Capítulo veintidós
Era la primera vez desde que llegué aquí, que despertaba en la mañana y me sentía a gusto en donde me encontraba. Se sentía bien haber cambiado de parecer, me hacía sentir una nueva persona. Se podría decir que había vuelto a ser la misma Mad de antes, nada mas que vestida del siglo XIX.
La clase de ayer había sido hermosa, aprendí mucho y hasta había recibido tarea, Xad me había dicho que si lograba hacerla me ayudaría con mi verdadera tarea—la que me resulta imposible hacer—.
Me ponía muy contenta que se propusiera en ayudarme, realmente la necesitaba, más que nada que venga de su parte, era un muy buen tutor y cada vez que me contaba algo sobre la isla, se notaba que amaba recordar lo que una vez sucedió hace muchos años, le era memorable. Estaba orgulloso de ser un habitante de este pequeño hábitat apartado del resto de la sociedad. Y yo estaba orgullosa de haber podido conocer a una persona como él. Logró refrescarme muchas cosas e hizo que me resulte interesante la historia de esta isla y de verdad que lo era.Esa mañana mientras desayunaba, Clarise se acercó a mi mesa para anunciarme que mi traje de entrenamiento ya estaba listo. Me alegró oír eso, ya me estaba sintiendo mal de seguir usando la ropa desgastada que me habían dado mientras esperaba el que me estaban haciendo. Todos tenían un traje diseñados por ellos mismos, todos diferentes, originales y expléndidos. El de Kyle era completamente espectacular porque él mismo lo había diseñado. Era de una tela brillante verde oscura y era bien pegada al cuerpo, como un traje de espía.
Lo que me gustaba de esto era que podía ser el único medio en el que la mujer podía al fin usar pantalones o faldas mas cortas de lo normal, short y entre otros. Para que sea mas cómodo conbatir.A la hora de sentarme en la mesa y tomar el lápiz y el papel mi mente estaba en blanco, no sabía como podía ser y me sentí realmente estúpida al tener tantos modelos para ver y nada que dibujar. Sin darme cuenta comencé a dibujar un traje, al finalizarlo solo noté que había dibujado el traje de Lexy y tuve que borrarlo si no quería recibir una golpiza. El de ella era brillante, genial, era era... era espectacular. Sinceramente le tenia una gran envidia. Se trataba de una falda violeta oscuro de volados, un corset hecho de armadura dorada con dibujos del mismo color, unas botas-medias largas hasta arriba de las rodillas. Y un largo guante en la mano izquierda.
Me encantaba era demasiado bellísima.
Por lo tanto, Kyle se propuso en hacerlo él mismo y no me dejó ver el dibujo en ningún momento. Tuve que entregar una carta sellada sin saber su contenido, el contenido que ahora contemplaría.
Me acerqué al espejo lentamente y quedé boquiabierta.
—Oh por dios, solo mira como te queda. ¡Te ves increíble! —gritó Kyle.El conjunto de trataba de dos telas diferentes, mitad rosa viejo y mitad blanco, tenía unos dibujos en color dorado y un cinturón. Unas botas con tacón blancas hasta arriba de las rodillas blancas. Unos largos guantes blancos que en las puntas de los dedos tenian detalles de armadura dorada, que por una extraña razón tenía las yemas de los dedos al descubierto. Peeero, había un pequeño detalle...
ESTÁS LEYENDO
El Reino Hatlas -En edición #RedQueenAwards
خيال (فانتازيا)★~•~★ Maddie Rymondfield, es una persona común y corriente como cualquier otra chica de preparatoria. En su décimo año de estudios, comienza a experimentar una muy fea sensación en su cuerpo, como náuseas, pérdida de sangre en sus orificios nasale...