2. Alba Brooke

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Aunque me había quedado mas relajada por lo que le había dicho, no pude evitar escuchar sus palabras de vuelta antes de que subiera a mi habitación. Yo nunca me fijaría en el, y eso era lo que le escocía. Pero aun así cuando fui a devolverle todo lo que me ha dicho, me encuentro patética en la puerta después de que me enseñara el dedo dentro del coche y se marchara riendo. Crucé mis brazos y bufé por ello metiéndome dentro de la casa. ¿Como podía ser que mi fiesta se había aguado por su culpa y él se dirigía a una? Apreté mi mandíbula para así mirar como Diana y mi madre seguían hablando plácidamente.

El reloj marcaban las doce, así que no tuve mas que entretenerme con lo que fuera. Por ello cogí a Anna que le tenía un cariño increíble para hacerle todo tipo de peinados que me pedía. Pusimos música que ella le gustaba y me hablaba de lo mucho que disfrutaba en estas cenas. Me sorprende cuando dice que su hermano y yo debemos llevarnos bien, pero mas bien me enternece. Ella era tan pequeña para saber todo lo que ocurría. Muerdo mi labio para así despedir a la familia Doblas poco después y veo a Anna marcharse con dos bonitas trenzas a sus costados. Estuve hablando el resto de la noche con Mike y por ello no pude evitar recordar las palabras de Ruben. Yo no iba calentando pollas y tampoco buscando niños ricos. Si el supiera... Entre pensamientos, me quedé completamente dormida y maldiciendo el día en que conocí a Ruben Doblas.

Luna no dejaba de ladrar para que la sacara a pasear y pensé que sería un buen método de relajación el salir a patinar a la vez que paseo a la pequeña. Me pongo un bastante sencillo, pongo mis auriculares sintiendo como los ruidos del exterior desaparecían. Ato a Luna cual como loca rasguña la puerta y antes de salir, miro hacia el interior de casa.

¡iré a pasear a Luna! —Chillo para así en el mismo jardín ponerme los jardines y salir patinando de ahí.

El viento me estremecía un poco pero se notaba como entrábamos en los meses calurosos. Eran las seis de la tarde y aún no anochecía, los días eran más largos. Aunque en mi cabeza tenía el examen que tendría dentro de unas semanas, Luna captó mas mi atención y es que su energía era plena. A decir verdad no era muy normal que estuviera en la calle y menos un viernes, pero sinceramente me daba igual. Hacia una semana que no había visto a Ruben desde su cumpleaños y me daba igual. Ese chico cuanto mas crecía mas desprecio le tenía así que cuanto más alejados, mejor.

Mike me mandó un mensaje diciéndome que estaba con el Skate y fui hacia el parque donde habían varias rampas y donde él practicaba. ¿Y saben las casualidades de la vida? Ruben estaba llegando con Mangel y algunos amigos más. Los ignoré aunque Mangel fue el que le dijo a Ruben que estaba allí ya que yo misma lo había escuchado. Mike era mas alto que yo incluso yo llevando patines, así que me senté observando como Mike hacía que las chicas suspiraran con su habilidad en el Skate.

Luna jugueteaba con un pequeño hueso que había sacado de mi bolsa y así se estaba quieta. Este me invitó a que le enseñara el truco que tenía que enseñarle y me levanté como pude en mis patines y dejé a Luna entretenida atada a una barra, vigilada. Me deslicé por la curva sin problema hasta llegar a Mike y este cogió de mi cintura para así patinar y pasar un momento divertido ambos. En un momento dado, pierdo el equilibrio y caigo al suelo logrando que me rasguñe el codo solamente. Mike me levanta y se alarma por que este sangra pero río por que no es nada. Mi móvil suena desde mi bolsa y veo que es mi madre, así que miro a Mike que me espera.

Iré a casa, esta noche salimos. Ese gilipollas me hizo saltarme la fiesta y no me da la gana. Te mando un mensaje cuando estén dormidos —Le murmuro para que él y yo solamente sepamos de que hablamos y cuando me giro, veo que la mirada de Ruben está fija en mí. Me despido de Mike con la mano para coger a Luna y salir patinando de allí, con otra ilusión en el cuerpo sabiendo que esta noche iba a ser mejor que las otras.

Cuando terminé de cenar me subí rápidamente y me di una ducha. Les había dicho a mis padres que iba a estudiar y que no me molestaran, cosa que respetaron. Para tener diecinueve años ante ellos era una chica bastante buena y por eso no se metían conmigo. Me cambié a un que me compré con Steff hace no mucho y mandé un mensaje a Mike cuando mis padres por fin dormían, ya que los ronquidos eran evidentes.

Salí por la ventana cuando escuché el murmullo de la moto en la otra cuadra. Empecé a caminar por la acera intentando no hacer mucho ruido con mis finos tacones pero la suerte no estaba de mi parte ya que unas voces sonaron en el jardín delantero de los Doblas. Era Ruben y sus amigos. Pasé rápidamente aunque sus amigos se dieron cuenta y la voz de Ruben se hizo presente llamándome pero me gire para que pudieran verme bien y puse un dedo en mis labios.

Vosotros no me habéis visto Les señalo con el dedo para así girarme y escuchar piropos por parte de los amigos de Ruben. Me subo a la moto con Mike y beso su mejilla— Acelera, vamos —Le meto prisa y este acelera al máximo para ir hacia la fiesta donde no muchos podían entrar. Pero por cierto modo, tenía un dolor de estómago y un mal sabor de boca, ahora Ruben lo sabía y no teníamos tan buena amistad para que me guardara el secreto.

No sabía qué era capaz de hacer.

Blackmailer - rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora