Capítulo cuatro

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A medida que pasaban los minutos, recordando que en una hora estarían de vuelta a clases, Sara y Mark paseaban por los alrededores del instituto, todos los miraban extraños debido a que ellos no hablaban con nadie eran como un par de desconocidos para el resto de los estudiantes.

Sara cargaba con ella una mariposa la cual veía y veía con mucha atención, mariposa que tomo de una de las plantas floreales, Mark solo la miraba tratando de entender la situación ella se veía muy alegre y divertida con esas expresiones y manera de hablarle a la mariposa como si esta le fuese a contestar o es que si ya no lo estaba haciendo mentalmente.

—Me encantan las mariposas, es mi especie favorita. Al fin destacó Sara.

Mark se encogió de hombros observado tanta ternura en una sola persona, era, increíble. Mark sentía que no debía decir nada aún, esperaba a que Sara siguiera contándole sobre su fascinación por las mariposas, pero Sara dio media vuelta volviéndose hacia Mark trancándole el paso dejándolo inmóvil, sin respiración, totalmente nervioso, sus labios iban ser devorados por el mismo ya que tenía esa manía de morder su labio inferior cada vez que tenia pena, nervio o miedo, la distancia que tomó Sara fue considerable tanto como para dejar a Mark en un mundo imaginario por 5 segundos en el cual se preguntaba ¿Que iba a pasar? ¿Si lo besaría? O ¿El tendría que besarla? Se destinó a quedarse inmóvil y dejar que pasara lo que tenga que pasar aunque mentalmente también estaba otro pensamiento es demasiado pronto, así no funcionará. Sara se le queda mirando y con su mano libre toma la mano de Mark colocándole la mariposa.

—Sabes, no he hecho alguna investigación de mariposas pero me encantan, yo me identifico con ella. Añade Sara tiernamente.

— ¿En qué sentido te refieres? Me refiero, la identificación. Pregunta Mark.

—En que ellas son libres, libres de hacer lo que quieran, todos deberíamos sentirnos identificados, todos deberíamos ser libres, a mi me faltan son las alas para ser completamente libre, hacer lo que me plazca, mentalmente hago lo que quiero, pero la realidad si estoy corta de libertad por mi familia pero quiero ser libre y ellas me hacen sentir así, quisiera que alguien también lo lograra en mi, hacerme sentir libre. Suelta una hermosa y no tan ordinaria carcajada mientras Mark se la queda mirando encontrando las palabras adecuadas.

—No sé, ser libres a veces también es malo, puede que venga alguien o algo y te corte las alas de un tirón por no tener la seguridad necesaria, la protección o la atención. Opina Mark un tanto calmado dando a sospechar a Sara que algo no anda bien.

—Espera un momento, yo hablo de ser libres en el sentido que los padres nos dejen en paz, de que traten de entender que la sobreprotección es dañina, aunque también en el sentido de que puedes hacer lo que quieras sin estar preocupado de las etiquetas, criticas, a la final todos moriremos y todos iremos a dar al mismo destino, la tumba.

—Yo sé, también me refiero a eso, pero a veces tener unos padres que se preocupen por ti es... sería. Hermoso. Responde Mark sumido en su tristeza interna, dejando notar una leve sonrisa.

— ¿Sería? El acaba de decir, sería. Piensa Sara.

Sara se encontraba confundida, ella hablaba sobre que los padres deberían ser más flexibles, dejar la sobreprotección y Mark que tenían que protegernos, que sería hermoso pero al parecer a él no le pasaba, ya no hallaba que pensar pero si de algo estaba segura era de que no quería preguntar por pensar si era imprudente o no, Sara toda su vida desde que tiene uso de razón ha desarrollado un don de estudiar a las personas que la rodean que con solo hablar con esa persona ya podría notar si miente, si esta triste o si trata de ocultarlo, Mark, lo desarrollaba mejor que ella, y él desde la primera vez que la vio se dio cuenta que ella sonreía por sonreí, que no le mostraba al mundo su verdadero rostro, él sabía que estaba envuelta en una profunda tristeza incluso más fuerte que la de el mismo Sara se acababa de dar cuenta que Mark estaba viviendo en una tristeza asfixiante pero quería que el mismo se lo dijera o ella tendría que contar su historia a ver si él hablaba. Mark, es un chico callado, extremadamente callado no le gusta demostrar sentimiento alguno, no le gusta hablar tanto, es una persona por llamarlo de algún modo, asocial, no revela sus pensamientos, una persona muy cerrada, lo cual siempre le trae problemas en una relación puesto a que siempre las chicas piensan mal de él, piensan en desconfianza, en que no comparte sus cosas y ese tipo de cosas. Sara se estaba dando cuenta el tipo de persona que es Mark pero, aun de algún modo estaba sintiendo algo por él, lo quería a él.

No sé dañarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora