Era gracioso verla a ella. Era gracioso verla amenazándome sabiendo que podía hundirla en este mismo momento. Bueno, hundirla era una palabra muy fuerte, pero era así como iba la cosa. Agarre su brazo.
—Yo que tu, no me iría tan de rositas bonita. Piensa bien lo que haces.- Le advierto. Si, la estaba amenazando o chantajeando, como quiera decirlo. Y era bastante divertido y me estaba planteando usarlo de verdad.
Ella se soltó de mi agarre y seguí mirándolo por su pequeña amenaza, la que me había hecho en estos momentos y que me hizo reír. Aunque mi sonrisa se borro en cuanto la vi con aquel tipo restregándose y buscando la mirada de todos. Apreté mis puños por eso, ¿cómo podía ser tan suelta de esa manera? No se si me molestara que lo hiciera para llamar la atencion de todos o que no lo estuviera haciendo conmigo. Aunque eso último era una completa locura. Porque, vamos, había más de cinco tías mirandome en este momento y yo elegía con la que me quedaría. Y tal cual, ella me dejo con ese calenton después de ese baile, lo hizo a posta, y yo no iba a quedarme por debajo. Estaba claro de que no. Así que, la rubia que más me gusto de la fiesta, fue la que se gano pasar esa noche conmigo. Y no dude en llevarmela a casa, sabiendo que mis padres y mi hermana estaban completamente dormidos y que yo no haría ningun ruido.
No estaba dispuesto a quedarme sin saciar por nada. No era la primera vez que traería una chica a casa, y seguramente tampoco fuera la última. ¿Tenía algo de malo? No. Si tenía ganas de tirarme a una chica y follarmela hasta acabar cansado, lo haría. ¿ Era un mujeriego? Pues si, ya lo sabía. Y poco me importaba lo que pensaran los demás sobre eso. Mi vida era mi vida. Y justo cuando besaba el cuello de esa chica esa noche, quitandole la camisa, pude sonreír al ver a Alba volver sola a su habitación. Mientras yo sabía que a mi me esperaba una larga noche que disfrutaría bastante.
Agradecí que la chica se fuera nada más terminar, pues mi madre abrio la puerta por la mañana sin ni siquiera llamar antes. Odiaba esa manía que tenía de abrir la puerta sin llamar, pero ya estaba más que acostumbrado a ello.
Cuando me levante, daba gracias a que mi cabeza no reventaba porque no había bebido lo suficiente. Pero también me faltaban horas de sueño y no sabía que hacía despierto tan temprano. Me levante de la cama y me dirige a la ducha arrastrando mis pies. Estaba completamente muerto, me sentía más que muerto. Me di una ducha, me cambie con una ropa de estar por casa y me dirigí hacía la cocina. Pero nada. No había nadie y por la ventana de esta me di cuenta de que estaban todos en la piscina de casa de los Brooke.
Sonreí al ver a Alba allí y decidi salir a mi jardin para meterme en el de ellos. Mi madre y María me saludaron y les sonreí, haciendo un gesto de reverencia para saludarlas. Es entonces cuando salta el tema de que anoche Alba estuvo estudiando y casi escupo el jugo que había comenzado a beber.
—Entonces...¿Te has preparado muy bien el examen?.-Le pregunto a Alba con una ceja alzada y ella me dice que si, a lo que asiento riendo.- Si que tienes mala cara, sí. Si no fuera por que eres una buena chica, diría que ayer te la pasaste de fiesta - Le digo con bastante gracia e ironia y ella se levanta. Y yo muerdo mi labio inferior. Era una niña consentida y caprichosa, pero tenía el cuerpo de una diosa, eso no lo podía negar ni aún queriendo hacerlo.
Deje que nuestras madres se fueran para dentro y me tumbe en una de las toallas que había mientras hacía diversas cosas con el móvil. En un momento, ella se me acerca y yo la miro dejando el móvil a un lado. Me reí por todo eso y la mire alzando una ceja.
—¿Qué problema tienes?.-Digo burlandome de ella. Ella estaba tendiendome una mano y entonces yo se la cogí, para moverme hasta donde ella me decía.
Frunci el ceño, sin entender nada de lo que me decía, y entonces, toda el agua me rodeo. No me esperaba eso. No me esperaba que me tirara a la piscina. Pero rapidamente salí, y la tire conmigo al agua, llevando a cabo mi revancha clara. Ella me llamo idiota y yo la mire alzando una ceja mientras la perseguía y la puse entre mis dos brazos, colocando mis manos en la pared.
—¿Idiota yo? Tu eres la que me ha tirado con el movil, cosa que no me ha hecho gracia.- Le digo claramente algo serio.
Y entonces ella me pregunta que es lo que quiero por mi silencio y eso hace que sonría ampliamente. Muy ampliamente.
—Bueno...ya que me lo pides así..Te diré lo que se me ha ocurrido.-Le digo con una voz segura y sensual y entonces ella me mira esperando a que yo le diga algo.- La cosa será así. Yo te pido algo y tu me lo das. Así de sencillo. Harás lo que yo quiera.-Y al ver su cara, sonrió aun más.- Y quizás puedes empezar por comprarme un móvil nuevo.- Le digo, guiñandole un ojo y me separo de ella, para apoyar mis manos en el borde de la piscina y salgo de ella.
Me quito la camisa y la miro por última vez, hasta irme hacia mi casa con una enorme sonrisa en mi cara.
(...)
Me mantengo mirando a la ventana, mientras tengo mis cascos puestos escuchando música. Anochece, y por mi mente esta pasando todo lo que puedo pedirle a Alba. Quizás pasan cosas demasiado sucias por mi cabeza, quizás no debo pensarlo así conociendola desde hace tanto tiempo. Pero no puedo evitarlo después de todo. Entonces, observo una sombra corriendo por el jardín de al lado y mis ojs se abren como paltos. ¿Es posible que esta niña tenga ganas de más fiesta? Se iba a enterar de que ahora ya no iban a ser las cosas así.
Mi plan comenzaba, y aunque me terminaría odiando, yo ganaba lo mío. Me levanto y rapidamente bajo las escaleras. Tengo que correr un poco, pero consigo ponerme delante de ella antes de que se suba a la moto de ese amiguito suyo.
—¿A donde vas?.-Le pregunto, y cuando ella intenta esquivarme, me vuelvo a poner delante de ella.-Creo que...no. No quiero que salgas de fiesta, y no lo harás...Principalmente por nuestro acuerdo...Y secundariamente porque puedo gritarle a tus padres ahora mismo que te estas escapando.-Sonrío.- Asi que, ahora mismo, le dices al idiota de tu amigo..que se vaya por donde ha venido.- Y me cruzo de brazos, con una sonrisa en la que enseño todos mis dientes, y esperando a que diga lo que quiero.
Ruben 1- Alba 0.
ESTÁS LEYENDO
Blackmailer - rdg
Romance«El odio que se tienen el uno por el otro no será capaz de impedir que los sentimientos se adueñen de sus corazones. Todo empezó por un chantaje.» @_VoidStiles -AVISO- Es un rol compuesto por dos chicas. Se puede leer como una novela pero NO lo es.