Blackmailer - rdg

4. Alba Brooke

Me quedé mientras flotaba y sentía como sus brazos lograban mantenerme con firmeza. Anna estaba por detrás haciendo comentarios pero ninguno decía nada, estaba pendiente a lo que tenía que decirme y sinceramente no me hacía ninguna gracia todo esto. ¿Que yo debía de hacer todo lo que él quisiera? No sabía si reírme por esto o temer por mi vida. Alzo mi ceja cuando me dice que empiece por comprarle un móvil nuevo y el frío abunda por mi cuerpo cuando siento el frío por la ausencia de mis brazos. Chapoteo a Anna que dice comentarios algo fuera de lugar sobre su hermano y salgo de la piscina. No, jamás de los jamases iba a pasar algo entre él y yo. 

(...) 

Pensé miles de cosas para salvarme de esto e incluso no se lo dije a Mike por que sabría que él sería el encargado de buscarse un follón con Ruben por limitarme. Sinceramente esto me parecía absurdo, siempre nos habíamos incluso esquivado por el ''odio'' de ser tan diferentes y ahora intentaba hacer esta mierda. Por ello fue que le envié un mensaje a Mike y como era sábado, planearíamos una buena fiesta a la que asistir, había una buena fiesta en la playa.

Me visto con un corset negro ajustado que me deja un cuerpo de infarto y mi pelo liso. Muerdo mi labio que tienen un color granate oscuro y salgo por el patio de atrás para que nadie me viera. Mis padres dormían y no sería impedimento. Corro hasta la verja donde me esperaba y escuchaba la moto cerca. Entonces Ruben se puso delante de mí de golpe y tapé mis labios por no gritar. ¿Este chico estaba tonto?

—¿A donde vas?. -Le escucho decir y alzo mi ceja.

—¿Perdona? Aparta -Le digo mientras intento evitarlo y este vuelve a ponerse delante de mí y bufo.

—Creo que..no. No quiero que salgas de fiesta, y no lo harás...Principalmente por nuestro acuerdo...Y secundariamente porque puedo gritarle a tus padres ahora mismo que te estas escapando. -Abro mis ojos por ello y me intento convencer que esto es una broma de las suyas, que me va a dejar irme por que si no iba a saber lo que era quedarse estéril.- Asi que, ahora mismo, le dices al idiota de tu amigo..que se vaya por donde ha venido.- Le miro ante ello y se me ocurre algo mejor que estrellarle la cabeza contra las baldosas.

—¿Estás tonto? Te compraré el jodido móvil pero no pienso cancelar mis fiestas porque me amenaces -Le digo mientras ruedo mis ojos y este no da su brazo a torcer, así que tengo que ir a disculparme con Mike cual extrañado me ve pintada y arreglada, sin creerse mucho que no iba a salir, se marcha. 

Me giro para ir hacia el jardín y volver a ver a Ruben.

—¿Contento? ¿Ahora que coño quieres? -Le pregunto y sinceramente me da igual la respuesta, así que no hago más que pararme en seco y se me dibuja una sonrisa en los labios. Me giro y me apoyo en la mesa para mirarle- ¿Y por que no mejor te cambias y nos vamos a la fiesta? No creo que me haya arreglado para nada. -Le digo mientras me acerco peligrosamente y lo veo hasta tartamudear. Este murmura que no, y entonces le miro- Es una pena entonces, por que si no voy a la diversión... -Cojo de su nuca para que baje para que pueda llegar a su oído- La diversión vendrá a mí -Le digo y entonces entro en casa, con una gran sonrisa en la cara.

La luz de Ruben estaba encendida, sabía que estaba dentro y por ello mismo le mandé un mensaje a Mike para que me hiciera una visita a mi habitación. No era la primera vez y estaba claro que no sería la última. Este tardó un poco mas de lo que quería pero esperándolo, me cambié y dejé el corset para el final. Sentí unos brazos rodearme y sonreí al ver los tatuajes de Mike.

—Está ahí, está mirando. ¿Quieres acción, nena? -Me susurra y asiento para así sentir como su mano se desliza por el corset y me quedo en ropa interior. 

Este me gira para enredar mis piernas en su cintura y cuando puedo ver a Ruben mirando desde la otra ventana, hago un gesto con mi mano para así cerrar la cortina y que no tuviera visibilidad ninguna. Ayer él disfrutaba con una rubia, yo hoy disfrutaba con un moreno. Pero sabía que entre nosotros no iba a pasar nada. 

Agradecí por lo bajo y este se marchó por la puerta de delante sin hacer un mínimo ruido, donde Ruben no podría verlo. Me puse el pijama y ahí, me dispuse a dormir con una felicidad incluso más grande que la de haber bebido tanto.

(...)

Me había levantado muy temprano a decir verdad, mi madre lo había hecho y lo agradecía por cierta parte ya que iría al centro comercial para así poder poner en marcha la pequeña broma que tenía en mente. Steff me acompañó para así comprar el jodido móvil a Ruben, el que tenía antes y saqué de la caja del IPhone el móvil nuevo para meter un nokia que se llevaba antiguamente. 

Vamos hacia casa y entonces diviso a los chicos en el jardín. Me despido de Steff que vive a unas cuadras para así invadir el jardín y apoyarme. Los chicos cuando me ven golpean a Ruben y entonces le miro.

—¿Podemos hablar? -Le pregunto y zarandeo la bolsa donde está su sorpresa. Los chicos hacen ruidos tontos que me hacen rodar los ojos y entonces me siento en un pequeño columpio que tiene Anna y fue un regalo de cumpleaños para ella. Le saco la caja del IPhone para así sentir la cara de asombro y río, por que sinceramente es una gran sorpresa- Espero que esto te mantenga callado por mi noche de... ayer. -Le digo con una gran sonrisa. Este me mira y cuando abre la coja, me pregunta si es una broma.- Me dijiste que te comprara un móvil, no un buen móvil. Con ese recibes sms y tienes politonos, disfrútalo -Le digo mientras me levanto para irme pero este parece enfadarse un poco. Me giro para mirarle y cuando menos me lo espero, me arrincona contra la pared. Me dice que no se con quien me estoy metiendo.

—Y tu no sabes captar una broma. -Le digo y entonces pongo el teléfono de verdad en sus narices para que se alejara, me había puesto mas nerviosa de lo normal.- Oh y... -Me giro antes de irme para mirarle, estaba embobado con lo que acababa de ocurrir- Todo lo que pasó anoche entre Mike y yo fue fruto de tu imaginación. -Le digo haciéndole saber que no pasó absolutamente nada, entonces su cara si es épica y yo solo río. 

Ruben uno, Alba uno.

(...)

Aquella noche dejé de lado los libros sabiendo que todo me estaba exprimiendo y decidí salir a la pequeña terraza que teníamos arriba del todo. Mis padres dormían y sinceramente solamente quería paz y tranquilidad. Me acompañaba un vaso de ron junto a Cola mezclada que le daba un sabor increíble. Era quizás el cuarto que me tomaba y por eso necesitaba el aire libre. Mi móvil ponía baja una de mis canciones favoritas y yo miré al cielo. Estaba estrellada. Dejé mis pies colgando por las rejillas de la terraza y bebí un trago más apoyando mi cabeza en la barandilla.

Pensé en todo. En el acceso al segundo grado de universidad, mis padres, Anna, la familia Doblas y el chantaje. Mi cabeza daba vueltas y si estuviera un poco más ebria, iba a tirarme incluso. Fui a darle otro trago cuando una mano la detuvo y miré como Ruben estaba ahí.

—¿También vas a prohibirme esto? -Le pregunto y no lo escucho, mi cabeza da algo de vueltas. Me mete hacia dentro y le miro.- Baila conmigo -Le digo mientras me levanto. 

Suena Grace con su You Dont own me, una canción que me llevaba en una monotomía.

—Siempre me ha hecho ilusión hacerlo, no te cortes, mañana no lo recordaré -Le digo mientras cojo de su mano y pego su cuerpo con el mío. Apoyo mi cabeza en parte de su pecho y la música parece envolvernos. Cierro mis ojos y suspiro- Salir los fines de semana me hacían olvidar la vida de mierda que tuve desde que era una niña. -Le confieso sin saber que hacía, me nacía- Y que ahora un gilipollas me esté quitando esa libertad, es irritable. -Digo para así suspirar y pasar mis brazos por sus hombros, mirándole.

Esta noche se veía increíble, simplemente borré esos pensamientos de mi cabeza.

—Así que Ruben Doblas, te odio. Pero gracias por quitarme esa copa de la mano -Le digo y vuelvo a apoyar mi cabeza en el pecho, dispuesta a quedarme dormida ahí de lo cómodo que era.