Los cambios ocurren lentamente, tan lentamente que no lo notamos hasta que deja secuelas permanentes.
Graham no sabía esto.
Mientras escuchaba Still Ill de The Smiths recostado sobre su cama no se dio cuenta de lo muy cuerdo y sabio que se había mostrado en un comienzo, ni de como poco a poco la obsesión de las letras de Morrissey invadía sus oídos. Solo se dio cuenta de el gran cambio que había atravesado la música del excéntrico se volvieron un sin sentido de oraciones.
"Eso a lo que le llaman amor ¿Existe?
Yo solo puedo verlo en un hombre"
Nada parecía tener sentido, fue entonces que casi como si el rubio hubiese leídos sus pensamientos, su teléfono comenzó a sonar, y no era una llamada cualquiera... era una llamada de Damon Albarn.
- ¡Dan Abnormal! -saludó con cierto entusiasmo.
- ¡Dan Abnormal! -repitió- no parece un apodo muy normal, pero me gusta -Graham pudo casi jurar que estaba sonriendo.
- ¿Casi tanto como la Nutella? -intentó bromear.
- Casi tanto como tú -agregó- pero no planeaba decir eso porque no sonaría muy romántico.
Graham simplemente se echó a reír nerviosamente.
Habían pasado 2 meses luego de lo sucedido en el departamento de Damon, y aunque cualquiera había creído, al escuchar las conversaciones que habían mantenido, que las cosas cambiarían, pero ese no fue el caso.
No habían vuelto a tocar sus labios en dos semanas, y tampoco habían tenido peleas sin sentido. Damon no había avanzado mucho con las fotos de Graham, pues siempre terminaban distrayéndose cinco minutos después de empezar, y los motivos de sus distracciones eran siempre tan estúpidas que cualquiera habría rodado los ojos al escucharlos.
- ¿Podemos hablar de lo demente que estaba Bowie? -cuestionó con una sonrisa- puedo jurar que hace un rato estaba alucinando...
- Es de lo único que hemos hablado durante estas dos semanas -reconoció.
- Tienes razón -se negó algo alto, Viv estaba dormida en parte de arriba de la litera y no quería despertarla. Era de noche y sus padres adoptivos dormían-. Esta bien, lo siento, ¿de qué quieres hablar?
- Mañana iré al local a recogerte... y tal vez pueda besarte, créeme que estoy desesperado.
Graham debía admitir que también lo estaba, pero el momento nunca parecía ser el indicado.
- Esta bien, te esperaré a las cinco.
- En realidad quería ir antes. Al mediodía, si es posible... Quiero hacer unas fotos de ti mientras tatuas a otras personas solo por el hecho de que me gustas tanto que quiero llenar mi departamento con fotos de tu rostro.
Sobre la cama, Graham se sonrojó.
- Miles... Él no... él... -titubeo- no te dejará hacerlo...
- Si lo hará, mi madre es dueña de una famosa empresa y toda esa mierda, así que no se negará porque el dinero es poder y lo sabes.
- ¿Sabes que eso de que tu madre sea una rica empresaria se escucha muy propio de cualquier novela romántica?
- Lo sé -afirmó- pero estoy seguro de que en esas novelas el protagonista no es tan atractivo como yo, además, soy hombre, así que eso cambia la historia.
- Exacto. Pero tal vez deberías darle una oportunidad a fotografiar a chicas, créeme que ganarás más dinero con eso.
- No, gracias. Prefiero fotografiar la desnudez de tatuadores guapos como tú.