Mansión De Narcos ©

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Último capítulo.
Capítulo totalmente cambiado debido al cringe que me dió leerlo después de 5 años JAJAJAJAJA pidoperdon.

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Hay días en los que despiertas de un sueño y agradeces que sea sólo eso, un sueño; hay días en los que de despiertas y deseas que todo lo que soñaste hubiese sido real.

A veces simplemente no les damos importancia.

Pero otras personas, por más que queramos, no podemos dejar de sentirnos en otra realidad.

Yo me sentía así.

Desorbitada, confundida y exhausta.

Había estado yendo a terapia directamente al hospital psiquiátrico, el doctor Ganger me había dicho que mi mente estaba en un trance, un tipo de trauma no muy severo estaba agotando mis fuerzas.

El hecho de que mi cuerpo estuviera en Darwin pero mi mente y alma estuvieran en aquella mansión en la que viví infiernos.

Mi familia se había encargado de evitar involucrarme lo menos posible en las investigaciones siguientes sobre los Grifos.

En aquel día, hace dos meses, lograron atrapar a varias personas, siguiéndolos desde los helicópteros. A otros los encontraron gracias a las identificaciones y declaraciones que dieron los demás.

Aquel incendio que provocó Nate cobró muchas vidas, habían varias personas desaparecidas; los empleados, narcotraficantes, Shira y otras personas que se quedaron en la mansión para tratar de apagar el incendio. El piso en el que estaban las chicas no fué alcanzado por el fuego, sin embargo, el humo si. Varias murieron asfixiadas y ahogadas, y otras, en gran mayoría, estaban inconscientes.

Después del día en el que me reunieron con mi familia, nunca volví a ver a nadie más, a nadie que estuviera relacionado con todo este desastre.

El cuerpo de James fué investigado y luego lo pedí para sepultarlo.

No volví a ver a Derek, me dijeron que debía tomarme un tiempo para aclarar mi mente y asimilar todo, que debía estar tranquila y tratar de acostumbrarme a todo otra vez.

Pero era difícil cuando las personas me miraban extraño, a cualquier lugar al que iba me miraban como una héroe, como la hija de un criminal o como a una criminal.

Tenía dos meses de no asistir al instituto, pero me dijeron que podía tomarme el tiempo que quisiera.

Estaba agradecida con la vida de que mi madre aún estuviera conmigo, Chris estaba mucho mejor, más feliz, más sano.

Mi amistad con Rebeca había crecido, Alex se había hecho inseparable de mi y se lo agradecía porque su compañía me hacía sentir bien.

La fortuna de las propiedades de mi padre, Jonh Peters, fué decomisada, una parte de ese dinero se me fué dado a mi y a familias de chicas que sufrieron abusos de los Grifos, como un tipo de ayuda.

Era dinero sucio, me avergonzaba aceptarlo porque yo sabía de dónde había salido todo aquello, sin embargo, lo hice.

Me concentré en mi madre, en sus medicinas, en su salud y en el mantener a Chris desahogado de deudas.

Yo había intentado ser lo que era antes, o al menos seguir teniendo la mentalidad que me sacó de aquella mansión, pero no podía, algo dentro de mi se había bloqueado, mi mente estaba en blanco, a veces despertaba y sentía que seguía en aquella habitación que era de mi padre, a veces miraba al cielo y una necesidad de huir se apoderaba de mi.