Serie 1.
Por un error, más bien, por una tontería Manoban Lalisa queda a merced de Jeon Jungkook.
¿Qué le deparará el destino a la inocente Lisa?
DARK LOVE - DRAMA - ROMANCE
"LIZKOOK"
||L I S K O O K||
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Sin darle tiempo para protestas innecesarias, (porque vio como Lisa estaba a punto de quejarse) Jungkook la tomó por la base del cuello para depositar sobre sus labios un beso duro.
Seduciendo a la peli castaña a través de su experiencia; le hizo abrir su pequeña y caliente boca para que toda su lengua tuviera el acceso hasta lo profundo de su cavidad. Ella gemía resistiéndose y tratando desesperadamente separarse de él, pero eso solamente sirvió para encender como fuego en un bosque seco las intenciones peligrosas que tenía sobre Lisa y sobre todo su malditamente exquisito cuerpo.
Cuando su lengua hizo el trabajo, el cuerpo de Lisa empezó a estar más dispuesto y receptivo para él.
Jungkook chupó la lengua de Lisa envolviendo sus salivas en el proceso. Ya nada importaba, era muy sucia la forma en que la estaba besando pero él solo quería comerse y violar esa pequeña boca que le hacía perder el juicio.
— Jung... —
Lisa gimió y eso le dio más acceso a Jungkook de explorar cada ángulo de su boca.
Estaba empezando a sentir como el cuerpo de Lisa temblaba bajo sus manos. Ella estaba tratando de seguir su ritmo pero Jungkook podía apostar lo mareada que estaba sintiéndose, sabía que a Lisa le estaba costando respirar.
Sería bueno y considerado con ella y le daría una tregua a su boca, pero él no siempre actuaba como un chico bueno, así que sin avisar, atacó la piel blanca de su tentador y esbelto cuello.
Lisa se derritió con su toque.
Y Jungkook sonrió contra su cuello al saber todo lo que estaba provocando en ella, su hombría creció. Los altos gemidos de Lisa estaban envolviendo la habitación.
Ella lloraba como canto de sirena y estaba dispuesto a seguir escuchando tal melodía embrujada.
Bajó sus labios con la velocidad y destreza que siempre le hacían sentir muy orgulloso. Lisa apenas podía respirar cuando empezó a besar desde la curvatura de su cuello hasta detrás de sus orejas.
Dejó un soplido maligno allí, solo para recordarle quien era su torturador personal en ese momento.
— Jung... kook, no —
Rogó pero no se detuvo, no iba a ser más bueno y darle tregua.
Él quería que todo el cuerpo de Lisa estuviera alineado y preparado para recibir las cosa que le haría.
