12. Ruben Doblas

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Mire de nuevo el móvil pensandome por 2379434234 vez si ir o no a la fiesta. Los chicos no paraban de hablar del botellón que harían por fuera de la fiesta para entrar ya un poco bebidos adentro. Ellos planeaban todo mientras yo seguía pensando las opciones que tenía. Sabía que bastante gente conocida iría a esa fiesta y que sería bueno pasarselo bien y olvidarse de todo un poco. Por lo que después de seguir leyendo y leyendo, y después de ver todas las opciones que ante mi se ponían, decidí dejar mi vida y dejar disfrutar. Me lo merecía.

¿Que debía de hacer si no? No me iba a quedar encerrado por sentirme mal porque Alba y yo no tuvieramos nada de lo que yo quise tener y quería tener aún. Todos los días, después de mudarnos aquí, comence a sentir mi corazón latir por ella y solamente por ella. Y que todo lo que hice en sus días, fue por querer intentar que llevaramos algo más allá eso que puede que tuvieramos. Pero estaba claro que todo se había roto, y por mucho que eso me molestara, era cierto y no podía evitarlo.

Se había acabado lo que se daba, se había acabado lo que de cualquiera de nosotros dos pudiera pasar. Y estaba decidido. Estaba decidido a vestirme, a ponerme algo adecuado para ese tipo de fiesta, a perfumarme y a salir de aquel piso sin avisar a Alba y sin ni siquiera hablar. Sabiendo que con mi portazo ella se había enterado y seguramente había llamado su atención. Pero no iba a volver a atrás para comprobar si eso era cierto o no. Todo lo que tenía que hacer esta noche, era dejarme llevar. Eso era lo que iba a hacer.

(...)

La música estaba bastante alta, las luces de neón eran bastante llamativos en la zona de la fiesta. Mangel parecía desfasado y yo no podía evitar reir por cada bobería que hacía y decía. Al final había sido buena idea venir y estar un buen rato con los amigos. Con ese par de idiotas, cualquiera se lo estaba pasando bien. Ni siquiera estábamos pensando con que chica acabaríamos esta noche como era lo que solíamos hacer cada vez que salíamos de fiesta. 

Queríamos disfrutar juntos, además Alex había tenido una pelea con su novia de toda la vida y tampoco era plan de irnos cada uno por su lado y dejarlo solo. Aunque en el momento que me vi cerca de Ian, toda la perfección de tranquilidad que tenía en esos momentos se fue. Me tensé, y no me faltaron ganas para romperle la cara a ese gilipollas que esta hablando mal de mi. A lo que Mangel, siendo el más sereno de todos ahora mismo, me cogió y me llevo hasta el baño de los chicos.

Tienes que relajarte Ruben. No merece la pena.- Me dice mi gran amigo y suspiro, asintiendo. Sé que tiene razón. Apoyo mis manos en el lavamanos y me echo un poco de agua en la nuca, para relajarme. Oigo un ruido, después de que Mangel se fuera y suspiro.

¿Mangel?.-Lo llamo, pero cuando me doy cuenta de la silueta que se presenta delante de mi, sé que es de una chica y no de mi amigo. Siento su tacto sobre mi y me tenso, no se porque, pero me es familiar.— ¿Quién eres?.- Pregunto algo serio, tragando saliva porque tampoco es que fuera de piedra.

Y esa chica tenía algo que me hacía no se que, y luego sus curvas increíbles. Siento su caricias, y se me hacen tan conocidas que no puedo evitar pensar en dos personas. Pero estaba claro, que una de ellas no era.

¿Mery?.-Pregunto y ante su respuesta, la toco. No podía reconocerla por su cuerpo, estaba claro que no. Así que, hago algo que podría ayudarme a saciar esta gran duda que tengo, la beso. La tensión sexual se vuelve por las nubes, siento una gran conexión, y simplemente sigo aquel beso, pegándola a la pared. Sintiendo cuerpo con cuerpo, el calor del momento. Aunque, no todo duro lo que yo quería, pues ella se fue al escuchar a Mangel y yo no pude detenerlo. No. No podía ser Mery, no podía ser ella. Ella no se iría.

Así que, decidido a saber si podía ser Alba, salí del baño y busque a Mery, para nada más tenerla delante, besarla. Y no, no era ella. No era ella quien me había besado. Lo tenía claro. Así que después de darle varias vueltas a la cabeza y ver los pros y los contra, decidi recoger mis cosas y volver al piso. Era mi oportunidad para pillarla. Nada más llegar, sintiendo mi corazón acelerarse, pues si ella había sido quien me había buscado, era que le importaba. Y abri su puerta sin ni siquiera pedir permiso. Mi boca se cerro de inmediato y sentí como en mi corazón algo se hundía. No era ella. No había sido ella, no le hubiera dado tiempo. Niego rápidamente.

—Nada...Solo quería saber si estabas en el piso. Para no molestar con ruido.-Digo con una mueca, que había intentando que fuera una sonrisa, pero no lo fue, y cerre la puerta saliendo de su cuarto tras de eso. Estaba perdido. Esa chica me había vuelto loco, eso estaba más que claro. Y quería sacarla de mi cabeza, no quería que me hiciera más daño.

Los días que habían pasado y nosotros no habíamos cruzado ni media palabra. Ella solía salir con Ian y yo con Mery. Parecía un estúpido juego de niños, pues ella parecía que cuanto más me veía con Mery, más ella se veía con su hermanastro. Y eso me ponía completamente de los nervios. Por ello había tomado una decisión que me jodería completamente, pero que debía de terminar aquí. Esto era una jodida tortura, y era mejor verlo a través de una ventana que desde la habitación de al lado. Mi pie se movía frenéticamente, mientras esperaba en la sala a que Alba saliera de su habitación. Sabía que iba a salir, seguramente con el niño pijo ese, el cual se reía de mi cada vez que tenía la oportunidad. Me puse de pie.

—Alba.-La llame, cuando ella pareció que quería salir del departamento sin querer ni siquiera cruzar mirada conmigo.

Agradecí que se parara y que no me obligara a pararla, y se me quedo mirando. Sentí un latido en mi corazón cuando ella miro a mis ojos, pero decidí coger aire y dejarlo pasar.

He pensado...que esto ya no tiene sentido. Estoy malgastando dinero en compartir un piso cuando casi no estoy aquí, y sintiendo demasiado..vacio en este lugar. Así que, te haré un favor, y dare el primer paso para quitarte delante de mi. Me voy a ir del piso. Volvere a mi casa.- Le aviso, manteniendo serio y sin cambiar de opinión sin ello.

Blackmailer - rdgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora