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Yoongi le aviso a Namjoon que los llevará al salón de baile dónde iba Jimin.
Mentiría si digiera que no estaba nervioso, era la primera vez que iba hacer una sorpresa para alguien y más que si esa sorpresa se trataba de algo demasiado importante para el, algo que amaba hacer con todo su corazón.
Y era tocar el piano, era la primera vez en tanto tiempo que tocaria adelante de alguien que no se tratase de su madre o su padre.
-Ya llegamos, después me llaman cuando terminen y los venga a buscar ¿Si?-.
Está bien, te mandaré un mensaje-.
Namjoon asintió y bajo del auto.
Jimin tomo la silla de ruedas mientras que Namjoon ayudaba a Yoongi a bajar del auto.
Una vez que Yoongi estuviera en la silla de ruedas, Namjoon se retiró, dejándolos solos.
-Llevame a dónde esté el piano-.
Jimin asintió. Entraron al salon y llevo a Yoongi hacia donde se encontraba el piano.
-Listo ¿Ahora si me vas a decir cuál es tu sorpresa?-.
-Esta bien, solo te diré que hace mucho que no hago esto, asi que puede que esté un poco oxidado-.
Se levanto un poco para sentarse en el banco del piano, hizo seña a Jimin para que sentara a su lado.
El mayor comenzó a ver las teclas y miles de recuerdos llegaron a su mente, sintiéndose tan joven, sintiendo otra vez aquella melancolía del abandono.
El haber abandonado a algo que tanto amaba hacer...
Tocaba las teclas con delicadeza como si se fueran a romper con un simple tacto.
Y comenzó a tocar aquella canción que tanto rondaba por su cabeza desde la primera vez que vio a Jimin.
(First love -Yoongi-).
Una melodía dulce, pero triste, sus dedos se movían como si tuvieran vida propia, su voz expresaba el sentimiento de arrepentimiento y dolor profundo en su corazon, sus ojos cerrados dejando que sus sentimientos sean los narradores con ayuda de la música generada por aquella teclas viejas pero aún firmes para seguir transmitiendo musica. Recuerdos de su infancia, recuerdos con sus padres, su madre enseñándole tocar el piano pasaban por su cabeza, esos maravillosos recuerdos, que se arrepentía demasiado por haber abandonado aquella pasión, aquel amor hacia su piano en su adolescencia, donde mas lo necesitaba, pero aquel enorme instrumento no se encontraba en ese entonces hogar, en sus momentos depresivos lo unico que habia cerca era una lapicera y un cuaderno viejo, pero aquello no era suficiente, su piano era la solucion, pero solo habia letras de infinitas canciones que cuentan los dias que pasaban, sus momentos mas felices hasta los mas triste como la muerte de su padre, es dia todo era mas oscuro de lo normal, su maldad habia aumentado, sus ganas de matar a todos creció increíblemente, pero cuando vio por primera vez aquel pequeño ser, con una sonrisa hermosa, amigable con las personas, lo hacia tranquilizar, sentia la misma sensación que cuando tocaba el piano, a pesar que nunca intercambiaron palabras, era como un relajante para el con tal solo ver su sonrisa, lástima que su mente estaba tan destruida por el odio que estaba acumulado dentro de su ser, le hizo hacer muchas cosas horribles en aquella persona que era su escapatoria, su mente era su asesino y su cuerpo el cómplice, queria parar, pero no podia, su mente era mas fuerte que el y gracias a eso se iba ganando el odio de aquella persona hermosa, se iba ganado el odio de Jimin, para el era doloroso porque ya habia perdido una vez su primer amor, ahora estaba perdiendo a Jimin.
El piano es todo para Yoongi, la sensación que le provocaba es la misma sensación que le provocaba ver al menos un gesto de Jimin, es una sensación tan hermosa, que parecía una droga, una droga muy adictiva, pero buena, si eso era, una droga medicinal que sanaba todos sus dolores.
Jimin miraba atento como los dedos largo, que cuando tocaba su cuerpo podía sentir el frío de estos, ser el artista de una hermosa pero dolorosa melodía. Podía sentir la pasion de Yoongi al tocar aquel viejo piano color marron que se encontraba en un rincon del salón.
Las palabras, las notas musicales, hacia una combinación perfecta, el sentimiento de Yoongi le llegaba a Jimin, es como si los dos estuvieran conectados, pero no lo sabían.
Yoongi termino de tocar la canción que había tenido guardada en su corazón por mucho tiempo que por causa de eso, el momento que abrió los ojos las lágrimas comenzaron a salir sin parar, Jimin nota aquello y no tarda en limpiarlas rápidamente con sus pulgares.
-Es hermoso- Sin soltar el rostro de Yoongi, lo miro a los ojos, este sonrió con una sonrisa que nadie habia visto hace mucho tiempo.
-Me alegra que te gustara mi sorpresa-.
-Me encanto-.
Yoongi se acerco un poco mas al rostro de Jimin, sus labios estaban a unos centímetros de tocarse, paso lentamente su mano por la nuca de Jimin, se miraron a los ojos una vez mas y el mayor pego sus labios con los de Jimin, logrando un beso suave, lento y lleno de sentimientos encontrados, sus labios encajaban a la perfeccion, como si fueran hechos para ser unidos por siempre. Sus lenguas se juntaban, se encontraban como si fuera el primer beso.
Yoongi bajo sus manos hasta la cintura de Jimin, alzando lentamente la camisa de este. Jimin ayudo levantando sus brazos, se separaron por falta se aire, los dos tenian sus labios hinchados, con un color rojizo y brillo en ellos, sus ojos reflejaban el deseos de unirse otra vez  porque en ese momento no habia maldad en ellos, solo el deseo de ser uno.
-Yoongi-.
-¿Si?-.
-No lo podemos hacer, estas herido- Jimin intento agarrar su camisa pero Yoongi la tomo primero, lanzándola lejos.
-¿Y? Eso no me detendrá- se acerco a Jimin logrando que sus respiraciones chocaron -Jimin-.
-Pero Yoongi- el mayor puso un dedo en sus labios.
-Shh- miro a los ojos -Jimin hoy solo quiero hacerte el amor, solo dejate llevar- volvio a besar aquellos labios gruesos que era una tentación, una perdición para el mayor.
Yoongi se levanto, agarro a Jimin desde los glúteos y lo levanto para ponerlo encima del piano, Jimin pasaba sus manos por todos los brazos del mayor, siéndole imposible retener los pequeños gemidos que se les escapaba con mucha sensualidad de sus labios, el mayor empezo a dejar besos desde la mandíbula hasta el abdomen, subio otra vez y empezando a dejar pequeños besos en los labios del menor, este le saco lentamente la camisa para no lastimar al mayor
Yoongi acaricio los muslos de Jimin, acercando sus manos al cinturon de este, retirándolo de allí para bajar de a poco el pantalon junto con la ropa interior sin despejarse de aquellos hermoso labios, acarició las piernas con mucha delicadeza como si fueran de porcelana, Jimin baja sus manos hasta el comienzo del pantalon del mayor y lo empieza a bajar con ayuda de Yoongi el pantalon y la ropa interior.
El lugar que antes era frio ahora era calido, los dos cuerpos emanaban un calor que a medida crecía siendo como el calor del mismo infierno pero a la vez siendo el paraíso, la pasión estaba en llamas, cada beso, cada caricias, quemaban.
Yoongi tomo a Jimin y lo recostó delicadamente en el suelo, se puso arriba de el y siguio con el beso, el menor enredó sus piernas en la cintura del mayor, soltando leves gemidos cerca del oido del mayor que para el era musica para sus oidos.
Dejaba besos, acariciando su piel, intentando reemplazar aquellas zonas con heridas.
Sus erecciones les dolían, pero querian hacerlo todo lento, que el tiempo espere que tenian que reemplazar muchas heridas por caricias, era hacer el amor y no por calentura.
-Yoongi- dijo entre cortado Jimin, mientras pasaba sus manos por todo el cabello del mayor.
-¿Que sucede bebé?-.
-Hazlo lento- dijo en susurro, Yoongi asintió.
El mayor abrio un poco mas las piernas del menor, tomo su miembro, acercándolo y entrando lentamente, para no lastimar a su chico, este clavaba sus uñas en los hombros del mayor, dolia por la falta de costumbre, había pasado tanto desde la última vez, pero le gustaba a la vez, sería la primera vez haria el amor y queria disfrutar cada segundo.
Yoongi comenzó con movimientos suaves, dejando besos por todo el pecho del menor, lamiendo y succionando los pezones de este hasta dejarlos rojos y brillantes. Marcas rojas que luego serían moradas se hacían notar en su pecho, marcas que serían la prueba de un amor doloroso.
Jimin se movia un poco, para tener mas contacto si es que lograban más con Yoongi, este hacia unos movimientos tan profundos que hacian que soltara varios suspiros.
Minutos despues el salon solo se escuchaba los gemidos de Jimin, sus pieles chocar, chasquidos que salian en sus bocas, los suspiros de Yoongi, todo era musica para sus oidos.
Jimin consiguió primero su orgasmo, sin necesidad de tocarse, el placer era tan grande que no había necesidad de tocarse, luego de unos movimientos un poco más profundos que antes, Yoongi consiguió el suyo, llenado toda su esencia dentro de Jimin.
Los dos se quedaron unidos por un momento, no se querian separarse por nada del mundo, se querian quedar asi, ser uno. El mayor besaba a Jimin, lento y sin apuros, queria disfrutar cada centímetro de aquellos labios.
Luego de unos minutos Yoongi salio del menor, acostándose a su lado, la luz del sol que entraba por las ventanas hacian un lindo contraste con el color de Jimin, su perfecto color miel, el sudor del menor que le creaba una capa aterciopelada, su sonrojo en sus mejilla y sus labios hinchados, su pecho que subía y bajaba con dificultad, su mirada en la suya, su pequeña y hermosa sonrisa, era una obra de arte que sólo Yoongi podia ver y apreciar.
En ese momento el tiempo se detuvo, el odio, las mentiras, la traición, las heridas, no existían en aquel momento, solo habia amor, solo habia paz.
Pero lastimosamente la paz no es para siempre.

Lotophages☆Yoonmin☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora