravilla con el pequeño. Sin embargo, como siempre que veía a su hermanita en problemas, acudía en su ayuda. Lo cierto era que me recordaba mucho a mí. Y Alison, con su cabello oscuro atado en una coleta, era la viva imagen de su madre. Excepto por los ojos, que eran igual que los míos. Leo, por el contrario, tenía los ojos de su madre. Aunque todos decían que era mi vivo retrato.
― ¡Cariño! ¡Diles que no puede ir, que parece que yo hablo otro idioma! ―dijo Katniss a lo lejos con los brazos en jarra.
Yo sonreí y me levanté. Al parecer mi descanso había terminado.
― ¿Que no pueden qué? ―dije acercándome a ellos.
― Mama no quiere llevarnos a la ciudad. Nosotros queremos ver cómo era el Capitolio. Ahora estamos estudiándolo en clase, tengo curiosidad ―dijo Alison mirándome con esa mirada que sabe que no le puedo negar nada.
Tanto Katniss como yo sabíamos que ese día llegaría. El día en el que ellos querrían saber más sobre lo que ocurrió en el Capitolio, lo que ocurría con los juegos, lo que nos ocurrió a nosotros. Pero algo tenía claro, no podíamos ocultarlo. Si queríamos ser felices y superar lo vivido, si queríamos vivir, teníamos que afrontar aquello como algo normal. Llegaría un día que la gente miraría los libros de historia y narraría los juegos del hambre como un dato histórico más. Sin remordimientos, sin pesadillas, sin miedo. Y nosotros teníamos que aceptar que nuestros hijos serían los primeros a afrontar los hechos de ese modo.
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Los Juegos del Hambre; MI ÚLTIMO DESEO
FanfictionLa historia después de la guerra. ¡Katniss y Peeta!