Ella me la había jugado. Se había reído de mi en mi cara y eso no me agradaba en absoluto. Sentí la vena de mi frente hincharse al ver todo aquello. Podía entrar perfectamente a su casa y llegar a su cuarto, y pegarle un buen puñetazo a ese tío. Pero siendo la hora que era no podía meterme en su casa y que sus padres pudieran descubrirme, era una locura. Pero algo en mi se estaba activando demasiado al ver aquella escena. Aunque sabía que si ella hacía eso era porque yo le importaba algo, quizás tanto como yo le importaba. Y por mucho que yo me estuviera comiendo la cabeza en este momento, sabía que cuando ella estuviera conmigo y yo le diera el placer que podía darle; ella lo iba a disfrutar mucho más que en ese momento y con ese gilipollas. Yo no dormiría esta noche, pero ella me las iba a pagar y muy bien pagadas.
No se a cuenta de que, pero después de comer los chicos aparecieron allí todos juntos y no me los esperaba. Aunque tampoco era algo que me disgustara, estaba bien pasar tiempo con los chicos. De hecho, debía de hacer un trabajo para el comienzo de mi último curso en la universidad, lo que sería en unos meses. Y de eso mismo estábamos hablando todos los chicos, de la universidad, de irnos a vivir más cerca, y de cosas relacionadas con eso. Quien nos conociera, no se creerían que estuviéramos hablando de eso pero a veces éramos serios cuando estábamos juntos, sólo en pequeñas ocasiones. Y claramente, toda esa seriedad y madurez se rompió cuando Alba apareció allí y todos los chicos comenzaron a bromear con ello. Rodé los ojos y le di un golpe a Cheeto para que se callaran y me encamine hasta un lado del jardín.
—¿Que traes ahí?.- pregunto con curiosidad y cuando ella saca la caja del IPhone, mi boca se abre. Eso era algo que yo no me podía permitir. Creo que nunca podría permitirmelo. Ella se lo había tomado en serio y me gustaba eso.
Así que cuando lo cogí y abrí aquella caja, mi cara se quedo a cuadros. Esperaba ver mucho más, esperaba ver lo que ponía en la caja y no un móvil así. No me molestaría que me lo regalara a parte, estaba acostumbrado a cosas más pobres, pero eso no me había gustado en absoluto. Consigo cogerla antes de que se vaya y ponerla entre la pared y yo. Pegándome todo lo que me interesaba a ella.
—No me hace gracia Alba, no sabes con quien estas jugando.- Le aclaro algo cabreado. Y entonces, ella pone el IPhone delante de mi y lo cojo. Vale, estoy alucinando. Y más aún cuando ella suelta aquello y me quedo casi tartamudo.
Creo que me he atragantado con mi propia salida.
—¿Co...como?.- ni siquiera sabía si creérmelo o no. Pero estaba claro que era verdad. Me la había jugado por partida doble. Y cuando me di cuenta de todo lo que pasaba, una sonrisa salió de mi rostro. Sólo lo había hecho para provocarme y eso era una buena señal a mi favor, aunque ella no lo viera así, yo lo veía de esa manera.
(...)
Mi corazón se agolpó en mi cuerpo y no se en que momento comencé a correr y saltar la valla del jardín. Aunque tuve que tener cuidado para subir hasta arriba sin hacer ningún ruido, mi corazón iba demasiado rápido en estos momentos. Y no podía parar hasta llegar allí. Ver sus pies colgando no me dio nada de seguridad.
Y si, tenía una pequeña debilidad hacia ella, pero eso ya lo sabía desde que nos conocíamos, nos habíamos criado juntos, es normal. O eso supongo yo. Me acercó a ella y al ver ese vaso, supongo de principio que esta borracha y se lo arrebato antes de que siga bebiendo.
—¿También vas a prohibirme esto? -Me pregunta ella y yo suspiro.
—No es bueno que bebas tanto, estas jugando con tu vida ahora mismo.- Le digo con algo de preocupación, pero ella parece no escucharme y me hace suspirar más.
La bajo de ahí, metiéndola hacia dentro y me pide que baile con ella mientras oigo una música sonar. Sus palabras producen escalofrío en todo mi cuerpo. Ella provoca que nos comencemos a mover y la miro sorprendido. Se veía tan delicada apoyada en mi pecho y bailando de esa manera. Escucho sus palabras, que se que están hechas para hacerme daño, pero realmente el que había tenido una vida de mierda entre los dos, era yo. Ella siempre había tenido lo que quería, y estaba seguro de que si le pediría permiso a sus padres para salir, no tenía que estar huyendo.
Suspiro al escuchar sus últimas palabras, yo no podía odiarla. Era algo superior a mi, eso estaba claro. Porque por el rival que nos teníamos, quizás yo no lo parecía tanto. Cuando me di cuenta de que ella se estaba quedando dormida, no se me ocurría otra mejor manera de terminar la noche. Me agache un poco y pase una mano por su espalda y otra por detrás de sus piernas para cogerla en peso, tal como los enamorados. Me encamine con sigilo hacia su cuarto. Y pude estirar un brazo y echar las sábanas para atrás y meterla en la cama. Justo cuando la estaba abrigando ella murmuro algo y yo me quede mirándola. Quite los mechones de pelo que se agolpaban delante de su cara y acaricie levemente su mejilla. Un toque demasiado cariñoso para mi.
—Buenas noches Alba, descansa.- digo y algo me impulsa a besar su frente. Suspiro, revolviendo un poco mi pelo y me voy de allí a mi casa, a mi habitación. Sólo esperaba que llegara mañana porque comenzaría realmente mi amenaza con Alba.
Mañana comenzaba la verdadera jugada, y aunque puede que estuviera intentando quemarla a ella, esperaba que no terminara siendo yo él perjudicado de toda esta relación y de todo este momento.
(...)
Mi mirada se dirige a la puerta y tengo una sonrisa en mi cara cuando después de dar dos toques en esta, me abra la persona que quiero que lo haga. Dann me da un abrazo y me invita a pasar animadamente y yo se lo agradezco. Luego él llama a Alba y cuando la veo llegar, me hago el sorprendido.
—Pero Alba,¿aún estas así? Ya le he contado que hoy te vienes a pasar todo el día conmigo...Vete a cambiarte.-Le digo con una sonrisa y ella se hace la extrañada, bueno, sé que lo esta porque no teníamos nada planeado. Pero vamos, comenzaba mi juego, no podía tardar tanto en comenzarlo. Sé que ella va a hablar y yo me adelanto.
—Vamos morena...¿No me harás el feo de dejarme plantado y tenerme tu padre que aguantar?.-Le hago una pregunta cruzandome de brazos, algo por lo que Dann ríe pensando que es cosa de nosotros, algo de broma, pero vamos. Alba sabía que con eso nombraba mi chantaje.
Y sí, pensaba llevármela conmigo todo el día, quizás sin ningún rumbo en particular, pero teniendo algo claro. Iba a probar esos labios.
![](https://img.wattpad.com/cover/136688155-288-k42500.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Blackmailer - rdg
Storie d'amore«El odio que se tienen el uno por el otro no será capaz de impedir que los sentimientos se adueñen de sus corazones. Todo empezó por un chantaje.» @_VoidStiles -AVISO- Es un rol compuesto por dos chicas. Se puede leer como una novela pero NO lo es.