Al quinto mes alguien más murió.
Se acercaba la navidad y las típicas compras navideñas comenzaron, la tienda de tatuajes ahora estaba decorada con un montón de luces, copos de nieve falsos y un pequeño árbol con calaveras colgando, y una máquina de tatuajes donde debería haber estado la estrella.
Ese día Graham tatuó una hermosa flor en el pecho de una sobreviviente de la anorexia, y luego fue a hablar con Brett debido a la escazes de trabajo.
- ¿Viv te ha enviado de nuevo a vigilarme? -bromeó el pelinegro el cual estaba limpiando su puesto de trabajo.
Digamos que luego de lo sucedido, se llevaban como si nunca hubiesen discutido tan fríamente como la última vez, y ahora con ocho meses de embarazo, Viv se había vuelto algo... posesiva.
- No -contestó Graham-, pero deberías tener cuidado con Patsy, recibió la orden de patearte el trasero si levantas la mirada de este mostrador.
El chico alto rió.
- Es una niña -contó Brett con felicidad-. ¡La bebé es una niña, Graham!
- ¿Enserio? -Graham no evitó en alegrarse-. Pensé que Viv no quería saber cual era el sexo del bebé.
- Pues ayer se lo pidió al doctor y al llegar a casa comenzó a golpearme porque permití que el doctor lo dijera.
- ¿Sus cambios de humor nuevamente?
- Así parece -afirmó con una sonrisa- ¿Sabes como tengo la espalda? Jamás pense que un estúpido zapato pudiera hacerme tanto daño.
Graham sonrió ante esto.
- ¿Ya saben cual será su nombre?
- No, pero...
- ¿Pero?
- Nada, es solo que cree Viv cree que tiene el nombre perfecto para ella y...
- ¿Cuál?
- Florence. No me preguntes de donde lo sacó porque yo no tengo la menor idea, pero ella quiere llamarla así, y tengo miedo de sus cambios de humor, porque tal vez termine colocándole ese nombre y termine llorando solo porque realmente quería llamarle Elizabeth.
- Te recuerdo que estás hablando de mi hermana -advirtió Coxon burlonamente.
- Lo sé, es solo que... tengo la novia más extraña del mundo.
Graham rió ante su observación.
- ¿Estas llamando a Viv extraña? Se nota que no conoces Damon.
***
Damon no apareció a la hora de siempre, pero Graham no le dio importancia, tenía días sin aparecer a esa hora porque estaba terminando las fotos de un modelo con cicatrices, y además, digamos que Damon no era un gran fan de la época navideña y todo lo que tuviese que ver con ella.
A las dos Brett llevó a un chico a su puesto de trabajo, se presentó ante él como Noel. Tenía ojos azules, de piel pálida y el cabello castaño y corto, Graham pensó que era atractivo, pero que lo fuera no significaba el comienzo de un triangulo amoroso que destrozaría la relación poco después, Graham solo estaba admitiendo que lo era.
Noel le dijo que quería un tatuaje en su muñeca con el nombre de su madre, le contó de su vida como administrador en un club de música y de las razones por las cuales la consideraba su mayor inspiración.
Graham escuchó atentamente, sonriendo de vez en cuando, el chico también le sonreía.
El tatuador estaba terminando de colocarse sus guantes de látex negro cuando Brett apareció.