El día llegó y la tormenta bajó a beber agua del rio, dejando a la vez un poco de su encanto para dejarlo un poco mas lleno acompañando al amanecer para no dejar que anduviera por las calles desolada rebotando contra los arboles y los techos de las casas dejando a los rayos de luz en un descanso intenso.
-Sonido de alarma-
Sara se retuerce en la cama tratando de afrontar el sonido de la alarma que le gritaba que despertara que su día había comenzado, entre sabanas ella quería seguir durmiendo pero cuando hubo visto la alarma y dar por visto que eran las 5:30 am de un plomazo se levanto quedando sentada para tratar de esperar a incorporarse y su cuerpo se adaptar a la acción que había tomado para así no marearse y desvanecer su cuerpo, ya estando en buen ritmo, se levanta y toma el libro Los juegos del hambre y decide que leerá solo una hoja juzgando que el tiempo estaría en su contra, se levanta dirigiéndose al baño, el espejo le regala un reflejo muy alocado y disparatado, se quita la ropa y rápidamente se adentra a la regadera luchando con tan agujas afiladas que serian las gotas frías que recorrían todo su cuerpo, echó la cabeza hacia atrás para que le cayeran en el rostro y se iniciara una guerra entre el agua y la sensación de sueño mientras pensaba que se iba a poner de ropa, tendría una especie de cita con Mark era lo que pensaba debía lucir fantástica.
Sandy por otra parte estaba completamente segura que su hija estaba rendida puesto a que eran las 5 casi las 6 am en lo que se dispuso a hacer café para animar su cuerpo adormecido.
Sara rebuscaba en su closet pero no encontraba lo adecuado, no era igual ni en lo más mínimo por que anteriormente se colocaba lo primero que encontraba pero en este momento no quería eso, en proceso no podía dejar de pensar en el sueño, ese sueño donde su vida era Mark, donde sus vidas estaban enlazadas para siempre, su unión era una alegre conspiración de la vida misma pero era eso, un sueño. De momento pensaba que ojalá los sueños fuesen una realidad pero no, no son realidad, pero, pueden llegar a cumplirse.
—Listo, ya estoy lista. Dice Sara.
Sara sale disparada como una bala desesperada, Sandy queda impactada por la hora y no comer, le regala un hermoso y desenfrenado beso en la mejilla.
—Adiós mamá debo apresurarme, te hablo al llegar a casa.
Sara sale como un cometa llevándose todo a su paso, Sandy queda impresionada no le dio tiempo a nada ni a titubear, no se explicaba por qué tan temprano por qué tan apresurada, se preguntaba si el muchacho de quien le habló anoche era el motivo de su felicidad en el rostro y de su maquillaje y buen vestir, el mismo que hizo que llegara tarde anoche, pero no podía dejar de lado su felicidad al ver que su hija ya estaba sonriendo de nuevo y volviendo nacer, tal vez ese muchacho era la diferencia.
Mark ya estaba afuera después de que la lluvia fuese a descansar en las nubes de nuevo sentado esperando a Sara, mirando cómo se asomaba el amanecer presumiendo sus nuevos colores llamativos con tanta cautela para no despertar de un solo golpe a una parte del mundo, los pájaros ya comenzaban a salir y regalar grandiosos cantos, los fotones del sol comenzaban a chocar contra las hojas de los arboles regalándoles fuerzas y vitalidad, Mark siempre estuvo interesado en el universo le encantaba todo aquello relacionado con ello, mientras pensaba en como seria su vida junto a Sara, no quería ilusionarse pero es su naturaleza y contra eso no puede, cuando le gusta alguien de verdad simplemente se ilusiona con lo mínimo y muy mal que le ha ido por ello, pero piensa, esta vez será distinto, ella es distinta es fuerte eso quiere creer y algo le dice que debería estar completamente seguro de eso.
—Ho..Hola, buenos días.
Era la voz de Sara, sacando a Mark de sus pensamientos sobre qué le diría, Mark se vuelve hacia ella quedando totalmente impresionado y enormemente alucinado por su belleza, su encanto y lo bella que se veía, Sara llevaba un pantalón tipo de vestir de rayas muy pegado y una blusa un poco escotada rosada, sus labios pintados de un marrón algo oscuro, un maquillaje muy bien supervisado, Mark se levanta de inmediato mirándola fijamente a los ojos, luego de haberla mirado de pieza cabeza detallando cada parte de su cuerpo y su encanto.
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No sé dañar
Teen Fiction-Ganadora de los premios Shadow Awards como mejor portada- -Ganadora de los primos GOD2018 como mejor trama- Mark un chico un tanto callado, desolado, siempre había soñado con un gran amor. Sara es el reflejo de Mark. Son casi parecidos, viven en un...