Capítulo 21

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Al sexto mes la hija de Viv y Brett nació.

Damon había vuelto el día anterior de su viaje a las montañas, pero Graham no había tenido la oportunidad de verlo. Ese día, sin embargo, habían acordado que Graham acompañaría a Damon y a su madre a una revisión médica de rutina, era domingo, lo cual significaba que era su día libre.

Se vistió con sus típicos pantalones más abajo del coxis y se puso una polera con el rostro de Tupac Shakur, su artista favorito del momento.

- ¿Donde vas? -preguntó Patricia mientras tejía un chaleco sentada en su sillón favorito.

- Saldré con Damon, su madre tiene una cita con el médico y los acompañaré.

- Eso quiere decir que su madre te conoce pero yo no a su hijo -dijo celosa.

- Patricia, te prometo que lo conocerás pronto -aseguró Graham a pesar de que llevaba diciéndole eso hace ya mucho tiempo.

- ¿Es verdad lo que dijo Viv? Ya sabes, lo de las heridas.

- Lo es -asintió, no podía mentirle a ella-. Pero sus heridas no lo hacen una mala persona, él es la persona más increíble de este mundo que he conocido, solo está algo roto.

La mujer soltó un suspiro.

- ¿Cuánto es "algo", Graham?

- Patricia, no tengo tiempo para esto -dijo en cuanto la conversación comenzó a revolverle el estómago.

Se encaminó hasta la puerta y se giró ligeramente al escuchar la voz de su madre por detrás, quien también había dejado el tejido que estaba haciendo para su nieta.

- Intenta no romperte tu también, ¿de acuerdo?

- De acuerdo.

***

Damon lo estaba esperando a las afueras de su casa con un cigarrillo en la boca recostado en su auto, llevaba una holgada playera negra y pantalones casi a juego.

- ¿Alguna vez te dije que tengo el novio más hermoso del mundo? -fue lo primero que dijo Albarn en cuanto Graham se acercó a él, habían pasado semanas luego de la última vez.

- Es posible -contestó el menor con una tímida sonrisa antes de abrir la puerta del copiloto, no sin antes los labios de Damon lo detuvieran en seco.

No sabían a los labios que recordaba, esos labios estaban llenos de humo y un sentimiento que no pudo detectar con exactitud.

- Eres precioso, Grem -murmuró el rubio en cuanto se separaron para recobrar el aliento, apartándole un cabello del rostro, el olor del cigarrillo consumiéndose entre sus dedos comenzó a incomodar a Graham pero no dijo nada-. Te extrañé mucho -y el suspiro que el chico dejó salir de sus labios le hizo preguntarse si no se habían visto en semanas o en años.

- También te extrañé -aceptó Coxon abrazándose a su cintura y escondiendo su pálido rostro en su cuello, buscando en este el agradable aroma a vainilla impreso en su piel.

Al encontrarse el marrón con el azul, el dragón seguía viendo el unicornio que tanto amaba.

- Y también te amo -agregó Damon mirándolo fijamente a los ojos-. Te amo demasiado, amor, no sabes cuánto lo hago.

El chico del tatuaje; gramon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora