No sé dañar

Capítulo nueve

Elizabeth se encontraba sentada en su escritorio observando a los alumnos mientras ellos realizaban unos ejercicios notando de este modo la ausencia de Sara y Mark, justamente los dos habían faltado a su clase cosa que no hacían jamás pero por alguna razón había pasado.

Ya eran las 6:30 pm ya se regresaban a sus casas, la tarde tomaba sus amables colores cálidos, los azulejos comenzaban a realizar sus últimos desfiles aéreos junto a los demás pájaros coloridos por el día, las nubes se unía a las demás contemplando la retirada del sol y esperando la llegada de la luna, una vez estando en la puerta de la casa de Sara, tomados de la mano y mirándose fijamente sale Sandy y se los queda mirando con las manos tomadas lo cual la situación hace que sus manos se separen de inmediato, Sandy no muestra ningún indicio de enfado o negación, Sara los presenta, y Mark tímidamente luego se retira caminando rápidamente, Sara entra a su casa después que su mamá, Sandy le entrega el libro prometido luego Sara hace un impulso para explicar lo que acaba de ver su mamá y ella le regala un gento de silencio muy tiernamente, Sara asiente y le da las gracias a Sandy por el libro, formándose en ella un inmensa sonrisa.

—Sabes, te he conocido varias novias la cual no me han gustado para nada y te lo he dicho, te insistí demasiado con esa chica la tal Mary de que te alejaras de ella porque no era de fiar, se le notaba lo mala persona que era, Ana me engañó, porque pensé que era buena persona pero resultó ser pues, horrible, y ahora te digo, esa chica, la que estás viendo ahora ella me inspira muy buena espina, se le nota que le gustas mucho y, se le nota lo buena persona que es, ojala no me engañe también pero creo que es buena persona. Opina la mamá de Mark.

Mark se encontraba confundido, el no había hablado de Sara con nadie, como era posible que la mamá supiera algo sobre ella, el solo observaba a su madre hablar.

—No entiendo como sabes de ella Mamá. Resalta Mark.

—Una vez tomé tu taza de café para lavártela y me fijé en el fondo, y allí se veía una chica que estaba pendiente de ti, que estaba atenta a que nada te pasara y que quería acercarse a ti, y por todas partes se le notaba sus buenas intenciones, se que nunca has creído en esto. Hoy fui de compra y desde lejos te vi con esa chica en la plaza, la del cabello corto, solo te voy a asegurar una cosa, ella es la chica de tu tasa, pero no será fácil.

Sin decir más nada, Maribel se aleja despacio del lugar que se encuentra con Mark dejándolo en un mar de confusiones pero sin duda también lleno de felicidad.

¡Corre! ¡Corre! Sandy grita desde un espacio lejano de la casa. El incendio se propaga muy rápido, todas las personas intentan reunirse con cubos de arena y agua para apagar el masivo incendio, Sara llora descontroladamente, trata de salir de la casa pero al mismo tiempo busca a sus padres y su hermano, todo se derrumba poco a poco obstaculizando así cada salida para salvarse junto a su familia pero sin ellos no saldría sin importar lo que gritase su madre, desde afuera los vecinos corren descontroladamente por mas arena y agua, llaman a los bomberos, cuarto por cuarto, y no encuentra ni a su hermano, solo escuchan sus gritos desesperantes, ya había tratado de recorrer toda la casa en busca de su familia para salir todos, los gritos dejan de escucharse, Sara pensó que ya habían salido. A continuación trata de buscar la puerta para salir, su pijama se quema a los lados trata de apagarlo, luego corre sin parar y desviando los escombros que caen, se detiene un momento mirando para todos lados buscando espacios que no tengan fuego, y ya una vez vista la puerta sin mucho fuego sale disparada para salir pero se resbala y cae de plano, se golpea la cabeza quedando así unos segundos inconsciente, luego que volvió en si trata de levantarse pero todo se torna borroso debido al golpe, intenta correr de nuevo ya que si seguía allí quedaría atrapada y moriría quemada, sale corriendo y se detiene, la puerta se abre sola. Sara queda completamente hundida en su asombro por un momento olvido la tragedia que estaba ocurriendo, sus ojos empezaron a envolverse en una tormenta de lagrimas por ver lo que estaba viendo en la puerta.